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Mireia Corachán, escritora: “Si te empeñas en meter mucho dato histórico, acaba lastrando cualquier novela histórica” Mireia Corachán, escritora: “Si te empeñas en meter mucho dato histórico, acaba lastrando cualquier novela histórica”
La periodista y escritora valenciana Mireia Corachán

Mireia Corachán, escritora: “Si te empeñas en meter mucho dato histórico, acaba lastrando cualquier novela histórica”

La valenciana presenta el jueves en el Casino de Teruel su última novela, ‘La mecanógrafa de Virginia Woolf’
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Mireia Corachán (Paterna, 1980) presentará el jueves, 16 de marzo (19.30 horas), su segunda novela, La mecanógrafa de Virginia Woolf (Cuadranta), en un acto que presentará Juan Villalba en el Casino de Teruel. La valenciana propone una aproximación a la fascinante vida de la escritora británica, a través de los ojos de un personaje de ficción y sin perder la perspectiva narrativa propia de la novela.

-¿Por qué echa mano de un personaje de ficción para hablar sobre Virginia Woolf?

-Me interesa mucho Virginia por su obra y por su personalidad, por todo lo que envolvió a su enfermedad metal, en una época, los primeros años del siglo XX, en los que no había tratamientos, su vida tan convulsa, con abusos, y me propuse acercar al lector la vida de esta escritora maldita. Y pensé que sería buena idea hacerlo de forma indirecta, a través Laura.

-¿Quién es Laura?

-Laura Heynes es una joven que por casualidad se introduce en el círculo Bloomsbury de la intelectualidad británica postvictoriana. Allí conoce a Virginia Woolf y le surge la posibilidad de convertirse en su mecanógrafa. A partir de la relación cambia la visión de la vida de Laura, y toma algunas decisiones importantes que no hubiera tomado en otro caso. El libro habla sobre Woolf  pero la protagonista no deja de ser en ningún momento Laura, cuya circustancia conduce la trama.

-Delegar parte de la responsabilidad en un personaje de ficción es una buena herramienta, pero aún así novelar con personajes históricos no es fácil.

-No lo es. Virginia es un personaje más de la novela y como tal lo trato. Y hay otros personajes reales a los que cambio el nombre, porque ficcionaba algunos aspectos de su vida y no me pareció honesto conservarlos. Pero en ellos se reconocerán al economista J. M. Keynes o al periodista Desmond McCarthy, por ejemplo.

-En ese sentido, ¿es una novela para iniciados, para personas familiarizados con la epoca postvictoriana o la trayectoria de Virginia Woolf? ¿O no necesariamente?

-Lo que me está llegando de quienes han leido la novela es que muchos están conociendo a Virginia Woolf con este libro, y que ha despertado su interés por leer su obra. Mi intención desde luego era hacer una novela que pudiera leer todo el mundo.

-¿Qué predomina? Los aspectos narrativos de la novela o los divulgativos del ensayo?

-La novela sin duda. Lo más complejo fue pulir toda la documentación para que primara esa parte de ficción, porque no hay que olvidar que una novela debe entretener. Si te empeñas en meter muchos datos históricos te acaban lastrando la novela, y de hecho es lo que le sucedía a mi primer borrador, que tenía más de ensayo que de novela. Por fortuna tengo lectores cero muy buenos y honestos, me lo advirtieron y pulí el texto para que la información sobre Virginia transpirase pero no fuera lo más importante.

-¿Se siente heredera de algún modo de Virginia Woolf?

-Quiero pensar que sí. De ella me ha interesado siempre su personalidad, su forma de afrontar las cosas. Tuvo periodos muy buenos, que la convirtieron en una escritora muy relevante, pero también se enfrentó a situaciones muy complicadas, o a su propia enfermedad, para lo que tuvo que ser muy valiente y con mucho coraje. Y ya desde mi anterior novela, El molino, defiendo postulados feministas por los que Virginia peleó.

-¿Existe relación entre ‘El molino’ (Loto Azul, 2021) y ‘La mecanógrafa de Virginia Woolf’?

-En principio no. El molino habla sobre una saga familiar en un pueblo de Valencia, Utiel, durante la República Española, aunque es verdad que en esa obra también está presente la enfermedad mental, a través de un personaje femenino que está caracterizado, precisamente, por una herida psíquica.

-Además de escritora, ejerce como periodista en la revista Soul del Grupo Hello Valencia. ¿Cómo se llevan la redacción periodística con la novela?

-Tiene su proceso. Yo empecé escribiendo cuentos breves -Luces de neón  (Avant, 2021). El género tiene un estilo sintético en el que tienes que noquear al lector al primer golpe, y un periodista está capacitado para hacerlo. Pero en la primera novela que publiqué, El molino, me encontré con esos tics del periodista que te llevan a redactar al grano, sintetizar, contar la miga del asunto en el primer párrafo. Y así no se escribe la novela. Así que en La mecanógrafa de Virginia Woolf hice un ejercicio de cambio de estilo consciente, y admito que en ocasiones tenía que parar y recordar que no debía contarlo todo en el menor espacio posible, sino profundizar y recrearme en la narración.