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Julio Molina, presidente de la CEAV: Julio Molina, presidente de la CEAV:
Julio Molina el pasado fin de semana en Teruel. Bykofoto/Antonio García

Julio Molina, presidente de la CEAV: "No renunciamos a las calles, pero si protestamos es porque también tenemos propuestas"

"Es importante que dentro del movimiento vecinal compartimos experiencias para poder ser copiadas"
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El presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV), Julio Molina, que salió elegido en marzo de este año, participó el pasado fin de semana en la asamblea general de la Confederación de Asociaciones Vecinales de Aragón (CAVAragón). Uno de los retos que tiene este movimiento es el reconocimiento a nivel institucional, así como cohesionar a todas las asociaciones y federaciones del Estado.

-¿Qué opina del trabajo que se está haciendo desde CAVAragón?
-Hace tiempo que los sigo por Pepe Polo y los demás compañeros y me parece que están haciendo un buen trabajo porque hay un compromiso importantísimo con la CEAV, y prueba de ello es que hay cuatro miembros en la Ejecutiva estatal. Y eso no es por que sí, sino que están haciendo un buen trabajo y las relaciones son estupendas.

-Pudo conocer el trabajo que se desarrolla en Teruel con programas como los presupuestos participativos o el programa Acompañando-Te, ¿qué le parecen este tipo de iniciativas pioneras que se desarrollan además desde una ciudad que es muy pequeña?
-Sabía de antes de estos proyectos porque tenemos un contacto directo y una de las cosas buenas que tiene Teruel es que va informando de lo que gestiona. Como se creen el tema y se comprometen, los hacen suyos. Son proyectos geniales y además en territorios como Teruel, con las dificultades que puede haber para tirar adelante con proyectos como estos, y sobre todo que los compartan. Quizás lo más importante que tenemos en este movimiento vecinal estatal es que compartimos las experiencias para que puedan ser copiadas en otros sitios. Hay que felicitarles por el buen trabajo que están haciendo en Teruel.

-Salió elegido presidente de CEAV en marzo, ¿cuáles son los retos que se ha marcado al frente de la confederación estatal?
-Lo más importante es cohesionar el movimiento vecinal en el Estado. Un objetivo fundamental que tenemos es el reconocimiento por parte de las instituciones. En este país mientras los partidos políticos no estaban legalizados y los sindicatos tampoco, ni había organizaciones de consumidores, había alguien en las calles que estaba reclamando democracia y libertad, que eran las asociaciones vecinales. En la Constitución se reconoció a todos menos a las asociaciones vecinales, y en esa línea estamos trabajando en un proyecto, una Proposición No de Ley del Parlamento de España de reconocimiento a la labor que hicieron las asociaciones vecinales. Ya hemos tenido reuniones con grupos parlamentarios e incluso pedimos que se haga una ley específica con ese tema.

-¿Tendría que estar recogido esto en una ley?
-Nosotros entendemos que sí. Somos muy diversos, muy plurales. Después de Cáritas, a nivel de España, no hay una organización tan grande territorialmente hablando como la nuestra. Y la labor de esta confederación debe ser cohesionar y llegar a todas. Estamos más de 3.000 asociaciones vecinales y más de 100 federaciones.

Cuestiones a trabajar

-¿En qué otras cuestiones van a trabajar?
-Tenemos una que la llamamos la Propuesta Dálmata porque son 101 propuestas sobre diferentes temas como la cohesión social, la crisis y otros temas que hemos ido elaborando desde hace tiempo. Son nuestros ejes básicos y, además, tenemos que trabajar en alianzas con la gente que estamos en la misma línea de trabajo para que los barrios y las ciudades sean mejor en temas muy importantes como la movilidad o la vivienda, que son aspectos fundamentales para nosotros.

-¿Qué importancia tiene que tener la cohesión social?
-La cohesión social y territorial es importantísima y por eso está en nuestras prioridades. No podemos ser unos más ni menos que otros. Hay que ver el problema hay con la España vaciada. Está clarísimo que nosotros somos ciudadanos todos, y por eso hay que cohesionar.

-¿Hacia dónde avanza el movimiento vecinal?
-Nosotros hemos aprendido una lección porque hay que evolucionar. Hace unos años se propuso que teníamos que pasar de la protesta a la propuesta. No vamos a renunciar a las calles, pero si protestamos es porque pedimos algo mejor y somos capaces de proponer y dialogar.

-Los vecinos son muy participativos en la barra del bar, porque es donde se comenta todo, pero luego a la hora de la verdad falta esa implicación real en el movimiento asociativo. ¿Cómo resolver esto para que haya más trabajo voluntario?
-No es nada fácil, a día de hoy con la situación que tenemos es muy difícil que la gente pueda tener tiempo para poder participar con su trabajo y su familia. Es uno de los problemas serios que tenemos porque los movimientos vecinales son voluntarios, y cómo vas a dedicar una parte de tu tiempo si puedes generar unos recursos trabajando en otro sitio para que tu vida y familia salga adelante. En cualquier caso estamos haciendo cosas, y en la asamblea de CAVAragón salió una iniciativa interesante y era que se podía hablar con las universidades para generar una serie de créditos a los jóvenes que estudian para que puedan participar en las asociaciones vecinales.