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José Blas Rando, cantador de jota: José Blas Rando, cantador de jota:
José Blas Rando

José Blas Rando, cantador de jota: "La jota es como la sangre a las venas para mí, hay que llevarla dentro para expresarla bien"

El cantador está recorriendo los pueblos dela provincia deleitando con su voz a los asistentes a festivales y misas
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José Blas Rando (Fuentes Claras, 1979) es un cantador de jota con gran reconocimiento por toda la Comunidad Autónoma de Aragón. Ha participado en numerosos festivales, también en la televisión autonómica, y uno de sus mentores fue José Iranzo,  El pastor de Andorra. Además cuenta con un CD recopilatorio de jotas interpretadas por él que grabó en 2015, titulado José Blas Rando, Cantar a Fuentes Claras.

-Lo primero, ¿cómo está viviendo la vuelta de las fiestas patronales en sus actuaciones?
-Pues han llamado de bastantes pueblos para ir a cantar, yo noto que la gente tiene ganas de fiestas, y más ahora tras tres años sin realizarlas por culpa del coronavirus.

-¿Usted tenía ganas de cantar en las misas baturras o en las rondallas?
- Claro que sí, después de tanto tiempo sin poder, apetece mucho volver a la normalidad.

-En relación a la pandemia, ¿cómo ha sido para usted, que depende tanto de sus actuaciones?
-La intenté llevar de la mejor manera posible. Durante el confinamiento, se me ocurrió salir al balcón de mi casa en Zaragoza, que es donde me pilló la parte dura de la pandemia. Y a las ocho de la tarde trataba de hacerles la jornada más amena a los vecinos cantándoles un par de jotas.

-¿Lo hacía todos los días?
-Todos los días a las ocho. Salían los vecinos a las ventanas y parecía aquello un auditorio del ambiente que había. Además tengo un vecino artista, familia del cómico Fernando Esteso, y entre los dos les hicimos las tardes lo más amenas posible en el barrio del Arrabal de Zaragoza.

-Una vez que acabó el confinamiento, ¿pudo volver a realizar actuaciones pese a las restricciones impuestas por la pandemia?
-Se echaron muchísimos pueblos atrás porque la gente tenía miedo al contagio. Alguna misa sí que hice guardando las distancias, pero festivales se hicieron muy pocos,..

-Ahora que parece que ha llegado la normalidad, en un agosto típico, ¿cuántas actuaciones puede llegar a tener?
-Pues depende del tipo de actuación, pero la verdad es que no me quejo, tengo bastantes.

-¿Se puede llegar a vivir solo de cantar jotas?
-Es muy difícil solo de las jotas. El que da clases, más los pueblos, aún puede vivir. Pero yo no doy clases y solo voy a los pueblos. Vamos, hoy en día muy difícil.

-¿De dónde le vino su pasión por la jota?
-Desde niño siempre me ha gustado cantar, pero cuando de verdad comencé a ir por los pueblos y a subirme a los escenarios fue a partir del año 96 o 97.

-¿Ha tenido algún profesor que le haya marcado a la hora de formarse?
-Pues empecé en Torrijo del Campo con Jesús Benito. Después, ya en Zaragoza por motivos de trabajo, tuve la suerte de caer en las manos de Angelines Hernández, que fue la que me formó musicalmente. De hecho, me presenté a concursos y no me fue muy mal. Pero no me gustan, ya que se ven muchas desigualdades y cosas raras

-Respecto a los lugares donde ha actuado, ¿cuál destacaría?
-Esa pregunta es muy difícil de contestar, cada pueblo tiene su encanto, su gente, su pequeño rincón escondido... Es un abanico muy amplio, porque todos tienen sus detalles que hay que ver. Cada pueblo tiene su cosita especial.

-Durante su carrera, ¿ha tenido algún reconocimiento a su trabajo o algún premio?
-Me presenté a varios conciertos y sí, de hecho tengo varios trofeos. Pero yo me quedo con el sabor de boca de los pueblos, el ver emocionada a la gente, esas sonrisas.

-¿Qué significa la jota en su vida?
-Para mí la jota significa como la sangre a las venas. Para mí es como el respirar. Hay que llevarla dentro para expresarla bien, no por gritar más se canta mejor, hay que darle entusiasmo, dulzura cuando toca, bravura y que se te entienda, es decir, que te escuche igual el que está en primera fila que el que esté en la 103. Hay que cantar con el corazón.

-¿Y tiene algún proyecto ahora en mente?
-No, seguir como voy, tener los pies en el suelo, que eso es muy importante. Ser humilde, porque llegar es muy difícil, pero mantenerse más. Y me ha valido mucho el ir con gente muy buena.

-¿A quién destacaría?
-Aparte de los que ya te he nombrado, me valió mucho recibir los consejos de José Iranzo, el Pastor de Andorra. También, el haber estado en los últimos años de la vida de Marcelino Plumed, de Monreal del Campo. Puedo presumir de haber ido con él en el grupo, me valieron mucho sus consejos, su forma de cantar o sus anécdotas. Luego, por otra parte, el rodearme en Zaragoza de gente muy muy buena. Si en está vida vas con gente buena, al final no paras de aprender.

-¿Cómo ve el futuro de la jota en la provincia de Teruel?
-En Teruel hay gente muy buena y preparada, pero es un oficio que te tiene que gustar, porque te tienes que cuidar mucho. Es un oficio muy laminero y tienes que saber decir que no a fumar o al alcohol. También el descanso es fundamental, para así tener una buena voz.