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Jesús Aznar: “A la masonería aragonesa le interesa la calidad humana personal” Jesús Aznar: “A la masonería aragonesa le interesa la calidad humana personal”
Jesús Aznar

Jesús Aznar: “A la masonería aragonesa le interesa la calidad humana personal”

Jesús Aznar, Gran Maestre de la Gran Logia de Aragón, desmonta los prejuicios sobre la masonería y explica en qué se fundamenta la experiencia de ser masón.

-¿Qué es la masonería?

-Un lugar de encuentro de personas que, aún siendo diferentes en sus convicciones filosóficas o políticas, son capaces de reunirse y comentar sobre cuestiones de interés general para que cada uno encuentre en ello algo provechoso para sí mismo.

-¿Qué se le exige a un masón  en la Gran Logia de Aragón?

-Un masón es una persona tolerante y con gran calidad humana. Pedimos que las personas sean abiertas en su manera de pensar, que sean tolerantes y que cuando analicen las cosas y las debatan las miren no a través de una ventana estrecha. El masón ha de tener una manera de pensamiento abierta al mundo, donde todos sabemos que hay luces y sombras, de ahí que el suelo donde se encuentran las logias suela ser ajedrezado con baldosas blancas y negras, reflejo de un mundo donde vivimos.

-¿Cómo se forma parte de la Gran Logia de Aragón?

-Es sencillo. En nuestra página web hay una serie de artículos escritos por masones de consulta libre. El que esté interesado solo tiene que enviarnos un correo electrónico y contactar con nosotros para mantener una entrevista. Nosotros contestamos con toda la claridad a las preguntas que se nos formulan, y si en ese encuentro entre nosotros y la persona interesada queda claro que existe ese espíritu de libertad que he mencionado sólo tendrá que rellenar una ficha de acceso.

-¿No hay iniciación?

-No hay pruebas de iniciación. Si uno es aceptado, accede. Eso de la iniciación viene de que la masonería se rige en todos los países del mundo por un método muy particular. Cuando uno entra a formar parte de una logia se produce una iniciación, una explicación de que el masón es una persona libre, que reflexiona sobre cómo es su vida y que intenta transformarse para ser una piedra cada vez más limpia.

-A los masones se les ha acusado de ser una secta…

-Es una leyenda totalmente interesada. Estamos lejos de serlo, y si lo fuéramos yo no estaría aquí. De hecho, si alguien viene a nosotros y consideramos que tiene un carácter sectario le comunicamos que se ha equivocado de lugar.

-Durante el Franquismo, la masonería estuvo prohibida. ¿De aquella época de persecución qué huellas han quedado en la sociedad?

-En España a la masonería le está costando resurgir de las cenizas porque se dio una imagen distorsionada durante la Dictadura de lo que era, porque se promulgó una ley contra la masonería y el comunismo, cuando lo uno con lo otro no tienen nada que ver. Sin ir más lejos, por ejemplo, en países sin libertad la masonería siempre ha estado prohibida, porque precisamente es un lugar de encuentro entre personas que reflexionan sobre la vida, la sociedad, etc.

-¿Y quedan prejuicios?

-Siempre se ha pensado que la masonería eran un grupo de conspiradores contra el orden establecido y que además era una organización anticlerical, y nosotros no somos anticlericales. En nuestras logias hay gente creyente. En la Gran Logia de Aragón hay incluso un sacerdote, como hay  también representantes de las fuerzas armadas, de instituciones públicas o de otros gremios de nuestra sociedad.

-¿Dicen  públicamente que son masones?

-Somos una asociación no secreta, pero discreta, y corresponde a la libertad de cada uno identificarse como masón. A mí no me importa, por ejemplo, pero otras personas prefieren no hacerlo público.

- ¿La masonería atrae a la gente?

-Por suerte, somos una organización masónica que en Aragón vamos a más. Desde la legalización de la masonería hemos visto como otros grupos masónicos que hay en el resto del Estado han ido de más a menos.

-¿Y eso a qué obedece?

-Se debe a que nosotros intentamos hacer una masonería más ligada al tejido social y a la realidad del mundo, cuando otras organizaciones masónicas se centran en temas esotéricos, no admiten mujeres, exigen a sus miembros ser creyentes... Nosotros no, la promesa que hacemos consiste en la ratificación de la Declaración universal de los derechos humanos y cuando abrimos nuestras reuniones lo hacemos por la Gloria de la Humanidad.

-¿Ustedes admiten mujeres?

- Somos masonería mixta, a diferencia de otras organizaciones ancladas en varios siglos atrás que no lo hacen. La Gran Logia de Aragón quedó formalmente constituida en 2008. A partir de ahí nacieron las logias Conde de Aranda, la Logia Joaquín Costa y a logia Juan de Lanuza. En 2016 se legalizaron dos más, la logia Pirineos número 4 en Huesca y la logia Segundo de Chomón número 5 en la zona de Teruel. En la Gran Logia de Aragón admitimos a hombres y mujeres con independencia de su género y también pueden entrar creyentes o no porque los que nos interesa es la calidad humana de cada persona. Nosotros  consideramos que la fe corresponde al ámbito fundamentalmente personal.

-¿Es la primera en Teruel?

-Somos el primer grupo masónico desde 1936 que ha logrado echar raíces en las tres provincias. Ningún grupo estatal ha logrado asentar las bases como nosotros. Existió la logia La Antorcha, en 1889, en Teruel capital, y ahora se ha creado la Logia Segundo de Chomón con personas de  Teruel capital, de Alcañiz y de pueblecitos de la provincia.

-¿Cuáles son sus principios?

-La masonería se ha regido por la libertad, la igualdad y la fraternidad, pero nosotros tenemos otra trilogía: ciencia, progreso y trabajo.  Nuestros objetivos pasan por atender a la familia y por la superación personal.