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La banda de las falsas asistentas sociales actúa de nuevo en Alcañiz

La banda de las falsas trabajadoras sociales que roban en domicilios de ancianos ha vuelto a las andadas esta semana en Alcañiz. Varias personas de avanzada edad han vuelto a ser víctimas de robos en sus propios domicilios, a plena luz del día y mientras atendían a una supuesta trabajadora de los Servicios Sociales. El modus operandi, del que la Policía Local avisó hace mes y medio, se repite semanas después de que desde el Ayuntamiento de Alcañiz se alertara de que rondaban por la ciudad mujeres que se hacían pasar por empleadas municipales y que aprovechaban para robar a ancianos.

El último de estos engaños se produjo el lunes en un domicilio de la Avenida Aragón y la víctima fue una anciana casi octogenaria  que comparte la vivienda con su hijo. A media mañana, una mujer llamó al telefonillo preguntando por la víctima, de la que conocía nombre y apellido, e identificándose como empleada de los Servicios Sociales. La ladrona explicó que venía a visitarla para ver cuáles eran sus necesidades y así analizar su situación para ofrecerle atención personalizada. La anciana dejó pasar a la falsa empleada hasta el comedor de la casa, pero pasados unos minutos le comunicó que volvería más tarde para entrevistarse con su hijo. No volvió. La víctima ni se dio cuenta del robo. Lo hizo su hijo cuando ya en casa se dio cuenta de que las joyas de su madre habían desaparecido.

Otro caso en enero

El caso de esta anciana es prácticamente idéntico al de otro vecino de Alcañiz, también jubilado, cuya familia presentó el pasado 21 de enero una denuncia después de que “una mujer que se hizo pasar por asistenta social de la Cruz Roja se presentara en el domicilio para realizar un estudio de su situación”. Según explicó Teresa, hija del anciano, “con la excusa de que hacía frío, le pidió pasar al comedor”, a lo que el anciano accedió, dejando la puerta entornada.

“Como no la cerró bien, otra mujer entró en la casa y lo registró todo mientras la primera lo entretenía”, relató. Dio la casualidad de que el hijo del anciano llegó en ese momento al domicilio y se encontró con una mujer que no conocía de nada en el pasillo y con otra en el comedor con su padre. “La primera puso una excusa para marcharse y la segunda anunció que volvería en otro momento, ya que mi padre y mi hermano se tenían que marchar”, explicó Teresa. Ambos tardaron un poco hasta que se dieron cuenta de que posiblemente habían sido objeto de un robo. Según Teresa,  “son personas amabilísimas, que hablan bien y que van bien vestidas, aunque tienen algo de acento”. En su opinión, “lo peor es que destruyen la confianza que puede tener la gente mayor y que se llevan cosas que son importantes para los ancianos desde un punto de vista sentimental, más que económico”, se lamentó.

Según la versión de Teresa, “después de ir al cuartel de la Guardia Civil a poner la denuncia nos avisaron para que fuéramos a identificar a unas mujeres a las que habían cogido en Calatayud, y efectivamente eran ellas, pero al parecer las volvieron a poner en libertad, porque se trata de pequeños hurtos”.

El pasado mes de diciembre, la Policía Local de Alcañiz ya advirtió a la ciudadanía de la presencia de una banda en la ciudad cuyos integrantes se hacían pasar por trabajadores del Ayuntamiento para robar en los domicilios. Asimismo, pedía a los ancianos que no dejaran entrar a desconocidos al interior de sus viviendas y que se fijaran en el aspecto de las personas que con esa excusa se presentaran a la puerta de sus casas.