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Víctor Sanz Herrero, autor del libro ‘50 años de amor con poesía’: “Deberíamos enseñar a los niños a pensar en poesía, es otra forma de ver la realidad y la vida” Víctor Sanz Herrero, autor del libro ‘50 años de amor con poesía’: “Deberíamos enseñar a los niños a pensar en poesía, es otra forma de ver la realidad y la vida”
Víctor Sanz

Víctor Sanz Herrero, autor del libro ‘50 años de amor con poesía’: “Deberíamos enseñar a los niños a pensar en poesía, es otra forma de ver la realidad y la vida”

“Escribir poemas es alargar el pensamiento, exige un esfuerzo mental para hacer metáfora de la propia vida”
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Cruz Aguilar

Víctor Sanz Herrero es un maestro jubilado de Valbona que acaba de publicar un libro titulado 50 años de amor con poesía. Se trata de su segundo libro, tras El desafío de ser alcalde de pueblo, y, en este caso, es un recopilatorio de los poemas escritos en los últimos 50 años, la mayor parte de ellos dedicados a sus seres más queridos. La edición estaba en su mente porque quería que fuera un regalo a su esposa, María Pilar Corella, a la que el llama cariñosamente Muchi, pero finalmente la sorpresa fue para él también porque sus hijos se adelantaron y se lo entregaron ya  impreso.

-¿El libro estaba en su mente?

-Sí, yo llevaba idea de recopilar las poesías, pero lo hicieron mis hijos y nos lo regalaron a mi esposa y a mí en el 50 aniversario de boda. Yo quería recopilar todos los poemas desde el primero, que escribí en 1973 en Alcalá de la Selva. Desde entonces he ido haciendo poemas a compañeros jubilados, a mis hijos, a mi mujer, a mis nietos o a amigos que han celebrado sus bodas de oro.

-¿Le parece adecuado el orden y la selección?

-Pues sí porque son poemas que he hecho a lo largo del tiempo y los han clasificado por tipos, los dedicados a los enamorados, los que hablan de etapas de la vida o los que hice para los compañeros que habían estado 35 años en el ejercicio de una profesión y a quienes yo creía que un regalo, sin una palabra de afecto, no era suficiente. A cada compañero le dediqué una poesía en la que se reflejaba un poco lo que han sido a lo largo de su profesión.

-¿Y a usted le escribió alguien alguna en su jubilación?

-No, hice yo una pero dedicada a los compañeros que me acompañaron en esos últimos años.

-¿A quién va dirigida esta publicación?

-Es un trabajo muy personal, que no sé si puede tener interés para los demás, pero creo que vivir la vida con un poco de poesía resulta más agradable, que bastantes desencantos tienes, ya vivimos con problemas y atropellados todos los días.

-¿La lectura de poesía es una gran carencia de la sociedad actual?

-Sí y creo que tenemos un poco de culpa los docentes. Nosotros deberíamos inspirar al niño a que piense en poesía. Recuerdo  que cuando empecé mi ejercicio docente había una compañera que estaba en Gúdar y hacía pensar a los alumnos en poesía, no es cuestión de crear poemas sujetos a la métrica, sino pensar en poesía y ver el mundo de otra manera. Además de redacciones escolares, habría que escribir poesía, tiene su encanto, es otra forma de ver la realidad y de ver la vida. Sobre todo haciendo más que poesía, poemas, que sería otra dimensión de la poesía. Por ejemplo hice una elegía a Daniel Herranz, que era, al igual que yo, corresponsal del diario Lucha en los años 70, y la hice esforzándome en pensar lo que sentía. Daniel fue la voz de la Sierra de Albarracín, de sus quejas y de sus lamentos y en la redacción que le hice cuando murió y que luego transformé en poema, hablo un poco de eso.

-¿Escribe habitualmente poemas?

Ahora no, ha habido momentos en mi vida que me fluía mejor porque requiere un cierto entrenamiento, más bien por el espíritu que quieres demostrar ante esa situación que porque te sientas poeta. Hubo momentos en los que escribí bastante. La última que he escrito fue un romance que dediqué a un amigo, que quería hacerle un poema a su mujer y finalmente se la hice yo, Romance del arquero y la albardera se titula y es una de las que me ha costado un poco más porque son versos octosílabos con rima en los pares,

-Hay muchas dedicadas a parejas. ¿Por qué?

-Son amigos a las que se las hice por celebrar su aniversario, también a gente que ha cumplido años. Creo que a veces somos bastante descuidados. Vi en una entrevista que le hicieron a Luis Landero que decía que todos los días necesitaba escribir y pensar una poesía, pero cometió el error de no haberlas editado y nadie puede aprovecharse de esa sensación de placer.

-¿Para usted escribir poesía es una sensación de placer?

-Escribir poesía es alargar el pensamiento, hacer metáfora de la propia vida, cuando hablas no te fijas, exige un esfuerzo mental para hacer metáfora de la propia vida y el propio sentimiento.

-Hay poemas dedicados a lo cotidiano, lo que denomina a las pequeñas cosas. ¿Qué busca con ellos?

-Hay un poema llamado El carro atascado que está destinado a practicar la pronunciación de la R; luego hay otro, Emergente, que habla de las transformaciones, porque no se pueden llamar esculturas, que hago con objetos que no sirven. Pensaba que  cuando me jubilara tendría más tiempo pero dejé el cincel y me he dedicado vivir la vida.

-Habla de vivir la vida, pero ha editado dos libros y otro que está en camino.

-Ese tercero lo tengo terminado, falta hacer la maqueta, de lo que se van a ocupar mis hijos. Será un libro que gustará porque es muy próximo a las personas mayores que han vivido esos momentos. Se narran cosas de antaño, como que el wáter era compartir el corral con las gallinas o que se nacía y se moría en casa.

-¿Con qué está ahora?

-De momento, con nada.