

Una máquina trabaja en la estabilización de la ladera
Algunos desalojados por el deslizamiento de Pui Pinos podrían volver a sus casas el viernes
Los trabajos de asentamiento del talud del cerro de Pui Pinos que en la madrugada del martes se deslizó y destruyó totalmente tres edificios de la ronda de Teruel de Alcañiz, causó daños estructurales a otros tres y obligó a desalojar a 33 personas comenzaron en la madrugada del miércoles y continuaron durante todo el día. Una vez se consiga “descabezar” o liberar el peso de la parte alta del terreno desprendido y se puedan descartar nuevos deslizamientos de tierras, se permitirá que los vecinos cuyas casas estén en perfecto estado vuelvan a ellas. Esta situación podría darse, como pronto, el viernes, según explicó este miércoles el Ayuntamiento de Alcañiz a los afectados. El resto de los damnificados seguirán en hoteles, casas familiares o pisos de alquiler que habilitará el Ayuntamiento.
La situación ayer era crítica, pero no hubo más daños a las viviendas. “Es un día delicado porque se está trabajando en un talud inestable; podemos decir que es una fase de riesgo”, aseguraba el alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia Suso. Es decir, que la del miércoles era una jornada “de poder salvar el talud” o, a lo peor, “que se produzca un nuevo deslizamiento”, apostilló el regidor, quien no obstante confió en todo momento en el equipo de geólogos que trabaja en la zona y en los operarios de la empresa de movimientos de tierra que ejecuta el “descabezamiento”. En total, una docena de personas.
Según explicó Gracia Suso a mediodía de este miércoles -antes de reunirse con los damnificados-, el martes los geólogos estudiaron el área afectada y buscaron la zona firme de la ladera para, después, eliminar toda la carga inestable.
En previsión de que los trabajos de estabilización puedan generar más desprendimientos al actuar las máquinas, el Ayuntamiento no dejará entrar a los vecinos a la calle ni a sus casas hasta que no se haya asentado la ladera. Por una cuestión de eficiencia, tampoco se empezará a desescombrar.
“Esperemos que todo salga bien, que se garantice la seguridad, que no haya más daños y, por lo tanto, una vez la zona esté asegurada, los vecinos puedan ir poco a poco accediendo a sus viviendas”, indicó el alcalde. Las máquinas no pararán esta noche.
La previsión es que “el viernes, una vez se quiten las cuñas, la zona ya esté asegurada y algunos vecinos puedan volver a sus casas al tiempo que comienzan los trabajos de desescombro. No obstante, todo depende de las directrices de los geólogos, que pueden variar según avancen los trabajos”, aclaró Alcaldía a través de una nota de prensa.
“Más tranquilos”
Gracia Suso aseguró que los vecinos “están más tranquilos” tras las explicaciones que varias veces al día les va dando el Ayuntamiento. Algunos querían apresurarse para sacar sus vehículos -hay utilitarios, motocicletas y tractores bloqueados- de las cocheras, pero en este momento no se dan las condiciones de seguridad mínimas para que lo puedan hacer.
“Cuando la zona sea segura, podremos comenzar el desescombro de abajo”, explicó el regidor. En ese momento, aquellos que sus viviendas no hayan resultado afectadas podrán volver a habitarlas; los que sus casas hayan sufrido daños tendrán que esperar a que los arquitectos municipales y las aseguradoras hagan una inspección técnica “para ver si hay que hacer algún trabajo que pueda garantizar la seguridad de esas casas afectadas”; y los que hayan perdido totalmente sus alojamientos recibirán “todos los servicios que sean necesarios hasta que puedan iniciar su vida en una nueva vivienda”, detalló. En este sentido, los vecinos en situación más crítica “podrán seguir en un hotel o bien pondremos a su disposición pisos de alquiler completamente amueblados”, propuso el alcalde.
Por otra parte, técnicos del Ministerio de Fomento comandados por el jefe de Unidad de Carreteras del Estado en Teruel, Carlos Casas, inspeccionaron ayer el estado de la N-232 tras el derrumbe. En el muro que, metros arriba, sufrió el desprendimiento de una gran roca en 2013 “hay estabilidad absoluta”, indicaron fuentes de Subdelegación del Gobierno en Teruel. Tan solo hay daños en una barandilla que se ha caído en la zona del desprendimiento.
Oficina de atención
Hoy, entre las 9:30 y las 13:30 horas, el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno en Teruel instalarán una oficina de atención a los afectados en un local municipal situado en el número 2 de la calle Mayor (delante de la Oficina de Turismo) para asesorarles acerca de todas las ayudas estatales por catástrofes naturales que tienen a su alcance. Se desplazará la secretaria general de la Subdelegación y dos técnicos de Protección Civil. También está previsto que haya personal del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento.
“Todos los vecinos podrán ir para iniciar todas las tramitaciones, informarse de la documentación que tienen que presentar y tener ese apoyo en todo momento para que no tengan ningún problema para realizar ninguna gestión con ninguna administración”, explicó el alcalde.
El primer edil indicó que parte de los desperfectos podrían ser cubiertos por el seguro de responsabilidad civil que paga anualmente el Consistorio, dado que el talud es de propiedad municipal.