Tina X, artista queer: “Sólo soy una persona con unos pantalones, corpiño y los pezones tapados cantando sus canciones”

Con la promesa de poner patas arriba la plaza del Torico, el artista queer Tina X actuará este viernes en la plaza del Torico para cerrar el programa de actividades que con motivo del Orgullo LGTBIQ+ han organizado la Asociación de Infancia y Juventud Trans - Chrysallis y el Ayuntamiento de Teruel, con la colaboración de la Diputación de Teruel. Tina X lleva encima de los escenarios desde los 12 años haciendo teatro. A partir de entonces, estudió Arte Dramático y hace diez años desarrolló el proyecto Tina X.

-¿Con qué pronombre prefiere que se le hable?

-Realmente, todos me valen. Todos me vienen bien.

-Usted se define como un artista queer. ¿Qué significa?

-Si vamos al significado de lo que sería “queer”, yo soy un artista que está fuera de la norma, que tiene una posición disidente en cuanto al género y lo que sus creaciones muestran. Un artista queer hace algo implícito al activismo.

-Ese activismo se aprecia en sus canciones, que son alegatos de diversidad.

-Sí, pero son genuinas. No lo intento pero, al final, salen solas. Igual que a otros les salen historias de amor o de desamor, a mi lo que más me ha atravesado siempre son estas violencias y torturas que muchas veces sufrimos y que terminan apareciendo ahí. Yo entré al mundo del arte para salvarme de cosas y ahora intento devolver a la sociedad con lo que yo me curé.

-Ser un artista queer en un momento en el que la letra Q se pone en duda ¿es más necesario que nunca?

-Yo, al fin y al cabo, era un artista queer antes de haber descubierto lo que significa la Q de queer. Al descubrirlo de forma teórica vi que eso era lo que soy yo. No es que yo haya descubierto lo que es la Q y después me haya hecho queer, sino que yo ya lo era. En cuanto al cuestionamiento de cualquier partido político, como el Partido Socialista, que eliminó la Q+, resulta que te deja más en tu sitio, que es la disidencia. Supongo que eso lo único que hace es darnos más fuerza. Quieran invisibilizarnos, porque eso es lo que quieren. En realidad, siempre lo hemos estado pero ahora lo quieren hacer de una forma más activa. Y ante eso, más activamente habrá que responder.

-Tiene previsto celebrar el Orgullo actuando en Teruel, dentro del programa de actos que han organizado el Chrysallis y el Ayuntamiento de la ciudad. ¿Qué se va a poder ver en la plaza del Torico este viernes por la tarde?

-Podréis verme cantar las canciones de mi último disco, que se llama Dolor Color, además de otras canciones anteriores mías y algunas versiones. Podréis verme en mi salsa. Me vais a descubrir en un sitio nuevo, porque no conozco Teruel, y voy a estar pletórico. Lo que intento siempre es impregnar los conciertos de energía y hacer sentir a la gente que tiene un hueco.

-En su producción se apuesta por sonidos que recuerdan a la música disco de los años 80 y con los que es muy difícil dejar los pies quietos.

-Yo soy actor de formación. He estudiado arte dramático, he estudiado danza y sé el poder que tienen el movimiento y el ritmo y cómo moverse te da mucha información. Es como si fuera un conjunto. Yo intento que la gente se mueva con mis canciones. Las letras son el conjuro e intento que poco a poco vaya entrando en los cuerpos, que la gente haga una catarsis.

-Además, su puesta en escena tampoco es convencional

-Estas son las cosas que no intento pero que al final acaban siendo poco convencionales. Para mí es lo más natural del mundo porque estar en los márgenes es natural para mí mientras que para el resto de la sociedad no lo es. Anteriormente yo hacía drag e iba con peluca y tacones, sin barba y con pechos artificiales. Y poco a poco, ese drag fue transformándose. Se dejó la barba, se quitó los pechos e incluso dejó de esconder ciertas partes del cuerpo y de una forma paulatina fue saliendo lo que yo era. Seguramente, eso no era tan Tina X como lo que hay ahora.

-¿Por qué?

-Porque hay un momento en el que rompo con el drag por respeto al drag. Pero mi proyecto se quedó impregnado de toda la cultura drag. Por eso, ahora mismo me considero un artista queer, y punto. La estética que yo llevo puede parecer radical porque aunque me muestre como un ¿chico? a los ojos de una persona que no tenga tanta teoría queer. Puedo ir con los pezones tapados con una X o sacar una bandera de Palestina y hacer que la gente se pregunte que por qué. Seguramente mi actitud no sea la de un chico cualquiera, sino que dejo mi expresión libre. Todos esos estímulos resultan en una puesta en escena radical, arriesgada. Pero en realidad, solamente soy una persona con unos pantalones, un corpiño, los pezones tapados cantando sus canciones.

-¿Esas preguntas que surgen durante sus conciertos tienen respuesta?

-La gente tiene que responder a sus propias preguntas. Yo planteo preguntas con mi estética, con las letras y con mi puesta en escena que la gente tiene que resolver. Entonces entran en juego los conflictos de c ada uno. O a lo mejor no hay que resolver nada y lo único que has visto es un espectáculo que te ha hecho sentir un poquito mejor