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Javier Solsona Benages, autor de ‘Miscelánea de Puertomingalvo’: “Recojo en el libro historias de Puertomingalvo que los jóvenes ni siquiera conocen” Javier Solsona Benages, autor de ‘Miscelánea de Puertomingalvo’: “Recojo en el libro historias de Puertomingalvo que los jóvenes ni siquiera conocen”
Javier Solsona, en Puertomingalvo, con su nuevo libro

Javier Solsona Benages, autor de ‘Miscelánea de Puertomingalvo’: “Recojo en el libro historias de Puertomingalvo que los jóvenes ni siquiera conocen”

“Hablo de costumbres y oficios que ya no existen en el pueblo, como el bandeo de las campanas o el esquileo”
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Cruz Aguilar

Javier Solsona Benages es de Puertomingalvo, localidad a la que ha vuelto tras desarrollar su vida laboral como profesor de Teología, filosofía de la religión y pedagogía en la Universidad Jaime I de Castellón. Acaba de publicar su tercer libro, Miscelánea de Puertomingalvo y en él recoge, a través de relatos y poesía, diversas historias, tradiciones y oficios de la localidad.

-¿Cómo surge la idea de este libro?

-A partir de historias que me contaron mis abuelos, mis padres, alguna otra persona mayor del pueblo, y quería conservarlo y darlo a conocer. Dejé un plazo de medio año por si alguien quería incluir algún relato interesante, curioso y benévolo, porque no hay tragedia en estos escritos. Cuando lo tuve terminado me puse en contacto con una editorial y hemos hecho una impresión.

-¿De cuántos ejemplares?

-Hicimos una primera impresión de 50 ejemplares, pero ya están vendidos y he pedido otra de otros 50. Hay que tener en cuenta que por la pandemia la gente no se ha podido desplazar hasta el pueblo. Tengo otros dos libros, también sobre Puertomingalvo, que hicimos 500 ejemplares, uno es sobre toponimia y otro sobre lexicografía, palabras aragonesas que son de uso común aquí en esta zona de la comarca de Gúdar-Javalambre.

-¿Miscelánea de Puertomingalvo es un libro de relatos?

-Es como una macedonia, una recopilación de escritos de diversas fuentes, relatos, poesías, tradiciones, cuentos…

-Pero todos inspirados en hechos reales entonces.

-Sí, y además de los relatos hay leyendas que pululan por aquí, como la del límite entre Puertomingalvo y Mosqueruela, que se conoce en los dos sitios. También hay poemas y unas romanzas o romances de principios del siglo XX.

-¿Qué son esos romances?

-Son poesías relacionadas directamente con los bureos, es la historia de un bureo, que son las fiestas que se celebraban en las masadas, entre los masoveros. 

-¿Alguien se animó a incluir sus relatos?

-Sí, se han animado cuatro personas más, me han contado sus historias y yo las he escrito.

-¿Sobre qué temas tratan?

-Uno es  de Blas Chiva, que fue el que me lo contó, sobre la historia de un señor que fue maqui y estuvo muy buscado por parte de la Guardia Civil y se tuvo que esconder al lado del río, entre Molino Badal, Molino Viejo, la Molineta... y en cuevas. Cada día estaba en un sitio y llegó un día que decidió volver a casa, con mucho peligro porque aquí había cuartel de la Guardia Civil. Se metió en su casa de noche y estuvo en una especie de arcón durante muchos años. 

-¿Es muy extenso el libro?

-Es corto, se lee de un tirón, tiene poco más de 70 páginas.

-¿Lleva ilustraciones?

-No, porque los maquetadores se olvidaron pero en esta segunda impresión me han asegurado que ya están incluidas.

-¿Qué tipo de fotos son?

-Son relacionadas con las historias y las leyendas que se cuentan, hay fotos antiguas que he podido conseguir. Pero el texto no se modificará.

-¿Qué le han dicho los lectores?

-Están contentos y satisfechos.

-¿Han descubierto historias del pueblo que no conocían?

-A mí me parece que lo interesante del libro es recoger y dar a conocer aspectos relacionados con nuestra cultura y nuestro acervo, prácticamente todos los relatos van introducidos por unos pequeños párrafos que sitúan en el contexto, dan a conocer antiguas procesiones o costumbres. Busca tener un carácter didáctico.

-¿De qué tradiciones o costumbres se habla?

-Del esquileo por ejemplo, en los años 40 había en el puerto tres cuadrillas de esquiladores que iban prácticamente hasta Zaragoza. En verano iban al esquileo y hay una historia sobre dos esquiladores. También está la historia del bandeo, porque antes se golpeaban las campanas manualmente, es una historia de un hombre al que el yuguete de la campana lo arrastró fuera, no se explica cómo, porque el protagonista de esta historia aún vive.

-Es necesario contar estas historias en algún sitio para que pervivan, ¿no cree?

-Sí, esa es mi intención, hay jóvenes que no las conocen y mucha gente me ha dicho que habría que recoger historias que los mayores puedan narrar y que merezcan la pena para darlas a conocer a las gentes más jóvenes. 

-¿Habrá una segunda parte de este libro?

-Pues sí porque la gente que lo ha leído me dice que hay cosas que no hemos incluido, aunque hubo tiempo no me las contaron, así que haremos una edición actualizada con más relatos. Si no me cuentan directamente iré preguntando sobre todo a las personas más mayores, que son las que recuerdan. La expectativa que tengo es de continuar, incordiar a la gente mayor que aún queda, además ahora tenemos bastante tiempo.

-¿Ha habido presentación?

-Sí, se hizo muy sencilla en Pascua y leí uno de los fragmentos y la gente iba sumando historia que iban recordando, con todas esas aportaciones haremos una nueva edición actualizada con más leyendas y más protagonistas.

-¿Tiene prevista alguna presentación más?

-Sí, pero de momento estoy satisfecho porque hice un bando informando de la presentación durante la Semana Santa y acudieron una veintena de personas, estoy más que contento, teniendo en cuenta que ahora hay muy poca población.

-¿Ha contado con apoyos para la edición?

-Sí, ha colaborado la asociación cultural Ben-Galvón y el Ayuntamiento también se comprometió a participar, como ha hecho en los otros libros.