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La 'alegría' de Raquel La 'alegría' de Raquel

La 'alegría' de Raquel

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Javier Silvestre

Supongo que ya lo sabrán: la directora de Aragón Televisión ha tenido que dejar su cargo tan sólo tres meses después de su nombramiento. ¿El motivo? Que le han denegado la excedencia forzosa que había solicitado para poder incorporarse a este nuevo puesto. Raquel Fuertes tenía su plaza fija en la Delegación del Gobierno en Aragón y cuando optó a dirigir la radiotelevisión pública aragonesa pensó, infeliz ella, que pasaría como con el resto de sus antecesores y que no habría problema alguno.

Pero no, una resolución llegaba hace una semana desde Madrid donde le decían que se había amparado en el Convenio Colectivo del personal laboral de la Administración General del Estado, en vez de hacerlo a través del artículo 46.1 del Estatuto de los Trabajadores. Ella lo niega y está dispuesta a llegar hasta el final judicialmente. Eso sí, si no quería perder su plaza en la Delegación tenía que incorporarse ya, dejando su cargo en Aragón Televisión de forma inminente.

Es llamativo que aunque la carta que enviaron desde Recursos Humanos tenía fecha del 17 de enero, no fuese hasta el jueves de la semana pasada cuando llegase a sus manos. Sin tiempo de reacción legal, Fuertes comunicaba que se veía obligada a dejar la dirección de la radiotelevisión pública el mismo viernes para reincorporarse a su puesto en la Delegación del Gobierno a partir de esta misma semana.

El cabreo en nuestra tele pública es considerable en estos momentos. No sólo de los políticos que mandan, también de los trabajadores. Cómo será el tema que hasta el Comité de Empresa ha puesto el grito en el cielo para defender un puesto de designación directa. ¡Lo nunca visto!

Muchos se preguntan qué ha pasado. Yo no lo sé a ciencia cierta. Pero no son pocos los que apuntan a una especie de vendetta personal de Pilar Alegría (nuestra flamante y aragonesa ministra socialista) con la que Fuertes trabajó mano a mano hace tiempo en la Delegación del Gobierno en Aragón. Resulta muy curioso que desde Madrid se obstaculice un nombramiento que había conseguido, de forma insólita, la unanimidad de todos los partidos políticos aragoneses. A Raquel la querían todos… excepto Pilar, parece ser.

La ya exdirectora de Aragón Televisión va a ir a juicio. Es más, la propia Corporación Aragonesa de Radio y TV ha aprobado ofrecerle asesoramiento legal. Y ese juicio, de no ser que dicte sentencia la mismísima portavoz del PSOE, lo tiene ganado. Así que tocará readmitirla, compensarla, indemnizarla… Yo qué sé. ¿Y quién pagará todo esto? ¡Exacto! Usted y yo. Pero vale más fastidiar al rival político desde Madrid que permitir que Fuertes pueda ejercer su cargo.

No sé qué pensarán los diputados socialistas aragoneses de todo este asunto, teniendo en cuenta que la zancadilla se la han puesto los de su propio equipo. Imagino que harán como con tantos otros asuntos y se tatuarán la consigna que les marquen desde Ferraz: que Fuertes se amparó en el Convenio Colectivo y no en el Estatuto de los Trabajadores. Aunque quizás algo esté cambiando entre sus señorías cuando en el Consejo de Administración de la televisión pública aragonesa hubo abstenciones, pero ni un sólo voto en contra de afear al Gobierno central semejante injerencia.

Al final, Raquel Fuertes no deja de ser otra directora de televisión autonómica que tiene derecho a una excedencia forzosa para ocupar un cargo público, al igual que tenemos todos si un día nos llaman para un puesto de designación directa en cualquier administración. Sin embargo, en este caso, la alegría de Raquel tendrá que esperar un poco más. Eso sí, cuando lo gane, esta alegría deberá ser contenida… que ya saben cómo las gastan algunos.