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Miguel Ángel Buj, escritor: “El humor puede usarse para defenderse, como hizo Cervantes, o para atacar, como Quevedo” Miguel Ángel Buj, escritor: “El humor puede usarse para defenderse, como hizo Cervantes, o para atacar, como Quevedo”
Miguel Ángel Buj presenta en Teruel ‘La detención de los Reyes Magos’

Miguel Ángel Buj, escritor: “El humor puede usarse para defenderse, como hizo Cervantes, o para atacar, como Quevedo”

El turolense afincado en Huesca presenta este miércoles en Senda (19.30 h.) su novela ‘La detención de los Reyes Magos’
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El turolense afincado en Huesca Miguel Ángel Buj presentará esta tarde en Librería Senda (19.30 horas) su tercera novela, La detención de los Reyes Magos. De momento aparca al antihéroe que protagonizó las dos primeras, Ajonio Trepileto, para ligar una novela coral muy divertida sobre los imperceptibles engranajes de mueven, a nuestro pesar, la vida.  

-’La detención de los Reyes Magos’ se ha hecho esperar mucho tras su segunda novela, ‘La sota de bastos jugando al béisbol’...

-Pues nueve años, que se dice pronto. Es que hay tres cosas que me gustan mucho: montar en bicicleta, leer y escribir. Y como las tres a la vez son incompatibles, tengo que elegir dos, y estos últimos años descarté la escritura. Aunque esta llevaba años escrita.

-¿Por qué se publica ahora?

-Porque tenía mucho interés en hacerlo y dedicársela a mis hijos, antes de que fueran mayores.

-Explíquese, por favor.

-El origen de esta novela está en un juego que tengo con ellos. Hace muchos años estábamos en una superficie comercial mirando juguetes, y un niño cerca mío les pedía a sus padres con voz lastimera un juguete, que sonaba algo así como moniponiom. Desde entonces les he dicho que antes o después les compraría uno a mis hijos, que me han preguntado un millón de veces qué demonios es eso. Y ese concepto es la anécdota de la que parte esta novela.

-¿Sabrán al fin sus hijos qué es un 'moniponiom' si leen el libro?

-Me temo que no. Quizá más adelante.

-¿Por qué dejo aparcado a Trepileto y no cerró trilogía?

-Yo escribo para divertirme, y aunque tengo alguna historia en la cabeza para Trepileto, me apetecía varias y preparar esta historia. A mí me gusta escribir dos tipos de novela, la del pícaro en la que el lenguaje es un recurso cómico, y ahí está Ajonio Trepileto, y la novela coral, como esta, en la que no hay un protagonista claro, sino que la historia se construye con las pequeñas interacciones involuntarias e insospechadas de unas personas sobre otras. Me interesa mucho ese fenómeno de que, sin saberlo, nuestro acto más pequeño, puede determinar la vida de otras personas.

-¿Algo así como el Efecto Mariposa?

-Escribir una novela te permite crear ese efecto desde el primer aleteo de la mariposa hasta la tempestad, y el lector puede ser espectador de lujo de cómo se desarrolla todo, a diferencia de quien lo sufre, que no suele enterarse de lo que ocurre.

-¿Por qué la ambienta en la ciudad ficticia de Santa Clara?

-Como escritor me parece mucho más divertido crear que ser testigo, así que inventarte una ciudad me resulta más satisfactoria que recrear una que ya existe. Además te da la ventaja de que no estás sujeto a nada preexistente, aunque tiene la desventaja de que nadie se identifica con ese lugar que has inventado. Si quieres vender libros es mejor ambientarlos en un sitio real.

-Sus tres libros tienen en común el sentido del  humor...

-El humor no puede faltar en la vida, ni siquiera en las situaciones más dramáticas, que es cuando más complicado es sacarlo a relucir. Puede ser un mecanismo de defensa como lo usaba Cervantes o de agresión como Quevedo, pero para mí es fundamental. La vida te va a acabar pasando por encima, así que si te lo tomas demasiado en serio lo vas a pasar mal.

-¿Qué tipo de historias se entrecruzan en su libro?

-La novela comienza un 6 de enero con tres tipos que no se conocen, que van vestidos de Rey Mago y que acaban detenidos. Y el libro aclara cómo se ha llegado a esa situación, cruzándose historias de una despedida de soltera, de la celebración de un 40 cumpleaños, del regalo que unos abuelos quieren hacerle a su nieta, de las infidelidades de un cardiólogo... es un cuento de cómo las pequeñas cosas influyen en otras de forma sorprendente e inesperada, de cómo lo que haga un desconocido en la otra punta de la ciudad puede provocar que yo pierda o no un autobús, conozca o no a una persona, tenga o no un accidente, y mi vida cambie por completo.   

-¿Ese es el mensaje de fondo?

-Yo no tengo muy claro por qué escribo lo que escribo. Pero si La detención de los Reyes Magos tuviera que tener un objetivo, creo que seria mostrar esa vulnerabilidad que sufrimos por el montón de cosas que escapan a nuestro control. Cosas que haces con la mejor voluntad y acabas liando un follón tremendo. Me interesa eso y la actitud que tomas ante esas cosas.

-¿Cuál es la suya? ¿Recomienda pasar lo más discretamente posible por la vida, o tocar todos los pitos que se puedan por si algo bueno queda para alguien?

-El azar te quita cosas y a veces te las regala. Creo que es vital hacer las cosas con buena intención, aunque eso no significa ni muchísimo menos que te vayan a salir bien, o que vayan a causar un beneficio para alguien, pero al menos mantienen tu conciencia tranquila. Pero cuando te ocurre algo hay quien se lo toma visceralmente, o pillándose un buen cabreo, y yo creo que es mejor tomártelo con filosofía, buen humor y asimilando las cosas. Creo que hay que ser honesto con lo que controlas, y no preocuparte por lo que no controlas, que es la mayor parte de las cosas que te afectan.