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Judit Neddermann, cantante y compositora: “Cantar tus canciones sobre  el escenario siempre es una removida emocional importante” Judit Neddermann, cantante y compositora: “Cantar tus canciones sobre  el escenario siempre es una removida emocional importante”
Judit Nedderman y Pau Figueres tocarán por primera vez en Teruel

Judit Neddermann, cantante y compositora: “Cantar tus canciones sobre el escenario siempre es una removida emocional importante”

La cantante catalana presentará este lunes en Teruel su sexto disco, grabado junto al guitarrista Pau Figueres
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Es nieta de cincovillesa y después una exitosa carrera de mas de 10 años y cinco discos comienza a ser conocida también fuera de Cataluña. Judit Neddermann acaba de lanzar Judit Neddermann y Pau Figueres, un disco tan minimalista como delicioso e hipnótico. Este lunes recala en la iglesia de San Pedro de Teruel (19 horas), en el contexto del ciclo 19 a las 19.

-Actua en dúo acústico porque el LP es un dúo acústico...

-Llevo muchos años trabajando con Pau Figueres, que ha producido la mayoría de mis discos, y cuando no podíamos tocar con toda la banda hacíamos los directos acústicos. Y en esta ocasión hemos decidido grabar el último disco solos los dos, y girar como dúo.

-Eso dignifica el formato, porque a veces parece que el acústico es la versión barata del concierto...

-Esa es la conclusión a la que llegué. Y también hay una razón artística: Pau es un guitarrista excepcional, con una búsqueda constante a nivel de sonido y acompañamiento. Yo también estoy en una búsqueda como cantante, a nivel interpretativo, emocional y técnico. Y nos encontramos continuamente. A veces en un dúo el cantante brilla mucho y el acompañante queda relegado. En nuestro caso es todo muy equilibrado, y eso me encanta artísticamente.

-No es fácil llenar un escenario con guitarra y voz. Y grabar un disco ya ni hablamos...

-Confiamos mucho el uno en el otro. En diez días grabamos el disco, sin pensar mucho, simplemente tocando. Pau es tan completo como guitarrista que no se echa de menos nada... él entiende la guitarra como instrumento de percusión y yo comparto con él esa pasión por el engranaje rítmico. Esa forma de ver las cosas hace que la música funcione.

-Su disco funde folk, jazz, bossa nova... ¿le gusta el término fusión o está demasiado trillado?

-Clasificar la música es muy difícil pero algo hay que hacer. Es verdad que mi música respira folclore, jazz, canción de autor, me gusta el sonido mediterráneo, a veces suena a Brasil, Pau le da un sonido flamenco... Sin querer estamos fusionando, pero no es algo premeditado sino lo que nos sale, lo que nos inspira. Y sí. Entra dentro de lo que conocemos como fusión.

-La música no solo es inspiración. También escalas, tensiones, funciones armónicas, grados tonales... está feo decirlo pero la armonía es pura matemática...

-Yo te puedo decir que me guío completamente por la inspiración. Intento tener una vida inspirada, estar alineada conmigo misma y me trabajo mucho a nivel personal para ser quien soy. Cuando llega la inspiración la noto claramente y me siento a escribir. Muchas canciones me salen del tirón, como si alguien me las dictara. Solo pienso en si me gustan, y si es así las grabo, espero un par de días, las vuelvo a escuchar, y si me siguen gustando, se las mando a Pau. Él, en este disco, ha sido quien ha nutrido todo con armonía. Es buenísimo. Construye voces intermedias, acordes de paso, y enriquece muchísimo lo que toca. Eso que me ha permitido relajarme un poco en ese sentido, porque sé que si el propone algo me representa y me va a encantar.

-Desde 2014 lleva algo más de diez años cantando y componiendo. ¿Eso es mucho o poco en el mundo de la música?

-Me parecen muchos porque observo carreras muy cortas a mi alrededor. Me siento afortunada de llevar once años haciendo mi música. Me gustaría vivir una vida entera dedicada a esto y si pienso en carreras como la de Joan Manuel Serrat, que justamente colabora en este último disco, once años es poco. Pero también noto el peso de remar durante tanto tiempo. Me está yendo bien, me siento querida y eso es una bendición, porque no es fácil dedicarse a esto.

-Conozco grandes músicos que no han triunfado y otros, reguleros, que sí lo han hecho. ¿Qué marca la diferencia?

-No sabría decirte. En mi caso creo que yo puedo seguir dedicándome a esto por la transparencia que he tenido siempre dentro y fuera del escenario. He hecho siempre lo que quería hacer, con sinceridad. Eso lo detecta la gente y te da poder. La gente me dice que mi música les acompaña, es fácil de escuchar, la ponen en bodas, en partos, hasta en funerales...

-Usted ha hecho música incidental para teatro, incluso ha ganado un Premio Max. ¿Cómo afronta esa tarea? ¿Es muy distinta a la de crear canciones para el escenario?

-Mucho. La música para teatro acompaña e ilustra, no necesariamente de forma literal. He trabajado en Canto jo i la muntanya balla y Tirant lo Blanc, con Joan Arqué, y lo que hacía era imaginar la obra en mi cabeza a partir de conversaciones con el director. Pero luego surgían nuevas necesidades en los ensayos, por lo que es un proceso vivo que te exige estar muy inspirada, abierta y rápida. Por suerte, en ambas ocasiones tenía buena cobertura, y me llegaban las melodías, las ideas y los ritmos necesarios. Componer canciones para ser cantadas por mí sigue siendo lo que más me fascina, pero fueron dos procesos muy enrecedores y me gustó vivir esa ligereza en la música. Porque cantar tus canciones sobre el escenario siempre es una removida emocional importante.