

Marco Potyomkin, Historiador y cineasta, autor del documental ‘Flores bajo el hielo’: “Durante generaciones no se ha informado en la etapa educativa del pasado más reciente”
“La razón germinal de mi película es la ausencia de la dictadura, la represión y la guerra en la enseñanza”El cineasta Marco Potyomkin ha participado esta semana en las XIX Jornadas sobre Memoria Histórica organizadas por la Asociación Pozos de Caudé, en las que proyectó el documental Flores bajo el hielo. La película da voz a las mujeres víctimas de la represión y reconoce su papel en la lucha por la democracia. El realizador, que es historiador de carrera, considera que hay que acabar con el silencio impuesto en la Transición.
-¿Por qué realiza una película como Flores bajo el hielo?
-Soy historiador de Historia Contemporánea y la gran razón germinal de esta película es la ausencia de la información sobre estos hechos, sobre la dictadura, la represión y la guerra en la etapa educativa. Esto es terrible. Yo cuando estudié la carrera de Historia en los años 90 no vi ni un minuto sobre este tema. Siempre nos quedamos en el siglo XIX. Eso no es gratis. Hay un plan que viene desde la Transición de un pacto por el olvido, y está también en el sistema educativo.
-¿Considera que ese pacto de silencio pervive hoy en la enseñanza?
-Tengo una hija de 16 años y le ha ocurrido lo mismo. Eso es gravísimo. Durante generaciones, a millones de jóvenes de este país no les han informado en la etapa educativa de su pasado más reciente, que es el que les construye como persona. Es decir, si tú no entiendes de dónde viene todo, y evidentemente viene del siglo XX, no pueden entender nada ni ser personas críticas. ¿Cuánta gente quiere traer la dictadura al presente como un sistema que era benéfico para la población? Cuando tú no informas, dejas un caldo de cultivo perfecto para que la gente que apela a los sentimientos más primarios cope todo. Si tú no das un relato, los demás hacen un relato y se te llevan a la gente.
-Pero la historia está ahí, la que hacen los profesionales, es incuestionable si se leen estos trabajos.
-El trabajo de los historiadores lo han hecho, y lo han hecho muy bien. Los historiadores han llegado a consensos históricos claros sobre el siglo XX. YâÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂestá muy bien definido, pero, por desgracia, eso se ha quedado en círculos muy pequeños en la Universidad. Yo soy consciente de que lo que me pasó a mí ahora no pasa, y que la gente que estudia Historia Contemporánea por supuesto que accede a esa información. Y a nivel de planes de estudio para institutos está contemplado que con ciertas edades se toque este tema, pero muchas veces no se toca. YâÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂvuelvo a repetir, mi hija con 16 años tenía que haberlo visto dos veces y no lo ha visto.
-¿Cómo se puede divulgar la historia para que se conozca y llegue a la gente?
-No es fácil y una película lo que hace no es divulgarlo, sino distribuirla. Yo toqué la puerta de casi 50 distribuidoras y todas me dijeron que no.
-¿Con qué argumento?
-Es larga, es una película que habla de mujeres y solo dibujada que habla del siglo XX y de la guerra, y además me dijeron que no iba a hacer dinero, que eran empresas y que no iba a hacer dinero. Nosotros hemos tenido que distribuir la película y llevarla a festivales. Hemos estrenado ya en diez festivales en Latinoamérica y después conseguimos estrenar aquí.
-¿Qué acogida ha tenido fuera en países latinoamericanos que han sufrido dictaduras y represión?
-Hay muchos paralelismos, como los desaparecidos, y lo que ocurrió en la guerra y la posguerra aquí. YâÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂse entiende muy bien la violencia, porque la violencia que sufren los desfavorecidos o los olvidados siempre es igual en todas partes. Por supuesto en Argentina y Chile son historias casi paralelas. La semana pasada estrenamos en Londres. Una profesora de instituto se interesó y contactó con nosotros porque dan una asignatura de historia comparada de las dictaduras chilena, argentina y española, para alumnos de 16 años. Eso debería hacerse en este país y no se hace.
-¿Hay más interés fuera que dentro de España por conocer nuestra historia?
-De toda la vida, y recuerdo cuando estudiaba, que se hablaba de los hispanistas, expertos que tienen que venir de fuera a estudiar nuestro pasado en distintos ámbitos, como el arte también, cuando se han dejado de lado muchas cosas porque ha habido desinterés.
-¿Cree que se romperá alguna vez ese silencio?
-Yo tengo un sentimiento como muy encontrado, porque por un lado el trabajo que hace gente como las asociaciones de memoria es ingente. Este es un país que tiene millones de víctimas del siglo XX y no se ha juzgado a ningún victimario por estos hechos. Es decir, a la gente que dio el golpe de Estado, a la gente que torturó, la gente que mató gente, les ha salido gratis. Eso me hace tener un sentimiento de escepticismo, pero por otro lado yo sé que hay gente que lleva más de 80 años luchando, y 50 años de democracia intentando contar la verdad de los hechos para que el negacionismo no triunfe y se conozca la historia, y que haya justicia porque si no hay verdad no puede haber justicia, y no se ha juzgado a nadie. YâÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂÂpor último, reparación a las víctimas. Cuando hay exhumaciones y se entregan los restos se repara de alguna manera, aunque pienso que este país debería haber hecho un acto de Estado y que se pidiera perdón a toda la sociedad por lo que ocurrió.