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Xavier Monsalvatje Vich, ceramista y artista plástico: “Intento que mis cerámicas sean el cómic de la época en la que vivo, narrar lo que me pasa” Xavier Monsalvatje Vich, ceramista y artista plástico: “Intento que mis cerámicas sean el cómic de la época en la que vivo, narrar lo que me pasa”
Xavier Monsalvatje este miércoles con algunas de las piezas de sus proyectos en los alfares de los Górriz, en Teruel

Xavier Monsalvatje Vich, ceramista y artista plástico: “Intento que mis cerámicas sean el cómic de la época en la que vivo, narrar lo que me pasa”

Profesor en el curso sobre decoración y pintura de la UVT, ha convertido por unos días los alfares en su taller
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El ceramista y artista plástico Xavier Monsalvatje Vich participa esta semana en el Taller de decoración, técnicas gráficas, pintura y aerografía sobre cerámica, que se organiza la Universidad de Verano de Teruel, promovido por la asociación Alara, el Legado de la Arcilla, en colaboración con el Ayuntamiento de Teruel y la Comarca Comunidad de Teruel, en un marco incomparable para estos talleres como son los alfares de los Górriz. Además de dirigir los talleres prácticos, también ha traído una muestra de su obra. Monsalvatje es miembro de la Academia Internacional de la Cerámica.

-En su obra predomina el bicolor, sobre todo azul sobre blanco.

-Desde la cultura griega a los países nórdicos la cerámica siempre ha estado muy vinculada al azul del cobalto con la porcelana y con la loza y luego el negro. Pero a los participantes de los talleres les digo que hay otro tipo de colores. En mi proyecto lo que hice fue narrar a través de la cerámica el momento contemporáneo en el que vivo. Porque al final, ¿qué nos queda de los griegos?. Nos queda su filosofía, nos queda su arquitectura y luego nos queda su cerámica. Y la cerámica ha sido el libro que nos dice el cómo hemos entendido a los griegos. Es decir, cómo se vestían, cómo se amaban, qué es lo que comían, cómo guerreaban, qué ropa llevaban... Era el cómic de la época. Y yo intento que mis cerámicas sean el cómic de la época en la que yo vivo, narrar con la cerámica lo que me pasa y lo que me pasa en la época contemporánea en la que vivo.

-Contar lo que pasa y ¿reivindicar también?

-En mi caso, no crítico pero intento poner foco en las cosas que no me gustan de la sociedad en la que vivo. Hay cosas que me gustan y otras que no las entiendo. Y lo plasmo en esas cosas. Me interesa las ciudades, como a Ítalo Calvino en Las ciudades invisibles. La ciudad me interesa, porque la ciudad es la polis. La polis es la política, la política es la relación que tenemos entre los humanos, no sólo el político, que se supone que son las personas excelsas que la sociedad elige para que dirija en la sociedad, sino que también es la relación entre las personas. Cuando te relacionas con las personas estás haciendo política y eso me interesa.

-¿Utiliza la cerámica en el formato más habitual de baldosas cuadradas o tiene también otros formatos?

-Tengo otros formatos más grandes. Trabajo mucho con alfareros, porque no soy un experto en el torno. Entonces me busco expertos, para hacer proyectos, que están en Segovia, en La Rioja o en Valencia. Es gente con la que he colaborado. Ese punto de colaboración con los alfareros me gusta.

-El trabajo de un artista es en solitario, pero también da talleres como los que está impartiendo en Teruel.

-Sí pero lo hago esporádicamente. Mis dos hermanos han sido profesores, uno de cerámica además, el mayor, pero prefiero estar en el taller trabajando mis proyectos.

-¿Qué momento está pasando ahora mismo la cerámica como arte?

-Ahora está en un momento muy dulce. Está en buen momento desde diferentes puntos de vista. Es decir, muchos artistas contemporáneos que no son ceramistas, se han fijado en el barro como material, en la arcilla como material de expresión. Esto ya había pasado en otras épocas, ha ocurrido desde siempre. Podemos hablar de Picasso o Miró. Ahora los artistas se han focalizado ahí con mayor o menor acierto. Y luego también es verdad que en el mundo de la alta cocina, se ha dado cuenta de que hay alfareros que hacen un trabajo muy bueno, quieren también tener la exclusividad de los platos en que los sirven. Es decir, tenemos por un lado la potencialidad del mundo culinario de la alta cocina y luego por el lado del mundo del arte contemporáneo, la cerámica está presente en muchas galerías. Yo, por ejemplo, trabajo con una galería de arte contemporánea en Valencia Set Espai d’Art, en la que se han fijado en ceramistas. Yo también he trabajado sobre el tema gráfico, en pintura, pero mi base es la cerámica, es el barro, es donde mejor me siento, es lo mío.

-¿Hay interés por aprender a manipular, a trabajar el barro y la cerámica?

-Sí, sí. Desde hace poco en Valencia cada vez hay más talleres de cerámica que hornos de pan. La pandemia no nos ha mejorado como sociedad, pero en otras cosas sí, la ciudadanía se ha dado cuenta de que estamos tan rodeados de tecnología que al final lo que está hecho a mano se valora más y la artesanía está cogiendo ese camino. Es el contrapunto a lo que es la tecnología y la digital. Y sitios como estos alfares de los Górriz en Teruel se prestan a ello. Es magnífico.