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Teresa Agustín, periodista, filóloga y poeta: Teresa Agustín, periodista, filóloga y poeta:
Ilustración del Calendario Pioneras 2024 de noviembre, con Teresa Agustín, obra de Elena Castillo

Teresa Agustín, periodista, filóloga y poeta: "Para construir un lenguaje inclusivo primero hay que conocer bien nuestra gramática"

Fue pionera escribiendo sobre feminismo en 'Lucha' y se fogueó en un 'Andalán' muy masculinizado
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Teresa Agustín (1962) es una poeta y periodista turolense que en 1982 escribió los primeros artículos sobre feminismo, divorcio o aborto que se publicaron en DIARIO DE TERUEL, a la sazón Lucha. Se curtió en el histórico Andalán rodeada de hombres,  hoy es la jefa de prensa de la Fundación Mujeres de Madrid y forma parte del calendario Pioneras 2024.

-En sus inicios el mundo del periodismo, como cualquier otro, estaba tremendamente masculinizado...
-Pues figúrate, mi auténtica escuela de periodismo fue Andalán. Yo entré en los últimos años  pero seguía siendo una redacción completamente masculina. Todo tenía ese sesgo. También es verdad que esa redacción estaba formada por gente progresista que seguramente estaba más preparada para recibir a las mujeres en los ámbitos tradicionalmente masculinos. Estaban Javier Delgado, Eloy Fernández Clemente, Labordeta, los Fatás... En cualquier caso imponía mucho estar ahí no tanto por ser mujer, sino porque era muy intelectual, con un nivel enorme, había mucha discusión y no podías escribir cualquier cosita que no estuviera a la altura.

-Todo eso ha cambiado y la mujer se integró con cierta normalidad al mundo del periodismo, ¿no?
-Nos hemos integrado, pero curiosamente el periodismo es una de esas profesiones que cuando se abre al mundo de las mujeres ha bajado un poco su caché. En Madrid, por ejemplo, la profesión se han feminizado mucho, pero sigue habiendo muchas mujeres en temas relacionados con Sociedad y este tipo de cosas.

-¿Qué han aportado las mujeres en el periodismo?
-Las mujeres periodistas hemos contribuido a cambiar el escenario en muchas cosas. Hemos conseguido introducir el concepto de la conciliación en el trabajo, por ejemplo, y no hay que olvidar que en 2018 fue la primera huelga de mujeres periodistas. Además hemos sido fundamentales para que la violencia de género se convirtiera en un problema público. España es el único país de Europa que abre un Telediario con un asesinato machista. Gracias a la Ley de 2004 España es pionera en este sentido, y siguen ocurriendo asesinatos y cosas terribles, pero en el resto de Europa  ocurren igual y además se silencian, no saltan a la prensa para que sepamos qué ocurre. Y eso ha sido gracias a las mujeres periodistas.

Asesinatos machistas

-Recuerdo que hace años había quien decía que publicar los asesinatos machistas en prensa tendría un efecto llamada...
-Sí, yo también lo recuerdo, pero eso no es verdad. No lo ha tenido. Ponerle nombre a las cosas significa darles visibilidad, y solo se puede arreglar un problema que se conoce. En estos temas estamos mucho más avanzados que el resto de Europa.

-¿Como periodista se ha enfrentado a situaciones intolerables por su condición de mujer?
-No, pero eso no significa que no ocurra. Soy consciente de que muchas mujeres sí que las sufren. Yo he estado en redacciones muy masculinas y he tenido que asexuarme un poco para trabajar, pero nada más. Sin embargo sigue habiendo discriminación, machismo, asesinatos, sueldos menores y brechas, especialmente si te sales del mundo institucional y de la administración. Empieza a haber mujeres en las directivas de las empresas pero no son el grueso ni mucho menos, las cúpulas directivas están muy lejos de la paridad. Y no hay que olvidar que los derechos se ganan, pero también se pueden perder.

-Usted también es filóloga... el lenguaje inclusivo nos plantea no pocos problemas a los periodistas... ¿qué actitud debemos tener ante los cambios en la lengua?
-Yo considero que hay cosas importantes, y las revisiones de la lengua lo son. Pero soy aristotélica en ese sentido y pienso que cuando las cosas se extreman dan resultados poco interesantes.  Para construir un lenguaje inclusivo primero hay que conocer bien la gramática, y hay mucha gente que no la conoce y que lanza cambios que ni siquiera son necesarios, y que además generan rechazo. Es mucho más preocupante la cantidad de anglicismos que utilizamos con normalidad cuando tenemos alternativas en castellano, o la calidad de los textos que leemos todo los días, que cada día es peor.

-¿Pero está a favor de legislar, de promover un cambio normativo en la lengua desde una perspectiva de género?
-Eso es muy complejo. Puedes legislar cuanto quieras que luego la gente hará lo que le de la gana. ¿Cuánta gente llama Carlos Castel a la plaza del Torico? Escribir niña/niño/niñe no facilita la vida ni del que escribe ni del que lee, y a mí, que soy poeta, me molesta que me digan poetisa, porque la poeta es correcto, me define, y porque para mí la palabra poetisa tiene un sesgo que no me gusta... es como si poetas solo pudieran ser los hombres y nosotras nos quedáramos en simples poetisas.