El número de aragoneses catalanoparlantes que denomina a su lengua como ‘catalán’ se ha duplicado en 10 años, según pone de manifiesto el informe L’aragonés y lo catalán en l’actualitat. Analisi d’o Censo de población y viviendas 2011, que ha impulsado el Seminario Aragonés de Sociolingüística.
Este estudio ha sido presentado a diferentes representantes políticos de la Comisión de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón por parte de varios miembros de esta organización.
Según los representantes del Seminario aragonés de Sociolingüística, existe en Aragón un “consenso mínimo” entre todos los partidos políticos e instituciones a los que han presentado el informe para el “reconocimiento de la diversidad lingüística” en la Comunidad Autónoma.
En este sentido, abogan por “desarrollar otros consensos para avanzar en las políticas públicas de gestión de nuestra diversidad lingüística” y, para ello, el Seminario propone que ya es hora de “precisar jurídicamente qué lenguas se hablan” en Aragón mediante una “denominación científica y no arbitraria”. Asimismo, hay que “recabar fuentes oficiales sobre el número de hablantes y los municipios donde estas lenguas están presentes”.
Por otro lado, el Seminario recuerda que “visto que existe un consenso mínimo y que todos los partidos reconocen la diversidad lingüística, hay que protegerla y evitar su actual proceso de pérdida definitiva, para el aragonés, y de debilitamiento, para el catalán. En este sentido, según varios informes de 2001 y 2011, el uso del aragonés ha descendido en número de hablantes, mientras que en el caso del catalán su debilitamiento afecta a la Ribagorza oscense y al área del Mezquín-Bergantes en la comarca del Bajo Aragón.
Por último, este equipo de sociólogos y lingüistas propone la “erradicación del analfabetismo entre aquellos aragoneses de habla aragonesa y catalana”. Sólo el 66,5 y el 48,8 de esos hablantes, respectivamente, reconocen saber escribir en su lengua, según el censo efectuado en 2011. Añaden que en una sociedad “plural”, los gobiernos deben realizar políticas públicas “de inclusión real” y una regulación “en igualdad de derechos de todas las comunidades culturales y lingüísticas”.
La intervención en los caminos implica que deberá actuarse en una longitud de tres kilómetros. No obstante, algunos caminos se bifurcan y otros se sitúan a ambos lados del río, por lo que en total se repararán alrededor de cinco kilómetros de vía, según el alcalde. “Hemos repuesto los caminos que se perdieron hace dos años e incluso ahora se ofrece una sensación de mayor amplitud al retirar toda la maleza”, hizo hincapié el director de obra.
Igualmente está prevista la reposición de las tuberías de riego, las arquetas y las válvulas que hacen posible el sistema de riego.
Cinco de seis
Por otra parte, la empresa adjudicataria también ha empezado a trabajar en las pasarelas situadas sobre el río. Excepto en el paso situado debajo del puente dirección de la carretera de Caspe (N-211), en las cinco restantes se puede mantener la estructura, de manera que solo se realizarán labores de reparación y mantenimiento. En este caso, la actuación consiste en la reposición y barnizado de las tablas y pintado de toda la estructura.
La zona de pasarelas que requiere más inversión es la situada en los alrededores del Molino harinero, porque la tarima está rota, lo que supone un peligro para el tránsito de personas y animales. Asimismo, en los dos azudes se debe reparar parte de la estructura principal.
En cuanto al alumbrado, se llevará a cabo una reparación tanto de las farolas como de las balizas de iluminación. Igualmente, según informó el Ayuntamiento de Alcañiz, se trabaja en el arreglo de las canalizaciones por las que circulan los tendidos eléctricos.
El Ayuntamiento informó de que la empresa adjudicataria se comprometió a ejecutar mejoras sin costes añadidos relacionadas con la eficiencia energética y el mobiliario urbano de los circuitos deportivos, de la fuente de Santa María y del colegio Emilio Díaz. En estos emplazamientos, tiene prevista la colocación de zonas de juegos infantiles y deportivos.
Urbyma obtuvo la adjudicación de la obra en un concurso público por un importe de 346.000 euros. Las obras, que tienen un plazo máximo de duración de tres meses, se ejecutan bajo la supervisión de los arquitectos municipales y la dirección de ingenieros EID.