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El Arquillo se encuentra a un tercio de su capacidad, el nivel más bajo en este siglo en verano El Arquillo se encuentra a un tercio de su capacidad, el nivel más bajo en este siglo en verano
Arquillo seco

El Arquillo se encuentra a un tercio de su capacidad, el nivel más bajo en este siglo en verano

El embalse del Arquillo en San Blas se encuentra a un tercio de su capacidad, su nivel más bajo en el mes de julio en lo que va de siglo. Con 7,54 hectómetros cúbicos -datos del pasado día 6-, el pantano está a un 36% de su volumen y sigue bajando por la sequía. Se está desembalsando lo mínimo, lo justo para el abastecimiento y para mantener el caudal ecológico del río, pero su nivel está bajando a una media de un hectómetro cúbico al mes.

Nada tiene que ver la imagen del embalse del Arquillo este verano con la de los últimos años. La sequía está dejándolo sin agua, y aunque todavía tiene almacenado un tercio de su capacidad, el volumen embalsado en el mes de julio es el más bajo desde el año 2000, últimos datos históricos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Júcar.

A principios de este mes había embalsados 7,66 hectómetros cúbicos, lo que supone un 36,41% de la capacidad total de embalse, que es de 21 hectómetros cúbicos. Nunca en lo que va de siglo su nivel había sido tan bajo a mitad de año, según se puede comprobar en la tabla adjunta.

Desde el 2000 solo ha estado a mediados de año por debajo de la mitad de su capacidad en 2006, cuando se situó a comienzos de ese mes en el 46,41%. Durante el resto de los ejercicios entre los años 2000 y 2016, su nivel de embalse ha estado por lo general por encima del 80% en los meses de julio.

En cambio, durante los últimos doce meses el pantano no ha dejado de perder agua a causa de la ausencia de precipitaciones. Las escasas lluvias registradas, como las de los últimos días, no suponen un alivio para el embalse dada la prolongada sequía que se arrastra, y que ha llevado a la Confederación Hidrográfica del Júcar a estar desembalsando un volumen mínimo de agua por esta situación.

Fuentes de la CHJ indicaron que se desagua solo el volumen necesario para el abastecimiento de Teruel, así como para los riegos justos fijados por la última comisión de desembalse, y para mantener el caudal ecológico del río Guadalaviar.

A principios de julio del año pasado el Arquillo estaba a un 83,6% de su capacidad. Un año después, los 17,5 hectómetros cúbicos de agua que tenía embalsada han ido disminuyendo de forma progresiva. A principios de año estaba al 54,6% y en los últimos meses ha ido bajando a razón de un hectómetro cúbico por mes.

A mediados de los años 90 el embalse se secó por la sequía 

La situación del embalse del Arquillo preocupa a quienes están viendo cómo durante los últimos  meses no deja de bajar el volumen de agua embalsada, y por el recuerdo de muchos están pasando imágenes como las que vieron a mediados de los años 90 del pasado siglo, cuando el pantano se secó.

Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) se asegura que no hay nada que hacer más allá de esperar a que se produzcan precipitaciones que terminen con la sequía, puesto que las únicas medidas que se pueden tomar ya las han tomado.

El desagüe que está teniendo el Arquillo es mínimo. Hay que desembalsar agua para el abastecimiento de Teruel y para los “riegos justos” de la vega, precisan, además de lo imprescindible para mantener el caudal ecológico del río.

Quienes vivieron los periodos de sequía de los años 1994 y 1995 recuerdan cómo el nivel del pantano empezó a bajar sin cesar hasta que se secó por completo. En la zona de la antigua central de luz, que quedó inundada cuando se construyó el embalse, el edificio volvió a aflorar por completo al secarse toda la parte inundada en los años 60 tras la construcción de esta infraestructura.

Choni Capacci, que ha conocido esa zona desde niña y que guarda un valioso archivo fotográfico desde antes incluso de la inundación, ve con preocupación cómo si no hay precipitaciones, volverá a pasar lo mismo que entonces. De hecho, empieza a verse ya el camino de acceso a la antigua central.

De aquel tiempo conserva fotografías inéditas como las que  acompañan esta información que hoy son historia visual.