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El encuentro evidencia las distintas maneras de vivir la tradición del tambor y bombo El encuentro evidencia las distintas maneras de vivir la tradición del tambor y bombo
Alcorisa actuando en el escenario

El encuentro evidencia las distintas maneras de vivir la tradición del tambor y bombo

Las Jornadas Nacionales de  Exaltación del Tambor y el Bombo de 2017 no pasarán a los anales de la Historia por la multitud que ha ocupado las calles. Con la excepción del desfile del viernes y del acto de exaltación de ayer por la tarde (en ambos hubo varios miles de personas), el número de tambores que ha salido a la calle no ha sido profuso. No por ello ha dejado de tener colorido y de despertar la curiosidad de quienes no están acostumbrados a ver las distintas maneras que existen en nuestro país de entender y vivir el toque del tambor y del bombo.

Desde el viernes por la tarde se ha escuchado a cualquier hora del día y la noche el toque de algún grupo de tambores. Los momentos de mayor aglomeración han sido, como ya era de esperar, los que preceden a la noche. Ésos son los preferidos por muchos de los que acuden a las Jornadas nacionales, pues al salir a la calle compaginar su afición por la percusión con la que sienten por la cerveza.

Ayer a las siete de la tarde muchos tamborileros se concentraban en los alrededores de la plaza de España para asistir al acto de exaltación de tambores y bombos. Desafiando al pronóstico del tiempo, el Ayuntamiento de Alcañiz se atrevió a programar el evento al aire libre. Y aunque el riesgo existía y alguna pequeña gota aislada cayó, al final la exhibición de cada una de las cuadrillas se realizó sin problemas y con la misma emoción y animación de otras ocasiones. Cada cuadrilla era despedida con vítores y mucha pasión por un público entregado al que se le notaba que sentía con frenesí lo que se estaba viviendo sobre el escenario de la plaza.

El acto arrancó con 25 minutos de retraso y al principio parecía que el ruido de los tamboristas que había en la plaza del Mercado iba a poder con la exhibición que arrancaba en la plaza de España (son contiguas), pero la cordura se impuso y al final los primeros callaron para escuchar la actuación de las 22 cuadrillas. Aún con todo, en las calles adyacentes cada uno iba a lo suyo y las cuadrillas recorrían el casco urbano tocando sin parar.

Mula y petición de mano

En el acto de exaltación hubo tiempo para que el Consorcio presentara la siguiente edición del encuentro nacional, que será en Mula (Murcia). Y?como anécdota, la que protagonizó un miembro de la cuadrilla de Tobarra, que, en mitad de la actuación, entregó un anillo de rodillas a su novia causando una de las mayores sorpresas de la jornada tamborilera.