Síguenos
Israel del Santo, director de televisión y guionista: “A la tele solo le importa el éxito comercial, la verdad histórica es puro trámite” Israel del Santo, director de televisión y guionista: “A la tele solo le importa el éxito comercial, la verdad histórica es puro trámite”
Del Santo, junto a Erika Sanz (i.) y María Granada, rodando en Bulgaría ‘El corazón del Imperio’. María Gestoso ©Global Set

Israel del Santo, director de televisión y guionista: “A la tele solo le importa el éxito comercial, la verdad histórica es puro trámite”

El director de ‘Templarios’ o ‘Conquistadores’ interviene en el Curso de Historia Medieval de Albarracín
banner click 244 banner 244

Israel del Santo ha escrito y dirigido documentales sobre África, Kurdistán o Líbano, y tras las series históricas para televisión Templarios y Conquistadores Adventum trabaja en dos proyectos con Santiago Posteguillo; Africanus y El corazón del Imperio. Este jueves protagoniza una de las ponencias de la primera sesión del Curso de Historia Medieval de Albarracín sobre Cine, TV e Historia.

-¿Son lícitas las licencias en cine y TV histórico?

-Hay que diferenciar entre documental, donde las licencias no se permiten, y la ficción histórica que tiene más margen. El problema es que el documental cuenta siempre con mucho menos presupuesto, así que es mucho más sencillo ser fiel en una producción de ficción histórica, porque un traje de época cuesta mucho dinero. En todo caso yo confío mucho en las fuentes históricas, más de lo que suele hacerse en el mundillo, porque la historia aporta giros de guion más espectaculares que cualquiera de los que podamos hacer nosotros. Los cronistas eran guionistas formidables. 

-¿Realmente es tan importante el poder del cine y la TV para crear la percepción de la historia como suele decirse?

-Absolutamente. Lo imagen que tenemos de la Edad Media se debe al cine. Los escoceses iban con falda en esa época o se pintaban la cara de azul porque lo dice Braveheart, porque desde luego la Historia no lo dice.

-Entonces... ¿el audiovisual no está a la altura de esa responsabilidad?

-Desde luego en España no. En España a la televisión la historia le importa muy poco, y si hay que retratar a Viriato o de la reina Isabel, está mucho más preocupada porque lo haga un actor de éxito y por lucir su brillantina que por lo que fue el personaje real. A veces los departamentos de vestuario parecen departamentos de moda.

-¿Eso es para obtener productos económicamente rentables, o por motivos ideológicos?

-Son dos temas que se dan la mano. La televisión es un negocio que solo se preocupa por su éxito, y la Historia es un mero trámite. Y el asunto ideológico también es importante, porque en cuanto tocas un tema histórico en España prácticamente te obligan a posicionarte políticamente. 

-¿Usted ha pasado por eso?

-Desde luego. Conquistadores fue complicado sacarla adelante porque solo con esa título ya te están juzgando políticamente. Cristobal Colón es uno de los cinco grandes personajes de la humanidad, y el debate era que dónde había nacido, para mayor gloria de su pueblo. A mí me da igual que naciera en Guadalajara, Galicia o Italia, su importancia radica en otras muchas cosas. Y  aquí se habla mucho de Elcano y poco de Magallanes porque el primero era español y el segundo portugués. Su expedición, en la que iban marinos noruegos, franceses o filipinos fue un momento glorioso para la humanidad, pero muchos prefieren seguir viéndolo como una gesta de España. Y si cuentas que Elcano fue a esa expedición recién salido de la cárcel, sin dinero y sin nada mejor que hacer, entonces dicen que no eres patriota. Quienes nos atrevemos con personajes conflictivos tenemos que hacer auténticos ejercicios de equilibrismo, porque la realidad no siempre es patriota. 

-¿Se ha tenido que pelear con algún historiador porque la verdad amenazaba con arruinarle alguna escena?

-Claro, es una de las partes más divertidas de mi trabajo. Lo mejor es tener a dos historiadores, porque así se  pelean entre ellos. Todo en la Historia se puede interpretar. La fuente de información sobre Núñez de Balboa son sus cartas al Rey, pero si yo escribo una carta al Rey voy a cuidar mucho la ortografía, hablaré muy bien de mí y me voy a ahorrar los detalles sobre mis trapos sucios o sobre lo que hice anoche con esas indias tan guapas, ¿no? Balboa es muy divertido porque en una acción heróica desmonta los barcos en el Atlántico, cruzá Panamá con ellos y vuelve a montarlos para navegar en el Pacífico. ¡Ni Neil Armstrong! Pero si cuentas que en el camino murieron 30.000 indios la cosa cambia, ¿verdad? No hay una Historia sino varias Historias, y si me siento orgulloso de algo es de que siempre tengo en mente varios puntos de vista, y un punto de vista más general desde la perspectiva de la humanidad, no de tal o cual país. Cuando los americanos llegaron a la Luna dijeron aquello del ‘paso para la humanidad’... Aquí en España preferimos ver las gestas españolas como propias.

-¿Los avances técnicos son directamente proporcionales a la veracidad de las ficciones históricas en televisión?

-Vamos a peor porque estamos en un momento muy complejo. Series del pasado como Curro Jiménez o Cabeza de Vaca eran mil veces mas veraces que muchas de las que se hacen ahora. 

-¿Actualmente está usted trabajando en Africanus, sobre la trilogía de Posteguillo?

-Ese proyecto es enorme y sigue adelante, pero ahora mismo trabajo, también con Santiago Posteguillo, en El corazón del Imperio, una serie para Movistar, medio ficción, medio documental, que le da una vuelta a la historia, porque habla de momentos clave de la historia, contados por ellas. Marco Antonio o Julio César son personajes secundarios, y las auténticas protagonistas son mujeres como Fulvia o Cleopatra. Porque otro problema de la Historia es que nunca ha podido ser contada por las mujeres.