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Albarracín mira hacia su ermita del Carmen Albarracín mira hacia su ermita del Carmen
ermita de carmen

Albarracín mira hacia su ermita del Carmen

La ermita del Carmen es tal vez el patrimonio eclesiástico más desconocido de Albarracín para los turistas aunque no para los vecinos, sobre todo los del barrio del Carmen, que sienten una gran devoción por esta virgen. La Fundación Santa María está acometiendo actualmente trabajos para recuperar la cubierta del pequeño templo, que se encuentra en muy mal estado de conservación. La iglesia se construyó en el siglo XVIII, como refleja el tipo de cubiertas, las bóvedas, el atrio o la huella del obispo, presente en una pequeña baldosa de cerámica que hay en la puerta. Se trata de un baldosín en el que don José Molina Larios concede “indulgencia” a aquellas personas que recen un avemaría en la ermita. “Lo que vemos es del siglo XVIII, pero cabría la posibilidad de que en sus orígenes hubiera allí un pequeño templo medieval”, argumenta Antonio Jiménez, que es el gerente de la Fundación Santa María, entidad que está al frente de los trabajos. Valor sentimental La ermita tiene un gran valor sentimental para los vecinos, que acuden hasta ella cada 16 de julio –onomástica del Carmen– para rezar a su virgen, aunque este año la romería no se llevó a cabo porque ya se habían iniciado las obras de albañilería en la cubierta. “Cada barrio de Albarracín tiene su símbolo religioso y la ermita es el del Carmen”, manifiesta el responsable de la entidad. La actuación, costeada con los fondos de la propia Fundación Santa María obtenidos a través del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), consiste en la reparación integral de la cubierta y, si es posible, el saneamiento de las humedades que hay en la caída de los muros. En este sentido, Jiménez precisó que la inversión se eleva a 40.000 euros aunque destacó el elevado coste que tiene la realización del proyecto, la colocación de los andamios para llegar a la cubierta y su traslado hasta la ermita, que está en un lugar escarpado. “En función del estado en el que encontremos lo que hay debajo de las tejas, que se están retirando actualmente, podremos avanzar con las humedades de los muros”, comenta Antonio Jiménez. Los trabajos se iniciaron hace 15 días y la previsión es concluirlos a finales del mes de septiembre. La Fundación Santa María está además desarrollando acciones para en la capilla del Pilar, ubicada en la Catedral, cuya restauración estará terminada para el próximo 8 de septiembre, día de la patrona. Jiménez comentó que la restauración de la ermita del Carmen responde al interés de los vecinos de esta zona de la ciudad por tener en buen estado un templo con el que se sienten muy vinculados. Una vez concluida esta fase, está previsto llevar a cabo otras para  trabajar el interior. Así, el gerente de Santa María comentó que entre las actuaciones previstas está el saneamiento de las humedades, especialmente las que se localizan en los zócalos debido al agua que filtra en los muros exteriores. Por otro lado, los técnicos plantean la posibilidad de rescatar las decoraciones originales que ahora se aprecian bajo los desconchones que presentan las varias capas de pintura que tienen las paredes del templo. En este sentido, destacó que en el templo se han llevado a cabo diversas obras de remodelación consistentes en el pintado de las paredes. Debido a ello, bajo varias capas de pintura se encuentran decoraciones populares que los restauradores intentarán, en próximas fases, recuperar. Otro de los trabajos pendientes es la recuperación del entorno, donde hay una chopera cercana que puede afectar a la construcción. Jiménez especificó que se trata de un “enclave privilegiado” de Albarracín que constituye además un mirador de excepción para apreciar tanto la ciudad como la forma en que el paisaje humano se identifica con el entorno natural. Viacrucis Para llegar a la ermita del Carmen hay dos caminos, uno de ellos es el que se emplea en la actualidad y el otro está prácticamente abandonado y tienen en su recorrido varias columnas de pequeño tamaño que marcan el viacrucis, según manifestó Antonio Jiménez. “Se trata de arranques cuadrados de obra que llegan a media altura”, explicó el técnico, quien apuntó que también hay un peirón de los que se utilizaban para señalizar los caminos que está muy deteriorado, sobre todo en los tramos altos.