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Nieves García, directora del Servicio de Empleo de la Universidad de Zaragoza que gestiona el Erasmus Rural: “Los alumnos universitarios han descubierto el mundo rural que desconocían” Nieves García, directora del Servicio de Empleo de la Universidad de Zaragoza que gestiona el Erasmus Rural: “Los alumnos universitarios han descubierto el mundo rural que desconocían”
Nieves García, directora de Universa, en la plaza San Juan de Teruel

Nieves García, directora del Servicio de Empleo de la Universidad de Zaragoza que gestiona el Erasmus Rural: “Los alumnos universitarios han descubierto el mundo rural que desconocían”

“Nos hemos encontrado con la falta de alojamientos en los pueblos, un problema que tienen que solucionar”
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Nieves García es la directora de Universa, el servicio de orientación y empleo de la Universidad de Zaragoza encargado de gestionar el programa Erasmus rural mediante el que estudiantes y titulados hacen sus prácticas laborales en el medio rural, y en el que este año por primera vez participa la provincia a través de la Diputación de Teruel.

- ¿Cómo surgió el Erasmus rural y por qué?

- La idea de esta mirada al mundo rural surge en el año 2018 y parte de una iniciativa de la Cátedra de Despoblación y Creatividad de la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza. Se planteó la posibilidad de hacer prácticas en el entorno rural, pero alguien tenía que coger este barco, porque es muy complicado de llevarlo a puerto, ya que exige primero buscar estudiantes y titulados, buscar entidades, hacer el ajuste entre ambos, porque no todo alumno vale para toda entidad, sino que tiene que haber una confluencia de intereses entre ambos, y luego hay que llevarlos al mundo rural, hay que alojarlos, tienen que estar bien y hacer un acompañamiento. No es un programa fácil y había que estar preparado, y decidimos desde la Universidad de Zaragoza a través del Servicio de Orientación y Empleo coger el reto.

- ¿Qué tal ha sido la experiencia hasta ahora?

- Esta es la cuarta edición porque el año pasado a pesar de la pandemia sí que hubo, ya que la Diputación de Zaragoza finalmente en julio sacó el decreto y hubo 100.000 euros para el programa y se ejecutó desde ese mes hasta diciembre con un éxito total porque conseguimos hacer 49 prácticas el año pasado. Fue muy bueno porque los estudiantes no habían podido hacer prácticas hasta entonces por la pandemia, y ellos estaban muy motivados.

- Eso solo se hizo en la provincia de Zaragoza.

- Sí, porque el año pasado la Diputación de Teruel sí había firmado el convenio pero finalmente decidió, para proteger a sus ancianos en los pueblos, no llevarlo a cabo, y este año ha sido el primero que se está llevando a cabo en Teruel. Este año además participa también Huesca, y para nosotros es un éxito porque es el primer año que vertebramos todo el territorio, las tres provincias. Eso nos satisface mucho porque somos la universidad pública aragonesa.

- ¿De la experiencia que se tiene hasta ahora, cuál ha sido el retorno más importante?

- Para nosotros el retorno más importante que ha habido es la concienciación. Hemos descubierto que los alumnos verdaderamente han descubierto el mundo rural, que no conocían, y están muy contentos de la experiencia. Claro, a ellos se les ha abierto una ventana de oportunidad de vida y laboral que desconocían por completo, sobre todo a aquellos que son de Zaragoza capital y que no tienen vinculación con ningún pueblo. Como parte más negativa nos hemos encontrado con la falta de alojamientos en los pueblos, un problema del que deben ser conscientes para solucionarlo si quieren que la gente vaya a vivir a ellos. Nosotros no queremos que los estudiantes viajen, sino que se alojen y vivan en el pueblo donde van a realizar la práctica, para que se empapen de la vida y de la cultura del pueblo.

- ¿Es la vivienda el mayor problema que han encontrado?

- Sí, y creo que el programa ha puesto en evidencia en parte algo que ya se sabía, y muchos alcaldes y alcaldesas están tomando ya decisiones para poder tener  viviendas de alquiler.

- ¿Ha habido que renunciar a algunas prácticas por eso?

- Sí, sí, en algún caso ha habido que renunciar a prácticas porque no es posible alojar. Pero sin embargo, por otro lado, hay ayuntamientos que están haciendo un esfuerzo ímprobo para poder conseguir prácticas en su municipio.

- ¿Está limitado a algunas titulaciones y estudios o abarca todo tipo de especialidades?

- No, precisamente esa es otra de las virtudes del programa, que es transversal a todas las titulaciones de grado y máster, y títulos propios incluso, de la Universidad de Zaragoza. Lo que queremos demostrar es que en el mundo rural caben todas las titulaciones y no es solo de lo agrícola y lo ganadero.

- ¿Cómo recibe la sociedad en los pueblos a estos alumnos en prácticas?

- Creo que es una de las principales virtudes del programa, los reciben con entusiasmo y calidez. Yo creo que los habitantes de los pueblos saben que es savia nueva, es gente joven, son posibilidades de asentar población a futuro. Ahora es solo una labor de concienciación que se está haciendo, pero a futuro puede ser asentamiento y los alumnos por su parte lo que reciben es mucho cariño por parte de los municipios.

- Abarca tanto la empresa privada como la administración pública, ¿verdad?

- Está dirigido a todos en la fase en que estamos, incluidos ayuntamientos que están cogiendo gente, por ejemplo para gestionar la PAC, o para gestionar programas que tienen. También asociaciones y fundaciones, y las comarcas para algún proyecto concreto, y luego empresas, una parte que nos gusta mucho sobre todo en el programa Arraigo porque es lo que daría garantía luego de inserción laboral directa, que es lo que más nos gustaría. Como todos los proyectos tienen que empezar a andar y son vivos, son dinámicos, y además, el programa está adaptado a las tres provincias, de forma que cada una de ellas ha decidido cuál es su foco, qué es lo que quiere hacer.

- ¿Cuál es el caso en la provincia de Teruel?

- Aquí en Teruel se ha decidido que sean municipios de menos de mil habitantes. Esto no pasa en las otras provincias. Eso en el programa Desafío y es una decisión de la DPT porque ellos conocen mejor que nadie su territorio y saben lo que quieren potenciar. Nosotros lo que hacemos es aplicarlo y nos parece bien. Y luego también se decidió que aquí en Teruel las entidades beneficiarias en general fueran de menos de 50 trabajadores. Cada uno va a adaptar el programa a sus necesidades concretas y a lo que demanda su territorio.

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