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Katia Hueso, fundadora del grupo Santamontes: “La naturaleza aporta al niño beneficios cognitivos, emocionales y sociales” Katia Hueso, fundadora del grupo Santamontes: “La naturaleza aporta al niño beneficios cognitivos, emocionales y sociales”
Katia Hueso habló en Teruel de Educación Infantil en la Naturaleza

Katia Hueso, fundadora del grupo Santamontes: “La naturaleza aporta al niño beneficios cognitivos, emocionales y sociales”

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Katia Hueso, fundadora del Grupo Santamontes, proyecto educativo pionero en España, impartió una charla en el Campus de Teruel sobre Educación Infantil en la Naturaleza que estaba dirigida especialmente al alumnado de Magisterio, organizada por el profesorado del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales, pertenecientes al Grupo Beagle del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón.

- ¿Cuáles son las claves de este modelo y dónde se aplica en España?

- La Educación Infantil en la Naturaleza es algo que se está aplicando desde hace ya muchos años en el resto de Europa y vino a España hace ocho años aproximadamente. Consiste, básicamente, en que los niños puedan permanecer de forma habitual y prolongada en la naturaleza, es decir, no se trata de visitas al campo o excursiones si no de estar en la naturaleza. Con eso establecen un contacto muy profundo, muy duradero y muy intimo con lo que en realidad es su esencia porque al final todos somos naturaleza.  

- ¿En cuántos sitios se está haciendo en España?

- En España habrá unos 25 proyectos que están haciendo este tipo de trabajo lo que pasa es que son muy diversos en cuanto a su ejecución. Hay una media de unos 15 o 20 niños por proyecto por lo que habrá unos 300 niños que se están beneficiando.

- ¿Qué les aporta a los niños este modelo? 

- No es solo lo evidente de moverte al aire libre, de tener más forma física y menos vulnerabilidad a las enfermedades, sino también beneficios cognitivos, emocionales y sociales. La naturaleza nos aporta mucho en planos más profundos de lo que aparenta a primera vista porque genera una serie de conexiones cerebrales, porque genera una forma de estar, una forma más respetuosa de interactuar entre las personas.

- ¿Cómo se gestiona esto a lo largo de todo el curso, por ejemplo, cuando llega el frío?

- Este modelo viene precisamente de los países escandinavos y de Centro Europa. Simplemente, abrigarse. Hay que ser prácticos respecto al tipo de ropa que se lleva. No se trata solo de forrarse sino de hacerlo con inteligencia, a base de capas de ropa funcional que les permita moverse, eso existe en el mercado y se está haciendo desde hace mucho tiempo en estos países, o sea, que se puede .

- ¿Los chicos están más motivados con el aprendizaje?

- Sí. El juego en la naturaleza se suele basar mucho en el juego espontáneo, en el juego libre de los niños que eligen a qué jugar y cómo jugar, por lo tanto la motivación es máxima porque son ellos los que deciden qué hacen cómo lo hacen.

- ¿Cuáles tienen que ser las características de los espacios para estos proyectos?

- En principio, cualquier sitio al aire libre valdría, lo que pasa que es cierto que tiene que ofrecer algo a los niños: materiales, espacios más o menos seguros. No podemos garantizar una seguridad al cien por cien pero sí que tiene que haber un cierto grado de confort y de seguridad, que los niños puedan jugar tranquilos, no tener un acantilado a lado o no tener elementos de mucho riesgo. 

- ¿Cómo son los centros españoles de Educación Infantil en la Naturaleza, dónde están?

- Son centros privados, hay uno que está homologado y el resto no. Ese es el gran reto que tenemos por delante. Cumple con los requisitos de la Educación Infantil, es decir, no debería haber problema para homologarlos, se trata simplemente de abrir un poco la mirada. Hay ejemplos en la montaña en la Sierra de Madrid, también los hay cerca de la playa.

- ¿Qué falta para esa homologación?

- Nos falta hablar con los políticos, acercarnos a ellos y que se entable un diálogo y ellos, a su vez, tener una actitud de escucha y ganas de abrirse a otras opciones.

- ¿Qué les llama la atención a las familias para apostar por este sistema?

- Por lo general son familias muy concienciadas con la educación de sus hijos, familias que ya de por sí les gusta el aire libre y entienden ese beneficio físico y mental porque lo viven en primera persona. 

- ¿Cómo se debe formar el docente para este tipo de prácticas?

- Además del conocimiento que debe tener cualquier persona que esté con niños en esta etapa que necesita conocer cuáles son las necesidades y las etapas de desarrollo que tienen, tiene que tener también ganas de estar al aire libre porque no es lo mismo ir de excursión un día que estar todos los días ahí fuera. También, una cierta forma física porque hay que cargar con algo de material y hay que aguantar porque a veces el tiempo no es tan agradable y hay que poner buena cara. 

- ¿Cómo animaría a los futuros docentes a apostar por este modelo?

- Este modelo es para emprendedores, en estos momentos. Necesitan a gente que tenga ganas de emprender y la fuerza para sacar un proyecto con el escepticismo de su entorno. Pero la gente joven se caracteriza por eso, esa pequeña rebeldía y ganas de hacer cosas. Si tienen eso, pueden sacar adelante un proyecto. Lo primero es animar a la gente en general, a los maestros y a las familias a conocer esta forma de educar y a que se incorporen a este movimiento.