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Mari Carmen Fuertes, bibliotecaria de Monreal: “Los clubes de lectura nos hacen más tolerantes y respetuosos” Mari Carmen Fuertes, bibliotecaria de Monreal: “Los clubes de lectura nos hacen más tolerantes y respetuosos”
Mari Carmen Fuertes, bibliotecaria de Monreal del Campo

Mari Carmen Fuertes, bibliotecaria de Monreal: “Los clubes de lectura nos hacen más tolerantes y respetuosos”

El centro que gestiona firmó el préstamo 3.000 de los grupos de lectores de Teruel
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El Servicio de Archivos y Bibliotecas de la Diputación de Teruel celebró el préstamo 3.000 realizado a los clubes de lectura de la provincia. Una cifra alcanzada con el materializado a la biblioteca de Monreal del Campo, que solicitó el libro La huella de una carta de la escritora castellonense Rosario Raro.

La biblioteca de Monreal del Campo es un perfecto ejemplo de la gran labor que se desarrolla en los diferentes centros existentes en todo el territorio de la provincia y es una de las más dinámicas en lo que a los clubes de lectura se refiere. Actualmente cuentan con dos grupos de veinte personas y para entender el buen funcionamiento y arraigo de esta actividad en la localidad es imprescindible destacar la labor de la bibliotecaria del municipio, Mari Carmen Fuertes. Su entusiasmo y amor por la lectura le impulsaron a crear el primer club y ha sido su trabajo constante y las numerosas actividades complementarias organizadas las que han convertido a esta actividad en una de las de referencia dentro de la programación de la biblioteca.

- ¿Cómo se creó el club de lectura de Monreal del Campo?

- En el año 2006 la Diputación Provincial de Teruel realizó un encuentro con el experto en clubes de lectura Jesús Arana para intentar potenciar el funcionamiento de éstos en nuestra provincia. A nosotros nos pareció una idea interesante y la pusimos en marcha, al principio con miedo y con muchas reservas, pero enseguida vimos que la gente respondía y participaba cada vez más.

Al cabo de dos años tuvimos que desdoblar el club ya que eran muchas las personas interesadas en participar y era muy complicado gestionar uno de mucha gente. En la actualidad tenemos dos grupos con 20 personas cada uno.

- ¿Qué recuerda de la primera sesión?

- Tendemos a hacer que los recuerdos negativos desaparezcan y que se vayan quedando solamente las buenas sensaciones. En este caso no es así. Creo que cometí todos los errores en los que se puede incurrir cuando intentas dirigir una tertulia. Ahora lo recuerdo entre risas (sigo cometiendo errores) pero, afortunadamente, los participantes no me los tienen todos en cuenta.

- ¿Qué valoración hace doce años después?

- A lo largo de estos años han ido pasando mucha gente por ellos, de hecho la mayoría siguen participando aunque otros lo han tenido que dejar por diversos motivos. La valoración es positiva ya que contamos con grupos consolidados, abiertos a la entrada de nuevas personas e ideas, y porque son un espacio en el que podemos compartir una afición común, la lectura, a través de una iniciativa en la que las relaciones humanas son muy importantes en el que encontramos gente afín con la que acabamos compartiendo libros y amistad.

- ¿Qué tipo de lectores participan en los clubes?

- La mayoría son lectoras, nos movemos en un universo femenino en el que participan pocos hombres. En Monreal del Campo tenemos la suerte de contar con cinco lectores masculinos que enriquecen los clubes de lectura porque nos ofrecen también su punto de vista.

Los lectores de los grupos están entre los 40 y 70 años aproximadamente, de profesiones variadas y diferentes formas de pensar, aunque con el nexo de unión del placer por la lectura compartida. Para muchos, el club de lectura es una forma de “obligarse” a leer un libro al mes, mientras que otros, sin embargo, son devoradores de lecturas y la propuesta del club es una más que comparten con el resto.

- ¿Ha habido cambios en el desarrollo de las sesiones y en los participantes?

- Cada grupo funciona de manera diferente porque sus participantes son distintos. Las sesiones dependen de los libros que leemos porque, dependiendo de la obra seleccionada, intentamos también hacer alguna actividad paralela como puede ser, por ejemplo, el visionado de una película.

El principal cambio viene radicado en los participantes de los clubes. Éstos han ido variando, aunque la mayoría permanecen. Hay personas que dejan el club temporalmente y luego vuelven. Otros no. pero a todo el mundo se le da la bienvenida y se la despide con una sonrisa (o eso intentamos).

- Personalmente, ¿qué ha supuesto para usted como bibliotecaria y coordinadora, esta experiencia?

- Creo que los clubes de lectura nos hace a los que participamos más tolerantes y respetuosos con el resto. Aquí no hay verdades absolutas y ya nadie habla de “este libro es malo”, sino de “me ha gustado o no me ha gustado este libro por...”. De todas las lecturas podemos aprender, de todas podemos sacar algo positivo o un tema de conversación.

Como bibliotecaria coordinadora de los clubes esta actividad supone un esfuerzo. Son lecturas obligatorias que has de leer con atención y, cuando va llegando el mes de mayo o junio y estamos a punto de terminar la temporada, yo también necesito un descanso y leer lo que quiero y me apetece, dejando de lado esa obligatoriedad, que es la parte negativa.

Un club de lectura es una experiencia altamente recomendable para llevarse a cabo en la biblioteca o en otro ámbito. Ayudan a crear lazos con los lectores, a descubrir autores y libros que están fuera de los círculos comerciales, a profundizar en las lecturas y en los temas que se tratan, a entender visiones diferentes de las personas...

 - ¿Qué destacaría del Servicio de Préstamo a clubes de lectura de la Diputación de Teruel?

- Como elemento absolutamente destacable pondría en valor el alto número de préstamos de lotes de la Diputación. Llegar al número 3.000, teniendo en cuenta que la mayoría de los clubes también leemos fuera de esos préstamos es un logro. Difícilmente encontraremos un programa y un presupuesto tan bien aprovechado como el de ese programa ya que si tenemos en cuenta que los clubes tienen una media de diez personas, solo hay que hacer la cuenta para calcular el número de lecturas en estos años.

Otro aspecto a poner en valor son los encuentros con los autores, que los lectores agradecen enormemente. Por ello todo presupuesto invertido en este campo se ve recompensado con creces.