

Alicia Rando: “La clave no es tener talento, sino estar motivado y ser capaz de esforzarse mucho”
Con solo 18 años, la violinista turolense Alicia Rando ha interpretado en auditorios en Moscú, Londres, Medellín, Berlín o China. Pero hoy ha debutado en un escenario donde todavía no se había subido, el Teatro Marín de su Teruel natal. Lo ha hecho como solista de la Orquesta Sinfónica del Real Sitio de la Granja de San Ildefonso, en uno de los grandes conciertos que se organizan este año con motivo del 800 aniversario de Los Amantes.
- ¿Qué sensaciones previas tenía antes de tocar en el Marín?
- Por un lado los nervios típicos y habituales antes de cada concierto, pero sobre todo emoción por volver a casa y tocar en mi tierra. Vengo a Teruel menos de lo que quisiera por mis estudios, aunque suelo escaparme de vez en cuando. Pero además nunca había tocado en el Marín. Lo he hecho en el Museo Provincial, en la Universidad, en San Pedro... pero en el teatro nunca.
- Impresiona el dato de que con diez años ya actuó como solista en la Orquesta Sinfónica de Castellón... ¿desde cuando toca el violín?
- Con cinco años empecé a tomar clases particulares, con María Popa, y a los siete entré en el Conservatorio de Teruel. Todo comenzó porque mi abuelo, Pedro José Ibáñez, que es pintor, me trajo un violín chiquitito con el que empecé a jugar desde que tenía un año y medio, rascando las cuerdas e imaginándome que tocaba en una gran sala.
- ¿Alguna vez se planteó cambiar de instrumento?
- No, nunca. Yo creo que al tener el instrumento entre las manos desde tan pequeña me obsesioné con él, por decirlo de alguna forma. Y nunca me he planteado cambiar, a pesar de que los primeros pasos en la formación de un violinista son complicados, porque cuesta empezar a sacarle sonoridad.
- ¿Y?cuando decidió que se quería dedicar profesionalmente a la música?
- Fue a partir de que comencé el Conservatorio Profesional. Desde muy pequeña ya me resultaba muy difícil imaginarme la vida sin la música y sin el violín.
- ¿Hubo algún hecho puntual que le hiciera abrazar esa idea?
- Puede que fuera el primer concierto que di, con ocho años, en el Museo de Teruel. Al terminar ese concierto creo que ya lo tenía muy claro.
- Además de ese, ¿qué conciertos especiales para usted recuerda con más cariño?
- De cada experiencia coges algo... pero quizá el primer concierto que toqué como solista en la Orquesta de Castellón, en Albacete, fue muy, muy especial. Y?también el primer concierto en el extranjero, que fue en Moscú en 2011.
- ¿Cómo se gestiona, con nueve o diez años, la presión de ser solista en una orquesta?
- Estaba feliz y emocionada. Lo afrontaba con muchísima ilusión y ganas. Siempre he dicho que conforme vas creciendo tu nivel de responsabilidad aumenta contigo. Cuando tenía diez años, aunque siempre estás algo nerviosa, lo disfrutaba y me lo pasaba muy, muy bien.
- ¿Ha vivido alguna mala experiencia, algún concierto que deseara que terminara?
- No hasta ese punto. Sí que es verdad que somos humanos, que no somos robots, y te puede fallar un pasaje, puede fallarte una nota o romperse una cuerda. Pero eso no puede ser algo que te impida seguir tocando. Si sufres un bache lo superas como puedes y sigues adelante. La perfección no existe y menos todavía en la música en vivo.
- ¿Qué tiene que tener una persona para que a los cinco años coja un violín y a los 18 sea un virtuoso, con un currículo como el suyo? ¿Cuál es la clave?
- Al principio mucha motivación e ilusión para emprender algo, y después muchas ganas de esforzarse. Cualquiera que quiera hacerlo puede.
- ¿Pero el talento innato también contará...?
- Supongo que tienes que tener unas facultades para poder desarrollarte en el mundo de la música. Pero el esfuerzo, lo que se puede aprender, es muchísimo más valioso. La proporción es un 1% de genio y un 99% de trabajo, lo que pasa es que a veces cuando vemos a un niño muy virtuoso pensamos que es por su talento, sin tener en cuenta las horas de estudio que lleva.
- ¿Ha tenido que renunciar a muchas cosas por su pasión?
- A nada. He hecho justo lo que he querido, lo que más he deseado, así que nunca he tenido la sensación de estar perdiéndome nada.
- ¿Qué planes tiene?
- He terminado el Máster de Interpretación Solista, y de momento seguiré dando recitales y seguiré estudiando, porque aún me quedan muchos pasos por dar. Estoy barajando muchas opciones, entre ellos algunos proyectos académicos por Europa o Estados Unidos.