Raúl Aguilar, psicólogo: “El mindfulness puede mejorar la calidad de vida en la esclerosis múltiple”

La Asociación Turolense de Esclerosis Múltiple (Atuem) acaba de retomar sus ciclos de conferencias sobre la enfermedad. Recientemente y en colaboración con la Fundación CAI, organizó una charla con el psicólogo Raúl Aguilar sobre autocontrol de la fatiga, en la que el especialista ofreció las claves para evitar que el agotamiento tenga repercusiones en la salud.  

- En una patología como la esclerosis múltiple es fundamental el control de la fatiga. ¿Qué debe tener en cuenta el paciente?

- La esclerosis múltiple lo primero de todo es una enfermedad crónica y uno de los síntomas fundamentales que más padecen los pacientes es la fatiga crónica. El 65% de las personas que padecen esclerosis múltiple sufren de fatiga crónica y hay que decir que la fatiga es un síntoma asociado a la enfermedad pero que no es incapacitante. Conociéndose a sí mismo la persona, conociendo su cuerpo, su mente y con otras estrategias que se puede decir de psicología del sentido común se puede sobrellevar de mejor manera. La persona se puede adaptar mejor a la situación de la enfermedad.

- ¿Cuáles serían algunas de estas estrategias que puede utilizar el paciente para ese autocontrol?

- Algunas de esas estrategias de sentido común podrían ser priorizar las tareas, hacer una planificación diaria y semanal por orden de importancia para la persona. También sería conveniente que la persona conozca cómo es su nivel de energía, que sepa en qué momento del día tiene un mejor nivel de energía. Normalmente, por la mañana recién levantadas el nivel de energía de las personas es mayor y puede ser un buen momento para hacer tareas que son más difíciles o que conllevan más esfuerzo. Planificar, priorizar, delegar tareas en otras personas, pedir ayuda en un momento dado a amigos, familia o a compañeros de trabajo, si la persona está trabajando.

- ¿Hay alguna técnica que mejore ese control de la fatiga?

- Hay una estrategia en la cual se está investigando en los últimos años bastante que es la terapia de mindfulness, atención plena, a través de la cual la persona aprende a poner la atención en su respiración y en su propio cuerpo y a partir de ahí se conoce mejor. Si la persona adquiere un compromiso consigo misma, con este tipo de terapia se obtienen una serie de beneficios a medio y largo plazo como son mejor calidad de vida, disminución de las rumiaciones o pensamientos obsesivos, disminución de las preocupaciones,... aumento de la felicidad y de la calma mental por decirlo de alguna manera.

- Normalmente siempre tendemos a planificarnos por encima de nuestras posibilidades ¿Todas estas estrategias se pueden entrenar? 

- Sobre todo conocerse. Pensar cuál es mi nivel hasta donde puedo llegar, conocer las señales del cuerpo. No esperar a estar agotado para tomar un respiro. Incluso planificar los descansos. Si una persona sabe que a partir de media hora de actividad física moderada o intensa empieza a cansarse, ahí puede ser un momento para una pausa. Si una persona sabe que puede caminar dos kilómetros si un día se pasa y hace tres o cuatro a lo mejor al siguiente día no puede dar ni un paso. Hay que dosificar la energía.

- ¿Qué supone el no controlar bien esa fatiga, qué efectos tiene en el paciente?

- Pues que el cuerpo te dice basta. En un momento dado el cuerpo se queda sin energía. Es como las baterías de los móviles, te quedas sin batería por decirlo de alguna manera y no podemos seguir con el ritmo que nos gustaría llevar. Lo primero de todo es conocer el cuerpo cuáles son nuestras limitaciones.

- ¿Cuáles son las señales de alerta que nos pueden hacer pensar que nos estamos pasando?

- Dolor en el cuerpo, que aparezcan tensiones. Hay unos síntomas típicos de la esclerosis múltiple que tiene que ver con la espasticidad, una serie de contracciones involuntarias y cuando aparecen estos síntomas puede ser una señal de que algo no está yendo bien, de que a lo mejor necesitamos un descanso. La fatiga de la persona es algo subjetivo, algo que sentimos que nos está ocurriendo. Cuando uno tiene esa sensación de que el cuerpo se está desfondando, nos estamos quedando sin energía es momento para tomar un respiro. Siempre digo que en las enfermedades crónicas -y en la esclerosis múltiple en particular- tras un diagnóstico tan potente hace falta la aceptación hacia el diagnóstico, decimos que aceptación no es lo mismo que resignación. Resignación es tirar la toalla y aceptación es adaptarse a la nueva situación como algo que forma parte de la persona. Seguir haciendo cosas pero teniendo en cuenta que tienes una características que antes no tenías.