Victoria Yuste, ponente del ciclo Monrealeros por el Mundo: "La Navidad de aquel año tuvo una magia especial y le dejamos una carta a Papa Nöel"
Viajó a Laponia con su marido Carlos Fiol y sus hijos para ver a Santa ClausEl viaje a Laponia en busca de Papá Nöel que realizaron Victoria Yuste y su marido Carlos Fiol junto a sus dos hijos en diciembre de 2022 servirá para abrir una nueva edición del ciclo Monrealeros por el Mundo, que cada año organiza la capital del azafrán.
-¿Cómo tomaron la decisión de viajar hasta un destino como Laponia?
-La verdad es que es un destino al que llevábamos tiempo pensando en ir porque a los dos nos gusta mucho la Navidad. Llevábamos tiempo pensándolo y tras el covid, después de estar encerrados en casa, decidimos que queríamos hacer un viaje, pero un viaje importante. Entonces, pensando en nuestros hijos pequeños, decidimos que ese era el momento porque los niños todavía tenían esa inocencia.
-¿En qué momento realizaron el viaje?
-Fuimos durante el puente de la Constitución de 2022. Se trata de un viaje programado que reservamos a través de una agencia. Te hacen un pack. Nosotros volamos desde Madrid y elegimos Salla como destino. Es un lugar más rural y nos gustó porque está menos explotado que otros sitios. Allí te alojas en cabañas y llegas con una programación, entre la que destaca la visita a Papá Nöel.
-¿Qué fue lo que más les llamo la atención a usted y su marido?
-Lo espectacular que es cada paisaje, cada momento, porque todos los momentos son únicos. Cada excursión tiene un momento especial porque ves cosas que aquí, en España, no estás viendo habitualmente. Por ejemplo, la oscuridad. Cuando nosotros fuimos había tres horas de luz solamente. Vives el día de noche. No sabes la hora en la que estás. Piensas que son las nueve de la noche cuando realmente son las tres de la tarde todavía. Entonces, se vive en la noche. Y tienes que hacer la vida del día a día, pero de noche.
Paisajes especiales
-Mencionaba los paisajes ¿Por qué son tan especiales?
-Bueno, es verdad que nosotros no vimos auroras boreales, que es una de las cosas que va buscando a la gente que va a esos países porque son en momentos muy concretos y puntuales de la noche y como íbamos con dos niños, ya estábamos muy cansados âÂÂâÂÂcomo para salir a las 12 o las 2 de la mañana a buscarlas. Pero de los paisajes que hay nos llamó la atención que en esa época está todo el día nevando, pero con una nieve superfina de la que te cae el copo y se ve perfectamente la estrella de hielo, que está cayendo continuamente. Estaba todo nevado y nosotros no estamos acostumbrados a ver que esté todo tan nevado, con los árboles completamente blancos. Mirases por donde mirases, todo era súper bonito. Ves animales, como los renos, que aunque los hayamos visto en un zoológico son típicos de allí. Y los huskies, y como los cuidan. Todo es muy diferente.
-Eso impresionó a los adultos. ¿A los niños qué fue lo que más les gustó? ¿Cómo vivieron esa experiencia?
-¡Pues con mucho frío! Y eso que, realmente, nos decían que habíamos tenido suerte porque no habíamos bajado de -10 grados de temperatura. Pero también es verdad que no superamos los 0 grados y estuvimos siempre bajo cero. Estábamos entre los cero y los menos ocho. Y eso era suerte porque normalmente en esa época del año suele hacer bastante más frío todavía. Pero es verdad que vas tan abrigado que no sientes frío. Para los niños cada momento fue muy especial porque si para nosotros se trataba de un sitio nuevo, para ellos lo era muchísimo más. Porque aunque habían visto algo de nieve, no conocían estos paisajes. Además, hacíamos viajes con trineos con los renos o tirados por perros. Hicimos excursiones de raquetas de nieve y pescamos en el hielo. Mi hijo aseguró que había pescado algo, pero no sé lo que sería. Y en la visita a Papá Nöel ¡había que verles la cara!
-Imagino que esas fueron unas navidades especiales en su casa después de la visita a Papá Nöel, sobre todo en la noche de Nochebuena. ¿Prefieren a Papá Nöel o a los Reyes Magos?
-Realmente, somos de los dos porque así no se discute, y con niños realmente hay que ser de los dos. Sí es verdad que aquel año tuvo una magia especial porque, además, le dejamos una carta a Papá Nöel recordándole que lo que éramos nosotros que lo habíamos visto y Papá Nöel contestó a esa carta. Realmente, fue muy especial para ellos.
-¿Cómo ha preparado la charla de este viernes?
-La hemos preparado como una historia, contando por qué fuimos a Laponia en busca de Papá Nöel y hemos preparado un cuento. Hasta llevamos todo lo que he contado de que hemos hecho, con lo de los huskies o las raquetas de nieve, haciendo que todo eso eran pruebas para llegar a la casa de Papá Noel.