La miel forma parte de la alimentación del ser humano desde hace más de 10.000 años. Muy apreciado por todas las culturas, la obtención de este alimento fue evolucionando hasta que en el siglo XVI se inventaron las rudimentarias colmenas. Para dar a conocer la historia de la apicultura, los responsables del centro de visitantes de Azaila de la Ruta Íberos en el Bajo Aragón impartieron una charla acompañada de una degustación de dulces e hidromiel inspirados en la antigüedad
La actividad se enmarcó en el programa de actos de En agosto, iberízate, la consolidada campaña de promoción de los yacimientos y centros de visitantes del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón.
No se sabe con exactitud cuándo empezó el hombre a explotar las abejas para obtener miel y cera, pero se han encontrado en Aragón dos abrigos, uno en Alacón y otro en Castellote, con pinturas rupestres en las que se representa la recolección de la miel.
En el Abrigo de los Recolectores del Barranco del Mortero de Alacón hay hasta cinco escenas, según explicó Eva Gil, de Vida Primitiva, la empresa que gestiona el centro de visitantes del Cabezo de Alcalá de Azaila.
Las pinturas son del Mesolítico, en torno al 7.000 antes de Cristo, lo que no quiere decir que el hombre prehistórico no recogiera miel con anterioridad. Allí puede apreciarse "una serie que parece representar un enjambre y un posible recolector subido a un árbol con la ayuda de una escalera para llegar a la colmena", explicó Gil.
Posteriormente, en el Neolítico el ser humano empieza a acercar esas colmenas naturales a los asentamientos. Al principio "cortaban los troncos donde estaban las colmenas y se las llevaban", dijo Gil, para comentar que la siguiente evolución fue ya permitir que las abejas enjambraran en recipientes preparados por ellos, como vasijas de barro o cestas trenzadas con vegetales. O simplemente les hacían huecos en la piedra para protegerlas de las inclemencias del tiempo.
Pero dentro de esos recipientes los panales se conformaban de forma irregular, lo cual obligaba a tener que matar a las abejas con azufre y deshacer esas colmenas para obtener miel y cera
Según aseguró Gil, el siguiente adelanto significativo no llegaría ya hasta el siglo XVI, cuando se empiezan a elaborar colmenas rudimentarias, aunque con el mismo sistema que en la actualidad: cuadros de madera paralelos que permiten sacar la miel y la cera con comodidad sin tener que deshacer la colmena.
Un alimento de culto
La apicultura alcanzó su apogeo cuando era el único elemento conocido para endulzar alimentos. Con el descubrimiento de América y la plantación de caña de azúcar decreció su importancia.
Íberos y romanos comercializaban la miel en grandes cantidades. Con la carestía de alimentos que padeció Roma en un momento de su expansión, Hispania se convirtió en una gran exportadora de miel.
Los griegos también le daban mucho valor, hasta el punto de que veneraron la apicultura. La diosa Artemisa era representada en las monedas con el cuño de una abeja en el 480 a.C. Los romanos también practicaron la apicultura e hicieron de la miel un objeto de culto. Tanto fue así que Alejandro Magno fue embalsamado con miel. Y es que "la miel tiene una propiedad: es conservante", indicó la investigadora.
En la civilización musulmana existió gran tradición apícola, puesto que la miel gozaba de un prestigio adicional. No en vano, en el Corán se aconseja: "Come miel, hijo mío, porque no solamente es agradable y sano alimento, sino que es también un remedio contra no pocas enfermedades"
El dulce producto se usaba en recetas de farmacología o para perfumería. Por supuesto, se utilizaba para cocinar, tanto para hacer bollos dulces como para aderezar salsas. "Los inventores de los pasteles, los griegos, hacían una masa en la que incluían queso fresco y miel", explicó Gil
Ejemplos de la repostería de la antigüedad pudieron degustarse en la jornada de ayer. También se repartió pan ácimo para untarlo con diferentes tipos de miel, y se pudo degustar la hidromiel, una bebida alcohólica que se consigue con la fermentación de la miel diluida en agua. "Es una bebida anterior al vino", dijo Gil, quien informó de que en el 7.000 a.C se encontraron restos en China dentro de algunas vasijas.
En época romana, el conocido vino mulsum también contenía miel o mosto
Por su parte, el artista de Vida Primitiva David Castillo explicó a los asistentes, unas 40 personas, el uso en la antigüedad de la cera en las artes y oficios
Autor:Marcos Navarro / Alcañiz