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Coque Malla: "En el año 8214 los músicos seguirán componiendo con la guitarra, lápiz y papel”

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Coque Malla todavía compite de vez en cuando con el cantante de los Ronaldos, aunque una sólida carrera como artista en solitario le avala desde hace quince años. Este músico, que nació para actor en  una familia de actores, actúa en el Jardín de San Pedro, de la capital turolense, esta noche.

- ¿Había visitado ya Teruel como solista?

- Estoy casi seguro de que no en solitario, aunque sí con Los Ronaldos. Pero tengo una memoria terrible con los sitios. Hace muy poco fui a Manacor a tocar y estuve a punto de poner en el Facebook que por fin regresaba a Mallorca después de tanto tiempo, y resulta que había estado ese mismo año. Soy un desastre con esas cosas.

- Hoy actúa en el Jardín de San Pedro, que no es un lugar convencional ni mucho menos.

- Últimamente está de moda hacer conciertos en sitios especiales y atípicos, terrazas, castillos... Una moda maravillosa, por cierto. He visto fotos y me apetece mucho tocar allí.

- ¿Será en formato acústico?

- Sí, con David Lads al piano de cola, que me acompaña en todos los acústicos que hago desde que grabó Mujeres (2013). Va a ser un concierto muy elegante.

- ¿Prefiere los acústicos que las actuaciones con banda?

- Me gustan mucho y en este momento me apetece. Los años anteriores hacía más conciertos acústicos que con banda y la verdad es que lo echaba de menos. En 2016 he revertido esa tendencia y hemos muchos más conciertos con banda, muy roqueros y bestias. Pero los combinamos con otros como el de Teruel, en sitios especiales y donde tiene más sentido tocar en acústico.

- ¿Pero en qué formato se encuentra más a gusto entonces?

- Son cosas distintas, y lo mejor es poder combinarlas. La banda es un espectáculo más completo, pero combinar los dos es lo mejor.

- ¿Qué repertorio va a ofrecer en San Pedro?

- La columna vertebral del concierto será El último hombre en la Tierra, que salió en marzo. Pero entre tanto hay canciones de otras épocas y algún guiño pequeño a Los Ronaldos. Y?pese a ser acústico va a ser un concierto muy energético;?no será una cosa intimista y tranquila en la que yo me siento en una silla, sino un concierto emocionante y con ritmo escénico.

- La sombra de Los Ronaldos es alargada... ¿le molesta que se le relacione con el grupo?

- Ahora no. Antes gran parte del público casi ni sabía que hacía cosas en solitario y venía a ver al cantante de Los Ronaldos. Pero eso pasó hace bastante, y los fans ahora vienen a escuchar  Berlín, La Señal, El último hombre en la Tierra... De repente haces un regalito y tocas algún tema de Los Ronaldos y la gente se divierte y lo disfruta, pero ya no vienen a eso. Una cosa que me está sorprendiendo últimamente es que empiezo a ver gente joven que pone cara de extrañeza cuando toco alguna de Los Ronaldos.

- Cuando compone o toca, ¿tiene en mente un perfil de fan? ¿Alguien que ha madurado con usted desde aquellos años 80? ¿O no?

- No, en absoluto. Te planteas al público cuando tienes la obra terminada y tienes que explicársela, o cuando te enfrentas a él en directo. Pero componer es un acto muy privado y personal, donde lo importante es tu historia y tu manera de contarla. Pensar en el público a la hora de escribir es un error y no conduce a nada.

- ¿Cómo músico hace las cosas cómo las hacía en 1989?

- Sí, porque nunca he sido muy sofisticado, y además tampoco se me ocurre en qué podría haber cambiado. Llegaremos al año 8214 y los músicos seguirán teniendo que coger la guitarra, un papel y un lápiz para escribir una canción, aunque llevemos ordenadores implantados en el cerebro. Otra cosa son las herramientas de producción o de grabación, pero tampoco, porque al final lo que evoluciona mucho son los aparatos para grabar, pero grabas con una guitarra, un bajo, una batería y un piano. Casi igual que en los años 20.

- Hoy en día hay grandes músicos con grandes medios, que dan la impresión de que no hacen lo que quieren, sino lo que les exige el mercado para vender. ¿Está de acuerdo?

- No, porque yo creo que eso es un poco tópico. Hay muy pocos artístas que se prostituyan para vender más. Si repasaramos a los solistas o grupos españoles, creo que muy, muy poquitos, hacen lo que les dicen, y no lo que quieren hacer. Es una fórmula un poco peliculera, con un malvado que les dice a los chavales lo que tienen que hacer para vender.  Casi toda la música es auténtica. Bisbal es auténtico como es él. A mí no me gusta, pero él es así. No creo que le guste Bob Dylan y le obliguen a cantar “Un pasito para alante y un pasito para atrás”, sino que es lo que le mola a él, y está muy bien.

- Usted ha participado en once películas. ¿Cuánto de músico y cuánto de actor hay en Coque Malla?

- El otro día en una mudanza me entretuve leyendo un recorte de prensa de una entrevista que hice hace muchísimo tiempo. Estaba rodando Todo es mentira (1994) con Penélope Cruz y me sorprendí porque decía que yo, realmente, había nacido para ser actor y que lo de la música era casi por accidente. Ahora no lo siento así en absoluto. Ahora me siento incluso más músico que showman dentro de mis propios conciertos. Ahora con lo que realmente disfruto es con mis dos instrumentos, la guitarra y la voz.