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Juan Manuel Velasco, ganador del premio Amantes de Teruel al mejor libro de poemas: “Desde que tengo uso  de memoria se me  ha dado bien escribir” Juan Manuel Velasco, ganador del premio Amantes de Teruel al mejor libro de poemas: “Desde que tengo uso  de memoria se me  ha dado bien escribir”
Juan Manuel Velasco, ganador del Premio Amantes de Teruel al mejor Libro de Poemas 2021

Juan Manuel Velasco, ganador del premio Amantes de Teruel al mejor libro de poemas: “Desde que tengo uso de memoria se me ha dado bien escribir”

“Concurso en muchos certámenes literarios, pero al de Teruel le profesaba especial cariño y también ganas”
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Juan Manuel Velasco es un novelista, columnista, ensayista y poeta nacido en Benicasim (Castellón). Actualmente ejerce como escritor profesional, y ha sido el ganador del Premio Amantes de Teruel al mejor Libro de Poemas 2021 con Cambio de letras. Juanma ha escrito obras como Solo los hombres sin patria pintan lobos de mar y La muralla de nadie.

-¿A qué edad se remonta su pasión por la escritura? ¿Cuáles fueron sus primeros pasos?

-No acostumbro a utilizar la palabra pasión, entiendo que se frivoliza demasiado con ella y se emplea con demasiada alegría. Prefiero hablar de empatía, afecto, enamoramiento, hermanamiento y algunas más para contextualizar mi relación con la palabra escrita. Desde que tengo uso de memoria se me ha dado bien escribir. Lo vengo haciendo desde hace mucho y, aunque mi primera novela data de 1996, dejé un trabajo solvente, bien remunerado y cómodo en 2010 y me profesionalicé como escritor. Mis primeros pasos datan de los concursos de redacción del colegio y después de colaboraciones en libros de fiestas, publicaciones locales y poco más. La palabra se mantenía latente, agazapada, hasta que eclosionó de golpe.

-¿Cuál fue su inspiración a la hora de escribir el poemario ‘Cambio de letras’?

-Me fatiga el exceso del yoísmo en la  poesía. Los poetas suelen tender a desangrarse con la exaltación de su intimidad y están todas las honduras del ser humano escritas con mil metáforas distintas. Yo no quiero caer en eso, aunque resulta casi imposible abstraerse de uno mismo para exorcizar los adentros en modo poético, pero con Cambio de letras quise jugar a compositor subversivo, a modificar lo consabido de letras de canciones muy conocidas para dotarlas de una evolución letrista muy distinta a la versión original. Y así, entre el juego y el trampantojo, surgió la singularidad temática que hila el poemario.

-¿Qué le motivó a presentarse a este concurso en Teruel? ¿Ha participado en otros certámenes de poesía con anterioridad?

-Concurso en un número obsceno de certámenes literarios, pero al de Teruel le profesaba especial cariño y también ganas. Era la cuarta edición en la que concurría y en la presente lo hice en todas las modalidades. De ahí que cuando recibí la llamada que me informaba de mi condición de ganador tuve que preguntar cuál de ellas era; cuando se me comunicó que era el poemario, me sentí reconfortado como poeta porque, aunque he resultado galardonado en algunos certámenes con poemas individuales, nunca un poemario completo había obtenido el reconocimiento unánime de un jurado tan ilustre como el turolense.

-¿Cuál es la historia detrás de su novela ‘A tí Mateo, es a tí’?, ¿Es cierto que está dirigida al papa?

-No. Escribí la novela desde mí para mí. Fui a Roma a documentarme, a localizar exteriores. Supe que La Vocación de San Mateo (Caravaggio) tenía una novela cuando la contemplé por primera vez en 2008, en San Luis de los Franceses, la iglesia que la acoge. Retorné en 2010 para recolectar el ambiente, y me quedó vistosa, amena, e incluso literaria. Siempre procuro entrelazar al escritor con el novelista; que el lector deguste mis novelas despacio.

Por una serie de carambolas consecuentes con un azar buscado, me enteré de que el cuadro era el favorito de papa. Me propuse hacerle llegar un ejemplar y en las primeras fases resultó imposible. Hasta que mi buen amigo Felipe, un asturiano de Panes, en una presentación que hice allí me informó, tras elogiar la novela una vez leída, de que su hija tenía un amigo cura que cenaba con el papa en la Nochebuena de 2013 y que debía llevar un presente: mi novela, convinimos. El azar al que aludía quiso que el libro quedara el primero de una pila de libros y al pontífice le llamo la atención la portada, el título y la carta que un ateo (yo) al que este papa le merecía más que respeto adjuntó con una sinceridad descarnada. Francisco se molestó en escribirme de su puño y letra una postal sentida, larga y emotiva para detallarme el hallazgo. Y sigo guardando el mismo aprecio por el argentino, pero no, no escribí la novela pensando en el papa sino en mí y en la literatura machihembrados.

-¿Cómo es el proceso de inspiración que sigue a la hora de escribir un poema?

-No hay inspiración. Solo artesanía, y constancia, quizá algo de don; abrir las luces interiores, cambiar el registro a modo poesía y fluir.

-¿Actualmente se encuentra centrado en algún proyecto?

-Siempre necesito de proyectos para sobrevivir. Soy multitarea, solo de ese modo es posible vivir de la palabra. Elaboro artículos y otros textos para una prestigiosa firma jurídica de Latinoamérica, también para un partido político, coordino alguna que otra publicación municipal, acabo de publicar tres libros de relatos de otros tantos municipios de mi provincia y he comenzado otro poemario (aunque tengo en el cajón más de una docena de ellos) para “reponer material” con el que seguir concursando porque Teruel y sus Amantes, afortunadamente, me han robado un poemario para bien.