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Susana López del Toro, coleccionista  y artesana de miniaturas: “Los dioramas que construyo son tanto espacios anhelados como recreaciones de lugares reales” Susana López del Toro, coleccionista  y artesana de miniaturas: “Los dioramas que construyo son tanto espacios anhelados como recreaciones de lugares reales”

Susana López del Toro, coleccionista y artesana de miniaturas: “Los dioramas que construyo son tanto espacios anhelados como recreaciones de lugares reales”

“En la muestra del Museo de Arte Sacro de Teruel se recrea en miniatura cómo era la imprenta en el siglo XV”
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Cruz Aguilar

Susana López del Toro es periodista de formación pero desde hace más de una década se dedica profesionalmente a las miniaturas. Cuenta con una de las colecciones más importantes a nivel internacional de miniaturas vinculadas al libro y a la literatura, su Biblioteca de Liliput, con la que realiza exposiciones en diferentes lugares de España donde muestra algunos de los dioramas que ella misma crea.

-¿Desde cuándo colecciona miniaturas?

-Desde niña mis juguetes eran pequeñitos, uno no tiene constancia de cuándo comienza a coleccionar, son preferencias que tienes y vas comprando cosas. Lo que es una colección, una búsqueda intensiva para cubrir lagunas en eso que a ti te interesa ya empiezo en la universidad. Siempre presté atención a lo que tenía que ver con el libro y la literatura, me llamaba la atención que se hiciesen libros tan pequeños que no se podían leer, qué motivaba a un editor o impresor a hacer publicaciones complicadas para leer.

-¿Además de coleccionar crea sus propias miniaturas?

-Sí, por un lado colecciono cosas y por otro creo dioramas, en el mercado del miniaturismo hay muchas casas de muñecas, de ferrocarriles, pero en la temática del libro y la literatura no había nada, no encontraba espacios vinculados a esa temática, eso me llevó a comenzar a crearlos y tengo ciertas habilidades y mucha imaginación.

-Hay un diorama suyo en la exposición Liber Chronicarum:1473 del Museo de Arte Sacro de Teruel. ¿Lo ha construido usted?

-Sí, el taller que recrea al de Gutenberg lo hice yo desde cero ya hace 15 años, intenté recrear el taller tal y como debía ser el original, aunque en una especie de esquema, resumido. Para conseguir los 200 ejemplares de la Biblia de 42 líneas hicieron falta al menos cuatro prensas como la que aparece en el diagrama, manejadas por doce operarios, e hicieron falta unos seis componedores para ir montando las páginas con la tipografía, por lo que el espacio sería mucho más amplio que ese. Él lo que hacía era tallar los tipos parecidos a la letra gótica de los manuscritos, pretendía que las copias de imprenta no se diferenciaran de los manuscritos. Con una aleación de plomo conseguían las matrices, también perfeccionó las tintas xilográficas, con tacos de madera, para que no se emborronaran. Todo eso es lo que se pretendo contar con el diorama.

-¿Es la única pieza suya de la muestra de Teruel?

-También hay un pequeño chibalete antiguo, era de mi padre, que era impresor, es una pieza muy especial por su tamaño y porque es de matrices, los habituales son de tipos, estos son de moldes, no es fácil de encontrar.

-¿Cómo surgió el trabajo para la Diócesis de Teruel?

-Contactaron conmigo porque era una forma muy gráfica de contar cómo se llega a ese libro, era para arropar el entorno en el que nació ese libro. Las imprentas en esa época evolucionaron muy poco, la estética apenas varía, pero mi aportación para esta muestra ha sido pequeña, he llevado sólo un diorama, que en otras ocasiones he llevado muchos más.

-¿De qué se compone su colección?

-Es una de las mejores colecciones del mundo porque es muy específica, vinculada al mundo de los libros y la literatura, tengo unos 6.000 ejemplares de libros en miniatura antiguos. Por otro lado tengo muchos dioramas, tanto composiciones y figuras de otros artesanos como otras que he ido haciendo yo. Es muy difícil calcular los materiales que tengo porque un solo diagrama puede tener miles de piezas y tengo unos 200.

-¿Hace miniaturas por encargo?

-Soy periodista, he sido editora de la revista Cosmopolitan, pero con la crisis de 2009 lo dejé y me dediqué a organizar exposiciones con los libros y al negocio familiar, que es una tienda de ropa. Mi objetivo era montar un pequeño museo con lo que hago y con mi colección y ayudar a mantenerlo con una pequeña tienda en la que se vendieran mis creaciones. Para ello me planteé buscar qué es lo que podía interesar a la gente de las miniaturas, qué era lo que se podía vender y me puse en contacto con el Mercado de Motores, de Madrid, para cotejar si tendrían salida las miniaturas si montaba el museo, me dedicaron un espacio y las ventas fueron fenomenal, desde entonces he ido cambiando el objetivo y ahora trabajo por encargo, hago dioramas, cosas pequeñas que pueda comprar cualquier persona, un pequeño detalle, también bisutería asociada a cuentos y libros y pequeños montajes que tengan salida comercial.

-¿Quién le encarga esos dioramas?

-Hay de todo, desde instituciones hasta particulares, hay algunos muy grandes, pero otros son pequeños. Ahora estoy preparando uno de un novio que quiere sorprender a su pareja regalándole en miniatura su lugar de trabajo. Otro que hice me lo pidió una madre que quería regalarle a su hija, que se iba de casa, una cajita en cuyo interior había una réplica en miniatura de su habitación de la infancia. Son siempre cosas pequeñas, que no entorpecen la decoración de una casa, me gusta mucho jugar con los espacios que esconden algo, como cajas libro y recreo tanto espacios anhelados por esa persona o lugares que ya existen.