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El puente giratorio del tren es declarado Bien Catalogado El puente giratorio del tren es declarado Bien Catalogado
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El puente giratorio del tren es declarado Bien Catalogado

El puente giratorio para la reversión de locomotoras de la estación de tren de Teruel ha sido declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés, con lo cual se garantizará su preservación en el tiempo aunque en la actualidad se encuentra desconectado de la playa de vías. Se trata de la plataforma de este tipo de mayores dimensiones construida en España, y la única que se preserva en la actualidad.

La orden por la que se declara Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés a esta infraestructura fue publicada en el Boletín Oficial de Aragón. En la misma se recuerda que aquellos bienes que según la normativa aragonesa no cumplen las condiciones propias de los Bienes de Interés Cultural, se denominarán Bienes Catalogados y serán incluidos en el Catálogo del Patrimonio Cultural Aragonés, como se da en este caso.

El puente de reversión de locomotoras se conserva en la estación de ferrocarril de Adif en Teruel, en su extremo sur, si bien se encuentra ya aislado tras las obras que se hicieron en la misma, consistentes en un paso elevado para sortear la vía de tren. Debido a ello, la plataforma quedó incomunicada del resto del complejo ferroviario, aunque se conservó en lugar de ser desmantelada.

Ahora, con la decisión que ha tomado la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, se termina de preservar este espacio para protegerlo en el futuro y que tenga que seguir conservándose debido a que pasa a estar registrado como un Bien Catalogado.

Su interés reside en que se trata del puente o plataforma giratoria más grande construido en España junto con los de Zaragoza y Valencia, debido a la potencia que tenían que tener las máquinas a causa de las dificultades orográficas del trayecto. Además, es el único que se conserva puesto que los otros dos que había fueron destruidos.

El puente de Teruel fue encargado en 1932 por la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón, como parte de su proyecto de construcción de una línea ferroviaria de Caminreal a Zaragoza que permitiera una conexión directa entre la capital aragonesa y Valencia.

Infraestructura

La orden de Cultura recuerda que si bien el puente se encuentra actualmente aislado del conjunto de la estación, hasta 2009 formaba parte integral de la misma como infraestructura auxiliar, siendo su principal función la de cambiar el sentido de la marcha de las locomotoras una vez llegaban a destino, ya fuera por tracción humana o mecánica.

Estos puentes también reciben la denominación de “placa giratoria” o de “revuelve-máquinas”. Su diseño e instalación, que se culminó en 1933, se debió a La Maquinista Terrestre y Marítima (MTM), compañía barcelonesa creada en 1855 y que fue durante décadas la principal fabricante española de locomotoras, máquinas de vapor marinas y máquinas de vapor fijas para industria.

El puente giratorio se compone de una estructura metálica conectada al viario y situada sobre un foso circular de obra pública. Responde a la tipología Vögele que, habitualmente, medía 23 metros de diámetro. Sin embargo, el ambicioso proyecto de la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón para esta línea y para la estación de Teruel incluía la adquisición de un modelo de locomotoras de grandes dimensiones, que hizo necesario sobredimensionar los tres puentes que se instalarían en Zaragoza, Teruel y Valencia. Por ello, la longitud del puente  es de 30 metros y la del foso circular correspondiente sobre el que se asienta es de 31 metros de diámetro.

Junto con los puentes desaparecidos de Zaragoza y Valencia, el puente giratorio de Teruel era y sigue siendo el de mayores dimensiones que se haya construido en España. El hecho de que sea el único ejemplo conservado de estas dimensiones, dentro de esta tipología, constituye una singularidad dentro del patrimonio industrial ferroviario no sólo de Aragón sino también de toda España, destaca Cultura.

En este sentido, incide en que es “uno de los escasos testimonios conservados del patrimonio industrial de la ciudad y la provincia de Teruel”, y que “la iniciativa de su construcción testimonia el desarrollo económico e industrial de un periodo muy concreto de nuestra Comunidad Autónoma”.

Sus dimensiones constatan, según la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, “la importancia y espíritu emprendedor de la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón” y la existencia de un proyecto “ambicioso de futuro para convertir Teruel en un importante nudo de comunicación de mercancías entre distintos puntos de actividad minera e industrial del país”.