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Martín Labay, fabricante de mermeladas en Albarracín: “La Vega de Argalla sostenía una economía importante en la Sierra basada en la fruta” Martín Labay, fabricante de mermeladas en Albarracín: “La Vega de Argalla sostenía una economía importante en la Sierra basada en la fruta”
Martín Labay con algunos de los envases de sus mermeladas, que se fabrican en su obrador de Albarracín

Martín Labay, fabricante de mermeladas en Albarracín: “La Vega de Argalla sostenía una economía importante en la Sierra basada en la fruta”

“Ahora en Tramacastilla solo quedan los frutales que se dejaron sin arrancar para separar los campos de cultivo”
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Cruz Aguilar

Martín Labay se formó en la Escuela de Hostelería de Teruel y después se desplazó a Zaragoza para estudiar Publicidad y Relaciones Públicas. Un empleo temporal le hizo recalar en la Sierra de Albarracín y descubrió que era allí donde realmente quería estar. Las historias que en Tramacastilla le contaron sobre la Vega de Argalla le enamoraron y decidió unir sus conocimientos de cocina con los de márquetin para montarse una empresa de mermeladas que ha cumplido cinco años.

- ¿Cómo surge la idea?

 - Es una historia un poco romántica, termino mis estudios en el peor momento de la reciente crisis, no encuentro trabajo de lo mío y de casualidad me sale un trabajo en el Instituto Aragonés de Estadística (INE) para hacer el censo de población del año 2012 de Teruel, me toca la Sierra de Albarracín y me quedo a vivir en Tramacastilla, donde tenemos una casa. El contrato era de seis meses, pero descubro el mundo rural y decido quedarme. En ese tiempo me cuentan historias de la Vega de Argalla, que sostenía una economía importante basada en la fruticultura, era una vega muy grande, con mucho árbol frutal, pegada a las aguas cristalinas del Guadalaviar. Venían jornaleros para recoger la fruta y se la llevaban en camiones a los grandes mercados por su calidad. El pueblo se fue vaciando por el éxodo rural, había poca gente para trabajar esos árboles y acabaron arrancándolos. Ahora queda un 2% de los frutales que había, solo están para separar un campo de otro. Esa historia me cautiva, me enamoro de esa historia y me lanzo a montar una empresa de mermeladas.

- Pero las mermeladas no se hacen con fruta de la sierra, ¿no es así?

- Alguna sí, como la de manzana reineta, que intento que sea de aquí, de agricultores locales, pero toda no, es un porcentaje muy pequeño. De la sierra lo que queda es el espíritu que me empujó. Sí compré una parcela de árboles frutales, tendré unos 70, pero es una producción testimonial, no puedo decir que de mi huerto sale mi mermelada. 

- ¿Qué frutales tiene?

- Es un campo antiguo, de los que quedaron supervivientes de esa época, tengo lo que más manzana reineta, que es la fruta estrella de la sierra, también pera, ciruela, membrillo y alguna manzana roja pequeña.

- Pero también hace mermelada con frutas exóticas.

- Sí, en este sector te tienes que reinventar y el abanico de posibilidades es infinito. La más exótica es la de piña y coco, el resto son frutas cotidianas, aunque de mucha calidad.

- ¿Cuál es es su mercado?

- Empiezo por la zona más próxima a mí y gracias al cambio de imagen, que he hecho este año, he llegado a otros mercados.  

- ¿En qué ha consistido ese cambio de imagen?

- He optado por un packaging muy especial, diferente de otras marcas, un poco arriesgado. Hemos cogido envases típicos del sector de la perfumería y los hemos pasado a las mermeladas. Es algo que los aceites y vinos ya están haciendo. Con este cambio de imagen he salido de mi zona de influencia más inmediata, me ha permitido meterme en Valencia, Barcelona, País Vasco, Madrid… Es una presentación que se presta al regalo y estoy en el sector de los eventos, como bodas, bautizos y comuniones o los eventos corporativos de empresa. 

- ¿Cuáles son los sabores y formatos de más éxito?

- Comercializo un único formato de 220 gramos y acabo de agotar la de fresa y rosas, que es un sabor de temporada. También tienen mucho éxito la de cebolla miel y mostaza, la de naranja y canela y la de piña y coco. Otras se venden un poco menos, pero para mí son muy especiales, como la de manzana reineta, la fruta estrella de la sierra. 

- ¿Quien forma De Argalla?

- El 80% del trabajo lo hago yo, aunque en ciertos momentos sí contrato a alguna persona. 

- ¿Está a gusto con su nueva vida?

- Sí, vivo en Albarracín y no lo cambiaría por nada, descubrí el mundo rural, que lo que me gusta es esto. Estoy muy bien, tengo mi grupo social, mi trabajo, mi pareja, mi perra, disfruto mucho del monte… Lo tengo todo, yo soy una persona tranquila y mi sitio sin duda es este. 

- ¿Está haciendo pruebas con algún sabor más?

- Sí, de cara al año que viene sacaré dos sabores nuevos, intento buscar nuevos sabores, nuevas cosas para que siempre haya novedades. En febrero tendré los dos nuevos sabores en el catálogo.

- ¿Por qué se ha puesto tan de moda montar empresas de mermeladas?

- Es una elaboración sencilla de realizar y no hace falta mucha inversión para arrancar la empresa, en Teruel hay al menos cuatro, un número muy elevado para una provincia como esta.