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Juan Señor, exfutbolista del Zaragoza y de la Selección Española: “El 12-1 a Malta fue un punto  de partida para una selección que ahora es reconocida” Juan Señor, exfutbolista del Zaragoza y de la Selección Española: “El 12-1 a Malta fue un punto  de partida para una selección que ahora es reconocida”
Juan Señor, en una de sus charlas por el territorio turolense

Juan Señor, exfutbolista del Zaragoza y de la Selección Española: “El 12-1 a Malta fue un punto de partida para una selección que ahora es reconocida”

Con su charla ‘Dónde estabas tú cuando yo marqué el gol’, repasa su gesta por el territorio turolense
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El gol de Iniesta en el Mundial de Sudáfrica 2010, el gol de Torres en la Eurocopa 2008, el gol de Olga Carmona en el Mundial femenino de 2023 son gestas que quedarán para siempre en el imaginario colectivo de los españoles, pero antes de todos ellos hubo un hito, para muchos milagroso, que empezó a sembrar los mimbres de lo que ha alcanzado hoy el fútbol español. Se trata del famoso 12-1 contra Malta que limpió la imagen del Mundial del 82, clasificó a España para la Eurocopa del 84 contra todo pronóstico e impulsó a un combinado nacional glorioso. Juan Señor, el autor del último de los doce goles, repasa aquel día con su charla Dónde estabas tú cuando yo metí el gol y canaliza aquella vivencia hacia situaciones de la vida real. Ha pasado por varios municipios turolenses, viene de Perales de Alfambra y su próximo destino es Riodeva con un mensaje claro: “Cuando uno cree y proyecta normalmente consigue todo aquello que es positivo”.

-Ahora está haciendo una ruta homenaje al 12-1 contra Malta en la que da unas charlas bajo el título 'Dónde estabas tú cuando yo metí el gol'. ¿En qué consisten exactamente estas jornadas?

-No deja de ser utilizar ese hilo conductor de un recuerdo positivo que ha quedado en todos los españoles para trasladar la emoción de un futbolista en un partido como ese, en esa gesta, sobre todo dado el contexto anterior del que veníamos no tan positivo, y posteriormente lo que significó. Es hablar durante noventa minutos con un ánimo de disfrute, con el recuerdo positivo, con el valor que le damos a las cosas, con el esfuerzo que cuestan, con unas connotaciones que se pueden extrapolar perfectamente a la vida real. Cuando uno cree y proyecta normalmente consigue todo aquello que es positivo, y eso es lo que trato de reflejar. Como se suele decir, el que la sigue la consigue.

-Ya ha realizado varias de esas charlas, también por el territorio turolense, ¿qué le transmite la gente al respecto de aquel día?

-He pasado por varios pueblos, desde algunos que tienen un censo de 100 habitantes o incluso menos hasta otros más grandes y en todos ellos he tenido una gran aceptación, pero tanto de los chavales de 8 o 10 años que asisten, como los de 20-25, como los de 40 para arriba o los que, como digo yo, ya tienen un exceso de experiencia. Me estoy encontrando a muy buena gente y muy receptiva, y lo agradezco muchísimo.

-El hilo conductor como usted dice es ese famoso 12-1 contra Malta, ¿cómo recuerda usted aquel día?

-Recuerdo de principio a fin. Recuerdo la semana anterior de concentración dónde estuvimos en cada momento, recuerdo cada fase del partido, cómo las miradas entre compañeros fueron cambiando y nos decíamos “vamos bien”, “venga hay que seguir”, recuerdo perfectamente cómo fueron todos los goles, también cómo fueron subiendo la emoción y las pulsaciones conforme nos íbamos acercando al objetivo, y al final la historia se quedó con ese 12-1. Hay muchas anécdotas que muchos podrán recordar, pero hay detalles que le dan sentido a por qué ocurrió esa gesta y esos detalles los desvelo también en mis charlas.

-Usted fue el autor del último gol de España, la pregunta que lanza con su lema es ¿dónde estabas tú cuando yo metí el gol?, pero ¿y usted, qué se le vino a la cabeza al marcar aquel tanto?

-Es muy difícil expresar con palabras lo que siente un jugador cuando consigue un gol. Es una explosión de alegría. Pero cuando consigue un gol que te permite llegar a algo que al principio se veía complicado, pues en ese momento las pulsaciones están arriba del todo, la adrenalina recorre tu cuerpo y la sensación de felicidad es tan grande que te pones a correr y no paras. Al cabo de un rato eres consciente de la importancia que tenía ese gol, pero al cabo de unos años es cuando eres consciente de lo que supuso eso para España.

-¿Fue un milagro aquel hito como muchos dicen?

-Fue una gesta merecida más que milagrosa. Vino precedida de mucho trabajo, insistencia, constancia, sacrificio, etc. Pusimos todo lo que teníamos que poner en ese partido y finalmente tuvimos el premio de sacar una sonrisa a millones de españoles en un año difícil.

-Dado el contexto de la selección española en aquel entonces, no muy positivo, ¿fue aquello un punto de inflexión?

-Sí, fue un punto de inflexión. Desde entonces España empezó a volar alto por cualquier competición europea o cualquier mundial. Fue un punto de partida para una selección que ahora es reconocida, querida admirada y campeona en varias ocasiones. De hecho, esta vivencia que yo cuento hizo que jugáramos la Eurocopa de 1984 y llegáramos a la final cuando tampoco nadie daba mucho por nosotros.

-En la historia de la selección española, ¿el 12-1 podría estar a la altura de otras gestas como el gol de Iniesta en la final del Mundial 2010 ?

-Probablemente. Muchos de los que lo vivieron lo recuerdan casi tanto como haber sido campeones del mundo con el gol de Iniesta o casi tanto como haber sido campeones de Europa con el gol de Torres, así que yo creo que está en ese ranking de cuatro o cinco momentos álgidos del fútbol español.

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