

Luis Utrillas, miembro de la organización de la concentración de tractores de Celadas: “Los tractores antiguos ahora en Celadas están mimados, tras años olvidados en los pajares”
“En este pueblo las parcelas son de secano, por eso los vehículos pequeños enseguida quedaron obsoletos”Luis Utrillas es el organizador de la Concentración de Tractores Antiguos de Celadas, un evento que va ya por su tercera edición y que, con carácter anual, constituye un homenaje al campo turolense. La exhibición de maquinaria del pasado se combina con eventos lúdicos de diversa índole, de forma que la cita se ha convertido en un referente para todas aquellas personas vinculadas a la agricultura o que quieren aprender más del sector.
¿Cómo surgió la idea?
-A mi padre, Joaquín, que falleció el año pasado, le gustaban mucho los tractores viejos, teníamos uno y lo restauramos. Había más gente que tenía guardados y de ahí surgió la idea de sacarlos. Algunos los restauraron, otros compraron, y otros simplemente sacaron los suyos viejos. Fue un homenaje a las personas mayores y al campo, al mundo agrícola.
¿Cuántos tractores salieron ese primer año?
-Estamos siempre en torno a los 40 tractores.
-Empezaron con fuerza entonces.
-Sí, había interés por el tema y mucha gente se animó ya ese primer año.
-¿Cómo ha repercutido la celebración de esta feria en la actividad del resto del año?
Tenga en cuenta que todo lo que había estaba prácticamente abandonado. A raíz de esto, la gente ha empezado a ponerlos en funcionamiento, a restaurarlos, y hay ilusión por que llegue el fin de semana para sacarlos. Hacemos una procesión con los tractores, el pueblo se moviliza. De no hacerles caso, ahora están mimados, se rescatan de los pajares y de las naves tras 30 años parados.
¿Es normal que haya tantos tractores guardados en desuso en Celadas?
-En los pueblos de vega esos tractores que aquí dejamos de usar pronto, se siguieron utilizando porque eran más pequeños que servían para huertos o campos pequeños. Celadas es un pueblo de secano, con parcelas bastante grandes, así que en cuanto llegó la industrialización con el tractor, rápidamente pasamos a tractores mucho más grandes. El pequeño quedaba obsoleto, y había que comprar uno más grande. El tractor pequeño se vendía o se guardaba, pero apenas te daban dinero por ellos, de ahí viene que haya tantos guardados.
¿Entre los tractores que ahora se exponen, cuáles destacaría? ¿Hay alguno de los primeros que llegaron a Celadas?
Sí. Hay un tractor Fordson, que creo recordar tiene matrícula 192 o 194. Eso significa que es el tractor número 192 de la provincia. Estaremos hablando de que es un vehículo de los años 50, entre 1954 y 1956, antes del 60. También hay otro con matrícula 365 -me acuerdo porque son los días del año- que creo que es del 58. Y de ahí en adelante, del 60, 62, 65… hasta el 70, ya hubo muchos más. Después empezaron a venir los tractores grandes, y estos más pequeños quedaron en desuso.
-Restauran estos tractores con sus propias manos, pero eso requiere ciertos conocimientos. ¿Cómo se apañan?
-Esta mecánica es fácil. Como bien dice la palabra, es mecánica. Hoy en día todo es electrónica, pero aquellos no. Si llega gasolina al pistón, tiene que hacer la explosión. Es un motor: admisión, compresión, explosión y escape. Y ya está. Está compaginada la bomba inyectora con los pistones. No es difícil, pero sí hay que tener algo de idea y pasión.
-¿Y los restauran para que trabajen o solo para exhibirlos?
-Bueno, hay algunos que aún siguen trabajando para faenas pequeñas. Y funcionan perfectamente. Si el tractor está bien conservado, puede durar 100 años tranquilamente.
-¿Cuánta gente acudió este año a la feria?
-Este año calculé que vendrían 1.500 personas y me he quedado corto.
-¿Cuál es el perfil de visitante?
-Viene mucha gente en familia, parejas a pasar el día desde Teruel, Castellón, Valencia, Alicante y Zaragoza.
-¿Hacia dónde cree usted que debe ir la feria?
Ahora los tractores ya son un poco la excusa. No sé si en el futuro vendrá mucha gente con su tractor, pero debe ir orientada a hacer actividades para que todo el mundo que venga esté a gusto.
-Este año ya ha habido un gran número de actividades. ¿Han tenido buena acogida?
-Sí, claro, de ahí el éxito. El sábado el pueblo estuvo lleno desde las 10 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. Organizamos cosas para que, si a alguien no le gustan los tractores, tenga otras opciones para divertirse.
¿Ya han empezado a preparar la del año que viene?
-Las ideas ya empiezan a venir. Queremos mantener la relación con el mundo rural, pero tiene que ser una feria para disfrutar.