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El número de cartillas por médico es bajo, pero Teruel es un destino poco atractivo El número de cartillas por médico es bajo, pero Teruel es un destino poco atractivo
El Vallecillo 2

El número de cartillas por médico es bajo, pero Teruel es un destino poco atractivo

Teruel tiene suficientes medios sanitarios para atender a la población que reside en el medio rural. O al menos eso se desprende de las plantillas existentes y del número de tarjetas que tiene asignadas cada facultativo. Salvo algún caso extremo, como Valderrobres, donde un solo médico debe ocuparse de 2.008 cartillas, la cifra media de pacientes es sustancialmente inferior a la media. Eso sí, para atenderlos algunos sanitarios tienen que hacer más de un centenar de kilómetros diarios debido a la dispersión. El número de pacientes desciende de forma continuada, según explica Jesús Rodrigo, que es médico del equipo de la zona de salud de Calamocha y secretario general de la Sección de Médicos de Atención Primaria de Aragón en Fasamet (Federación Aragonesa de Médicos Titulares). “Las cartillas van descendiendo por defunciones, inmigrantes que se han ido…”, comenta Rodrigo. La mayor presión está en el centro de salud de Alcañiz, donde hay tres médicos que tienen 1.800 tarjetas sanitarias asignadas y cuatro con más de 1.700. Por contra, el médico de Cutanda tiene a su cargo únicamente 118 pacientes, eso sí, distribuidos en seis pueblos, alguno de ellos a más de 30 kilómetros de Calamocha. También el de Pancrudo tiene poca carga si se miran solo las cartillas, que suman 120, pero distribuidas en 7 núcleos.  “Necesitas a una persona todo el día con el coche por ahí”, comenta el secretario de Fasamet. Hace un par de años se hizo una reestructuración pero Jesús Rodrigo no descarta que se lleve a cabo una nueva porque la población sigue disminuyendo. En un futuro no muy lejano los médicos y enfermeros llevarán, según vaticinan desde Fasamet, una mayor carga de núcleos pero “la frecuentación será menor” y tampoco supondrá un incremento en cuanto al número de tarjetas, apuntan desde la federación: “No tiene sentido que vayas cuatro veces a la semana a un núcleo para 30 pacientes”, relatan. Distribución El sistema público de salud se distribuye en la provincia de Teruel en dos sectores, Teruel y Alcañiz. Ambos cuentan con diversas zonas, cada una de ellas con un centro de salud que está abierto durante 24 horas (MAC, Médicos de Atención Continuada). En todos hay al menos un médico y un enfermero, pero en los lugares con más carga poblacional, como Calamocha, Utrillas o Andorra, hay dos médicos y dos enfermeros para atender las posibles urgencias. A esto hay que sumar los PAC (Puntos de Atención Continuada), que se crearon en 1986 en aquellos lugares que tenían el centro de salud más cercano a más de 30 minutos. En Teruel hay  cinco en Villarluengo, Pancrudo, Orihuela del Tremedal, Villar del Cobo y El Cuervo, más que en ninguna otra provincia por las condiciones climatológicas y de comunicaciones. Todos estos recursos se completan con un total de 182 consultorios médicos repartidos por otros tantos municipios, según informan desde el Departamento de Sanidad. Aunque en materia sanitaria el número de TIS por médico es inferior a la media aragonesa, en el caso de la atención pediátrica la situación se complica. Una orden de 2006 plantea que todos los niños de Aragón deben tener asignado un pediatra, pero lo que sobre el papel es una medida favorable para todos, en el día a día de la vida rural no lo es tanto. Hay niños que viven en pueblos cuyo pediatra más cercano está a muchas decenas de kilómetros y el facultativo que tienen junto a la puerta de su casa puede negarse a atenderlo (aunque no es lo habitual) puesto que para eso tiene adscrito un especialista. Plazas de pediatría Mora es la plaza de pedíatra más extensa de Aragón porque lleva las zonas de salud de Mora, Sarrión, Mosqueruela y Cantavieja. Pero además, buena parte de los titulados que ocupan las plazas de pediatras en la provincia de Teruel son médicos de familia que no tienen la especialidad puesto que hay más plazas que pediatras, según especifica Jesús Rodrigo, quien añade que además de haber pocos, “aún hay menos que quieran ir a centros periféricos”. En cuanto a la distribución de los pediatras, además del ya citado de Mora, hay facultativos en Calamocha y Báguena, Monreal y Santa Eulalia; Cella y Albarracín; Utrillas y Aliaga; Híjar y Muniesa; Alcorisa; Calanda y Mas de las Matas; Valderrobres y Calaceite y Alfambra, Cedrillas y Villel. En los casos en los que un mismo especialista comparte zonas de salud suele repartirse varios días en cada centro de salud. De las 70 plazas que tiene que ofertar el Departamento de Sanidad 31 están en la provincia de Teruel. Para los médicos –como para otras profesiones– el epicentro de Aragón está en Zaragoza, según explica Rodrigo, quien señala que escogen el sitio más cercano a la capital aragonesa y lo suelen dejar en cuanto pueden acercarse. Jubilaciones Hay más plazas de médicos que personas tituladas y aunque se quedasen todos los médicos que se están formando en Aragón en medicina de familia no las cubrirían todas. “El problema va a ser grave”, alertan desde Fasamet, sobre todo porque hay un buen número de facultativos que llevan años ejerciendo en diversos puntos de la provincia y que en un corto espacio de tiempo se jubilarán. Zonas limítrofes, lugares especiales La provincia de Teruel tiene varias particularidades en lo que a cuestiones sanitarias se refiere y es que los habitantes de dos de sus pueblos –Abejuela, en la comarca de Gúdar-Javalambre, y La Cuba, en la del Maestrazgo– tienen tarjetas sanitarias de la Comunidad Valenciana porque son atendidos por médicos de allí. En la misma situación está Herbés (Castellón), cuyos vecinos tiene tarjeta sanitaria aragonesa y son atendidos en Peñarroya de Tastavins. En noviembre la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública de la Generalitat Valenciana y el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón firmaron un convenio de colaboración para la atención sanitaria de las zonas limítrofes de ambas comunidades, de modo que pueden beneficiarse de la asistencia sanitaria integral en los centros más cercanos y accesibles desde su domicilio, con independencia de la comunidad autónoma en la que residan. El acuerdo es de aplicación en las zonas geográficas limítrofes de ambas comunidades correspondientes a las zonas básicas de salud de Cantavieja, Mosqueruela, Mora de Rubielos, Sarrión y Valderrobres, en el sector sanitario de Teruel, con 8.574 tarjetas sanitarias; y las zonas básicas de salud de Ademuz, Titaguas, Forcall y Morella de Valencia, con 2.460 TIS. No es el único acuerdo que hay en materia sanitaria con territorios limítrofes. Hasta la provincia de Teruel acuden en torno a 1.700 vecinos de 18 pueblos de Guadalajara para los que el Obispo Polanco es su hospital de referencia. También los pueblos del rincón de Ademuz, en Valencia, reciben atención sanitaria especializada en la provincia de Teruel. Así, los habitantes de Casas Bajas, Casas Altas, Torrebaja, Castielfabib y Vallanca acuden hasta el centro hospitalario turolense.