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La Fundación de Albarracín mantiene sus cifras de actividad pero bajan las visitas a museos

Dos personas observando el pez de roca en el Museo Diocesano

La actividad cultural de Albarracín se ha mantenido con respecto a las cifras del año pasado. Sí se ha notado un descenso de 1.200 personas en lo que se refiere al número de visitantes en Espacios y tesoros (que son centros musealizados que gestiona la entidad).

La actividad cultural de Albarracín se ha mantenido con respecto a las cifras del año pasado. Sí se ha notado un descenso de 1.200 personas en lo que se refiere al número de visitantes en Espacios y tesoros (que son centros musealizados que gestiona la entidad). Tanto el número de actividades como el de participantes en las mismas se ha incrementado levemente de 91 a 94 intervenciones y de 4.986 a 4.991 asistentes.

De todas formas, la caída en las visitas a los espacios musealizados no se ha traducido en un descenso del gasto puesto que los ingresos en estos museos han sido mayores: "Ha venido menos gente, pero ha comprado entradas para más lugares y ha gastado más en nuestros productos", comenta el gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez.

El responsable manifiesta que en el conjunto del año las actividades han sido más o menos similares a las de los últimos años, pero destaca que durante el otoño hubo una gran demanda por parte de diferentes colectivos para celebrar reuniones y encuentros en la ciudad. "Desde septiembre hasta diciembre no paramos", dice Jiménez, para quien la clave está en que la ciudad ofrece un marco perfecto al que se suma la oferta de calidad tanto en hoteles como en servicio. "Es una garantía para que la actividad salga muy bien", precisa.

Desde la entidad cultural están contentos por mantener la actividad anual, algo complejo en un momento delicado en lo que respecta a la economía. Antonio Jiménez subraya las numerosas visitas de diferentes colectivos desde médicos a blogueros pasando por jueces, historiadores del arte o músicos. En ese sentido, la institución se ha convertido en la "relaciones públicas" de Albarracín, la encargada de atender a todo tipo de visitantes que acuden atraídos por el potente imán que supone la ciudad.

Las cifras actuales poco tienen que ver con las que se manejaban antes de la crisis y el gerente de Santa María duda de que se recuperen algún día.

Los dos cursos más multitudinarios que se llevan a cabo son sin duda el Seminario de Fotografía y Periodismo que dirige Gervasio Sánchez y el de Ilustración y Diseño que organizan Isidro Ferrer y Carlos Grassa Toro. En ambos la matrícula ha descendido considerablemente en los últimos años. "Se trata de colectivos muy jóvenes, interesados por el ámbito de la cultura pero que tienen que estar casi una semana en Albarracín, que por barato que les resulte es un plus que deben añadir a su matricula", puntualiza Antonio Jiménez.

Restauraciones externas

Donde sí ha visto incrementada su labor la Fundación Santa María es en el ámbito de la recuperación patrimonial externa. El centro de restauración gestionado por la entidad ha desarrollado este año varias actuaciones fuera de la ciudad. Algunas de ellas han sido de gran entidad, como la adecuación de la fachada de la sede de Cáritas, en la capital turolense, o la rehabilitación del baldaquino barroco de Calamocha. Otro de los trabajos llevados a cabo fuera ha sido la reparación de las humedades en la iglesia de Alfambra.

Autor:M. C. A. Teruel