

La historia de Inés, la niña de 13 años que ha permanecido más de 12 horas desaparecida en el macizo de los Puertos de Beceite, ha tenido un final feliz contra todo pronóstico. Sólo la pequeña, que se encuentra en buen estado de salud, podrá contar cómo consiguió recorrer en pocas horas, de noche y sin luna, alrededor de 30 kilómetros de un terreno de montaña agreste, escarpado y desconocido que nunca antes había pisado, cómo ascendió primero un desnivel de 700 metros por una senda estrecha y resbaladiza, cómo cruzó la montaña hasta encontrar una pista forestal en la que terminó localizando un pequeño refugio donde pasó la noche, y como, al amanecer de este miércoles, todavía tuvo fuerzas para continuar hasta toparse con el guarda de la reserva de caza, en Roquetes (Tarragona).
Inés estuvo desaparecida más de 12 horas. La niña realizaba junto con sus padres y un grupo de turistas una visita guiada al Parrizal de Beceite -zona de nacimiento del río Matarraña- el martes por la tarde. Nada más llegar al parquin número 3, el grupo se detuvo "cinco o diez minutos", según explicó el padre de la pequeña, a ver las pinturas rupestres del barranco de La Fenellassa, visita que la menor no quiso realizar adelantándose camino adelante.
Ahí comenzó la aventura de Inés, que nada más empezar la ruta del Parrizal, a 800 metros de donde se encontraba su grupo, tomó una senda a mano izquierda en lugar de seguir camino adelante. Así fue cómo se perdió. Sus padres, pensando que la niña había seguido la ruta en linea recta sólo se dieron cuenta de que la pequeña no iba por el mismo camino cuando, al cabo de un rato, preguntaron a quienes bajaban del Parrizal si se habían cruzado a una adolescente que iba subiendo. Todo fueron respuestas negativas.
(Más información en la edición en papel del 27 de julio de 2017)