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Jordi Xifra, director del Centro Buñuel de Calanda: Jordi Xifra, director del Centro Buñuel de Calanda:
Jordi Xifra es escritor y director del Centro Buñuel de Calanda

Jordi Xifra, director del Centro Buñuel de Calanda: "La calidad de Buñuel como escritor quedó eclipsada por su carrera cinematográfica"

Cátedra edita por primera vez una antología crítica de los textos literarios que publicó el cineasta calandino
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Cien años y dos días después de la publicación del primer texto literario de Luis Buñuel -Una traición incalificable, en la revista Vltra-, sale hoy a la venta Obra literaria reunida de Luis Buñuel (Letras Hispánicas de Cátedra), una edición crítica de Jordi Xifra que reúne los poemas, narraciones y ensayos que escribió el calandino. La obra pone de manifiesto la gran calidad del Buñuel escritor -siempre se consideró a sí mismo un escritor frustrado-, eclipsada sin embargo por su enorme trayectoria como cineasta.

-¿Por qué reunir la obra literaria de Buñuel?
-Por el afán de recuperar al Buñuel literato. Sus obras completas han sido publicadas en 1982 y en 2000, pero sin un aparato crítico profundo y con errores y omisiones importantes, debidos más al momento histórico que a otras cosas. Quise aprovechar la ocasión de publicarla en la colección canónica de la literatura en español, como es Letras Hispánicas de Cátedra, y hacer una edición muy cotejada, sin errores y abrumadoramente crítica, con numerosas notas al pie de página. Incluye su literatura en un sentido amplio, con poesía, cuentos, relatos, ensayo y una incursión en el teatro.

-Pese a que es poco conocida su actividad literaria o ensayística entre el público general, usted afirma que Buñuel fue el primer autor español de ensayo cinematográfico como tal.
-Así es, y tiene su importancia, desde luego. Y lo más triste es que no aparece en ninguna antología de críticos de cine, ya no internacional, que lo  puedo entender, sino también española. Buñuel no escribió libros o textos largos en este sentido, pero sí ensayo y crítica sobre cine que en España no existía.

-¿Todos los textos de esta edición habían visto ya la luz?
-Hay un cuento inédito, La descomunal batalla entre las catedrales y los vagones, que no estaba en ninguna de las anteriores ediciones de 1982 y 2000. Sánchez Vidal lo incluyó en su libro El enigma sin fin pero lo deja ahí, y nadie lo había recuperado después. El resto sí que habían sido incluidos en esas ediciones de Heraldo de Aragón y Páginas de Espuma, respectivamente.

-¿Tiene constancia o indicios de otros textos publicados en su día por Buñuel que no estén catalogados hoy en dia?
-Pistas no hay muchas. Es cierto que tuvo que salir corriendo de España en la Guerra Civil en un momento en el que estaba volviendo a escribir cosas con Pepín Bello, y que nunca pudo terminar Un perro andaluz, libro de poemas cuyo título pasó luego a la película. Quizá hubo más textos que se quedaron en su apartamento de Madrid y que su familia hizo desaparecer cuando entraron los Nacionales por lo que pudiera pasar, pero eso es pura especulación. Podrían quedar textos en alguna epístola a Pepín Bello, del proyecto que emprendió con el título Descansen en paz los taparrabos que no se sabe si acabó desarrollando o no, o de la época en la que dejó de hacer cine entre Estados Unidos y México... pero algo se hubiera encontrado, así que personalmente dudo que existan más textos inéditos.

Calidad de los textos

-Usted dice que la calidad de sus textos es comparable a la de su producción cinematográfica.
-Así es. Desde luego sus textos están eclipsados a nivel de análisis, de recepción del público. Pero, y aunque pueda reconocérseme militancia probuñuelana, la calidad de sus textos me parece incontestable. Fue el único miembro de la Generación del 27 que se adentró en un territorio, el cine, en el que apenas tenía precedentes a los que agarrarse comparado con la pintura o la literatura, y pese a ello desarrollo una carrera bestial. Es cierto que en el mundo de la literatura hubiera tenido mucha más competencia, pero si conoces su obra escrita es imposible menospreciarla. Habrá opiniones para todo, claro, pero a mí me ha apasionado su literatura.

-¿Fue Lorca su principal referente como escritor?
-Seguro que fue su mentor, aunque Buñuel estaba más preocupado por la estela de Gómez de la Serna. Ambos tienen conexiones comunes más claras a partir de Poeta en Nueva York, porque a través del surrealismo francés ambos comparten un espacio común.

-¿A qué hace referencia el concepto de cinepoema que utiliza en su obra?
-El cinepoema es un tipo de texto de moda en Francia que tienen una fuerza visual tan especial que, sin estar hechos para ser adaptados al cine, pueden encontrar muy bien su sitio en él. Y me sirven para enmarcar esos poemas que luego se vieron reflejados en películas como Un perro andaluz o La edad de oro, y que me permiten justificar el diálogo que se establece entre la poesía y el cine de Buñuel.

-¿Si tuviera que elegir, con qué textos de Buñuel se quedaría por su calidad literaria?
-Desde luego me acordaría de Caballería rusticana, Palacio de hielo o Ricardo Corazón de León, tres poemas en prosa o pequeños relatos que son muy identitarios de Buñuel, por su fuerza irracional, sus preocupaciones y el uso que hace del lenguaje. Pero yo siento especial predilección por su texto teatral Hamlet. Me parece la quintaesencia del teatro surrealista, de lo insólito llevado a las tablas, y sin duda un precedente de lo que luego se llamó el Teatro del Absurdo. Es de una modernidad absoluta al tiempo que conecta a Buñuel con el Siglo de Oro y la comedia de Shakespeare. Para mí no tiene parangón en el teatro de la época, y aunque no me gustan esas comparaciones, podría ser al teatro lo que Un perro andaluz al cine.

-¿Llegó a representarse?
-En Polonia, donde hay una gran tradición con el teatro experimental, varias veces. En España también se ha hecho, la última vez con Emma Cohen y Alex Rìgola hace bastantes años. Y ahora estamos intentando hacer una representación en Calanda. No es sencillo, pero nos gustaría que, si no para este año, pudiera verse al que viene.