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La Escuela Politécnica de Teruel disfruta de la cara más divertida de la ciencia

Los monologuistas del grupo RISArcher que actuaron ayer en el Vicerrectorado del Campus de Teruel, invitados por la Escuela Politécnica

Explicar la teoría de la relatividad a través de la película de la Guerra de las Galaxias o mostrar la dificultad de ganar en juegos de azar a través de las matemáticas son algunas de las píldoras científicas cargadas de buen humor con las que disfrutaron ayer profesores, alumnos y personal de Administración y Servicios de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel para celebrar su patrón.

Explicar la teoría de la relatividad a través de la película de la Guerra de las Galaxias o mostrar la dificultad de ganar en juegos de azar a través de las matemáticas son algunas de las píldoras científicas cargadas de buen humor con las que disfrutaron ayer profesores, alumnos y personal de Administración y Servicios de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel para celebrar su patrón. Cinco integrantes del grupo de investigadores monologistas RISArchers actuaron por primera vez en el Campus de Teruel. Una forma amena de acercarse a la ciencia.

La directora de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel, Inmaculada Plaza, explicó que desde el centro se había querido aprovechar la celebración del patrón para estrechar lazos entre los miembros de la comunidad universitario y se pensó en alguna actividad en la que pudieran participar personal de administración y servicios, profesores y estudiantes. Surgió la idea de los monólogos y se realizó también una paella en la que participaron 70 personas.

"Nos pareció bonito invitar al grupo RISArcher porque son divulgadores de ciencia con un estilo muy especial, a base de monólogos en clave de humor y creíamos que podía ser muy interesante para nuestros propios alumnos, para que les vaya picando el gusanillo de la investigación, de la tecnología", destacó Plaza.

La responsable de la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza, Carmina Puyod, recordó que este grupo de investigadores monologuistas, que está formado por una veintena de personas, surgió a partir de las dos ediciones de taller de monólogos científicos de la Universidad de Zaragoza. "Intentamos enseñar a nuestros investigadores otras formas de acercar la ciencia a los ciudadanos", destacó y recordó que, además de esta fórmula de pequeñas píldoras para hacer reír mientras se aprende, también se apuesta por los documentales científicos y su posterior divulgación.

"Hay que intentar contar lo que se está haciendo en al Universidad y poner en valor el trabajo, a veces callado, que se desarrolla en la Universidad", subrayó la responsable de estas iniciativas.

María Villarroya, profesora de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura; Álvaro Lozano, matemático del Centro Universitario de la Defensa; Fernando Corbalán, del Departamento Métodos Estadísticos de la Facultad de Ciencias; María Pilar Lozano, investigadora del Departamento de Física de Materia Condensada y Rubén Vigara, matemático del Centro Universitario de la Defensa, fueron son Risarchers que visitaron ayer Teruel

Con esta actividad "se intenta llevar contenidos de ciencia a personas que no tienen por qué saber nada nada de ciencia", destacó Pilar Lozano quien habló sobre relatividad a través de la Guerra de las Galaxias.

Su compañero Fernando Corbalán destacó que se trata de píldoras de unos cuatro minutos que son divertidas y además permiten pensar. En su caso habló sobre probabilidad y explicó lo dificilísimo que es ganar la lotería, además explicó un concepto complejo como las superficies de anchura constantes con ejemplos cercanos ya que es la explicación para que las tapas de las alcantarillas sean redondas, para que no se caigan dentro.

Tras la divertida sesión de monólogos, los miembros de la Escuela Politécnica inauguraron en este centro su galería de orlas donde se podrá ver a las diferentes promociones de los dos grados que se imparten en la EUPT, Ingeniería Electrónica y Automática e Ingeniería Informática. La jornada culminó con una comida donde se buscaba estrechar lazos entre los miembros de la comunidad universitaria.

Autor:I. Muñoz/ Teruel