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La miel de la colmena La miel de la colmena

La miel de la colmena

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Javier Silvestre

El Ayuntamiento acaba de aprobar el presupuesto de la ciudad para 2024. Un total de 57.876.337,82 euros que han contado con el beneplácito de los 11 concejales del PP, la abstención de Teruel Existe y la negativa de PSOE y Vox.

Me ha dado por mirar por encima las partidas dedicadas a las cosas nuevas que se van a hacer en la ciudad y, ¡oh, sorpresa!, muchas no son nuevas sino que se arrastran del año anterior.

Entre los 22 millones de euros en inversiones para los próximos 12 meses volvemos a encontrarnos con partidas destinadas al ascensor del barrio del Carmen, los accesos al Conservatorio, las obras de la cuesta de los Gitanos o del puente de la Equivocación.

Son actuaciones eternas a las que cada año se les asigna partidas económicas muy cuantiosas y que desconozco si se han ejecutado en su totalidad o si se repiten por incumplimiento de los plazos estipulados.  Capítulo aparte merecen los millones de euros destinados a la iluminación del centro de la ciudad. El año pasado se destinaba una partida de 2 millones de euros a engalanar la plaza del Tórico, la plaza de San Juan y la zona de los Arcos.

Pues bien, de cara al año que viene se ha aprobado destinar 500.000 euros a la mejora eficiencia energética del alumbrado de la plaza San Juan; casi 600.000 para “mejoras” de la muralla entre las que destaca la iluminación; y otros 167.000 euros para la (otra vez) iluminación del Centro Histórico. ¡Con tanto gasto en luces vamos a brillar más que Vigo!

Eso sí, para que no se dispare la factura, el Ayuntamiento ha tenido a bien incluir una partida de 35.000 euros propuesta por TE para hacer un “estudio de eficiencia energética en los edificios municipales”. Falta saber cuántos miles de euros harán falta para evitar que el funcionario de turno no deje la luz encendida durante toda la noche o no se pase con el aire acondicionado en verano...

De las cosas aprobadas el año pasado hay algunas que han desaparecido, como los 100.000 euros dedicados a montar un servicio de alquiler de bicicletas eléctricas (o no tengo yo noticia al menos).

Y otras que siguen sin ponerse en marcha, como el control electrónico de acceso al Centro Histórico que contó con 300.000 euros de presupuesto y que en 2024 recibirá otra partida de 80.000 euros.

Al igual que este ultimo, otras muchas partidas del año pasado aparecen repetidas aunque con otra cuantía, así que solo cabe imaginar que no se han ejecutado las inversiones del año pasado o los costos se duplican cada año en determinados proyectos (espero que sea lo primero, pero vaya usted a saber).

En Teruel es fácil saber si una obra está en marcha, si se ejecuta a buen ritmo, si los albañiles se han quedado sin presupuesto o si, directamente, a alguien se le ha olvidado licitarla.  Pero quizás las cuentas municipales serían mucho más transparentes si, además del importe que se dedica cada año a cada inversión, se dijese cuántos de los proyectos anunciados el ejercicio anterior no han concluido como estaba previsto.  Quizás entonces veríamos que de los 22 millones invertidos, una buena parte se trata de un simple bucle económico-temporal que se repite año tras año. Porque se me plantea una duda: si una partida no se ha ejecutado, ¿dónde ha ido a parar ese dinero que se vuelve a presupuestar al año siguiente? Seguro que a algo necesario, pero no estaría mal saberlo.

Auditar las cuentas municipales debería ser labor de la oposición, aunque parece que siguen noqueados por el resultado electoral y han perdido músculo dejando la crítica en un simple “presupuestos poco ambiciosos”.

A lo mejor, si alguien hiciese bien las cuentas, los turolenses podríamos aclarar si se están haciendo las cosas de forma eficiente o no. Aunque, hay avisperos que es mejor no tocar, no sea que los que mandan se queden si su reparto de miel de la colmena.