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Manuel Marlasca, jefe de investigación de La Sexta: “Es terrible que todos sepamos quién es Igor el Ruso y se haya difuminado a las víctimas” Manuel Marlasca, jefe de investigación de La Sexta: “Es terrible que todos sepamos quién es Igor el Ruso y se haya difuminado a las víctimas”
Marlasca, la semana pasada en Calamocha. Cristina Jiménez

Manuel Marlasca, jefe de investigación de La Sexta: “Es terrible que todos sepamos quién es Igor el Ruso y se haya difuminado a las víctimas”

“La información de sucesos muestra situaciones con las que es fácil empatizar”, dice en una charla en Calamocha
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El periodista Manuel Marlasca visitó Calamocha en el marco del Festival Aragón Negro. Jefe de investigación de La Sexta, presenta y dirige en esa cadena nacional el programa Expediente Marlasca: Historias de malos y colabora de forma habitual en otros espacios mediáticos de actualidad. Durante su estancia en el Jiloca, presentó su libro Cazaré al monstruo por ti (Alrevés, 2019).

-¿Qué tiene la información de sucesos para llamar tanto la atención del público?

-Muestra situaciones con las que es muy fácil empatizar. Difícilmente uno puede ponerse en la piel de un señor del Congreso o del Senado, o de un jugador de Primera División, pero sí es fácil hacerlo con una persona que ha perdido a un hijo o a su pareja en circunstancias terribles, o que tiene un familiar que ha desaparecido. En sucesos hablamos de casos que podrían pasarle a cualquiera. Recuerda a menudo lo frágiles que somos las personas. Y, por otro lado, el mal siempre ha despertado una gran atracción que no termino de comprender, pero es irresistible para muchos.

-¿Por qué decidió enfocar su carrera periodística en el campo de los sucesos?

-Fue pura casualidad. En 1986 estaba haciendo prácticas en  Ya y trabajaba en la sección de Cultura y espectáculos. Al tiempo, quedó una vacante en sucesos y el director, Ramón Pi, me ofreció quedarme en el periódico para dedicarme a este tema. Desde entonces, han pasado 32 años y ya no entiendo mi carrera fuera de esta especialidad. De hecho, a los periodistas más jóvenes siempre les digo que uno debería pasar en algún momento por esta sección.

-En marzo del año pasado publicó Cazaré al monstruo por ti, un libro en el que habla de la Operación Candy.

-En Madrid, durante aquellos meses de 2014, se vivió una auténtica psicosis: en una ciudad de unos cinco millones de habitantes, un individuo se llevaba a plena luz del día y en la calle a niñas sin ninguna violencia e incluso delante de la Policía porque, una vez establecido el dispositivo para capturarlo, él seguía haciéndolo. Las trasladaba a algún lugar, abusaba de ellas, luego las bañaba para quitar todo resto biológico y, después, las devolvía. Y sus agresiones cada vez eran más violentas. Yo cubrí el día a día de la operación, la detención de Antonio Ortiz –el culpable-, el juicio… Y sabía que había muchas cosas que se habían quedado sin contar. A los policías que llevaron la operación no les gustaba la prensa pero pensaba que poner el foco sobre los agentes que detuvieron al pederasta de Ciudad Lineal era interesante y, por eso, me empeñé. Tenía mucho material por mi trabajo pero necesitaba hablar con ellos y comprobar lo que sospechaba: que más que una operación, fue un compromiso de los policías con las víctimas.

-En el periodismo de sucesos hay una fina línea que separa la labor periodística del sensacionalismo. ¿Cuesta mantenerse en el lado correcto?

-Es fácil caer en el sensacionalismo si no tienes ganas de trabajar o si buscas llenar espacio con lo que yo llamo “la espectacularización de la información”. Mi norma es que nosotros solo hacemos información, y mientras uno lo tenga claro, no va a caer en el sensacionalismo porque lo que haces es contar lo que ocurre, que es el periodismo en esencia. Nuestro papel es tamizar, filtrar y contextualizar los hechos, y lo que nosotros digamos puede oírlo o leerlo una víctima. Los periodistas tenemos que ser exigentes.

-El martes pasado se juzgó en Teruel a Igor el Ruso.

-He notado cierta fascinación por este tipo, cuya única habilidad ha sido saber asesinar sin ninguna piedad. Vi el juicio del martes, con él sabedor de que era el protagonista. Eso me horroriza, del mismo modo que me horroriza que alguien pueda sentir atracción por él. Es narcisista, vanidoso y egocéntrico, que se cree una estrella por la importancia de lo que hizo.

-El triple crimen de Andorra conmocionó a la provincia y el medio rural cuestionó el operativo de seguridad porque muchos creen que si el tiroteo de Albalate hubiera ocurrido en una gran ciudad, habrían detenido a Feher mucho antes.

-España es uno de los países más seguros de Occidente pero ese crimen puso de manifiesto algunos agujeros que tiene nuestro sistema. Si Feher hubiera estado en la Costa del Sol o en una gran ciudad, probablemente no hubiera ocurrido lo que pasó, pero no es fácil dar una cobertura de seguridad al 100%. A mí lo que me resulta terrible es que todos sepamos quién es Norbert Feher y, en cambio, a nivel nacional, se haya difuminado el nombre de las víctimas del aquel crimen.

-Por el triple crimen de Andorra, Feher será juzgado por un tribunal de jurado. ¿Le parece un sistema fiable?

-Es el que tenemos y tenemos que fiarnos de él. Soy un firme defensor del sistema judicial y de la Justicia, y creo que se critica y se demoniza con demasiada alegría, cuando ha funcionado perfectamente y a todos los niveles. Feher fue detenido, está siendo juzgado y, presumiblemente, será condenado, y Urdangarín está en la cárcel. Es un ejemplo de la amplia escala que aborda el sistema penal. Y sobre el tribunal de jurado, tendrá sus peros, aunque los jueces profesionales también los tienen. Tenemos que fiarnos y, en este caso, los hechos son muy claros, los ha reconocido y no hay muchos resquicios a los que agarrarse. Mientras la justicia la impartan personas, sean jueces o ciudadanos, y no una máquina, todo será susceptible de interpretación. Lo que sí es importante es que el presidente del tribunal sea una persona didáctica y capaz de aleccionar bien a los jurados, y cuando eso es así, funciona muy bien.

-¿Cree que las fuerzas de seguridad del Estado tienen la popularidad que merecen?

-Creo que tenemos unas fuerzas de seguridad muy buenas. La Policía y la Guardia Civil, sobre todo, en cuanto a investigación y resolución de delitos, tiene unos índices altísimos. España es un país muy seguro. En todas las encuestas del CIS, Policía y Guardia Civil siempre son de las instituciones mejor valoradas. Será por algo.