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La nueva gestora de la depuradora de Teruel intentará rebajar nitratos en los vertidos con un proyecto de I+D+i La nueva gestora de la depuradora de Teruel intentará rebajar nitratos en los vertidos con un proyecto de I+D+i
depuradora de Teruel

La nueva gestora de la depuradora de Teruel intentará rebajar nitratos en los vertidos con un proyecto de I+D+i

La empresa Elecnor, que asumió el pasado mes de enero la gestión de las depuradoras de Teruel y de Cella, desarrollará entre este año y el próximo en la planta de la capital turolense un proyecto de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) orientado a reducir la presencia de nitratos en los vertidos una vez tratados, que rozan los límites establecidos a pesar de que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) aceptó el año pasado flexibilizar los topes autorizados de nitrógeno total a petición del Instituto Aragonés del Agua (IAA) y del Ayuntamiento. La nueva gestora de la planta de tratamiento realizará un estudio de respirometría, una técnica basada en la medición del consumo de oxígeno por parte de los microorganismos presentes en el fango activo las depuradoras biológicas que permitirá evaluar cómo afecta la temperatura de los vertidos a los procesos de nitrificación y desnitrificación, mediante los cuales se eliminan los nitratos de las aguas residuales para evitar que contaminen los acuíferos. El exceso de nitratos en los vertidos ya tratados es un problema histórico en la depuradora de Teruel desde su puesta en funcionamiento, en 1999, sobre todo en la temporada invernal, ya que la baja temperatura dificulta su eliminación. Cuando la temperatura de las aguas residuales baja a 10 o 15 grados centígrados, como ocurre en Teruel en los meses más fríos del año, los microorganismos de los fangos biológicos se encuentran inhibidos, su acción se ralentiza y por eso no se consigue eliminar los nitratos en la medida que sería deseable. Los resultados de este estudio arrojarán luz sobre el proceso y facilitarán la búsqueda de soluciones. Al menos ese es el objetivo que llevó al IAA a incluir la realización de un proyecto de I+D+i orientado a este fin como obligación de la empresa gestora en el concurso que convocó el verano pasado para adjudicar el contrato de funcionamiento y conservación de las depuradoras de Teruel y de Cella. Elecnor fue seleccionada entre un total de doce licitadores y percibirá 2,46 millones de euros por la gestión de las dos plantas durante tres años, cifra que rebaja un 21% el precio de licitación. Recorrido La estación de tratamiento de aguas residuales de Teruel recibió ayer la visita de una docena de concejales de todos los grupos municipales, encabezados por la alcaldesa, Emma Buj (PP). Los miembros de la corporación conocieron el funcionamiento de la planta durante un recorrido organizado a petición de Ganar Teruel. Fernando López, jefe de Explotación del IAA, explicó a los ediles el proceso de depuración, desde que los vertidos de la ciudad llegan a la planta procedentes de la estación de bombeo situada en la zona de Franciscanos hasta que, tras diferentes fases de tratamiento, se devuelve el agua al río Turia con entre un 95% y un 97% de la contaminación eliminada. “El principal problema es el nitrógeno, porque la CHJ exige unos seguimientos estrictos y es difícil cumplir en invierno por la baja temperatura del agua”, reconoció. En marzo del pasado año, tras muchas negociaciones, se consiguió que la Confederación suavizara sus exigencias para adaptarlas a las características del clima de Teruel. Así, en la autorización de vertido vigente se permite un máximo de 12 microgramos de nitrógeno total por metro cúbico de agua entre mayo y octubre y de 25 microgramos de noviembre a abril. “En verano el parámetro es más estricto que el que establece la legislación española y de la Unión Europea, a cambio de ser menos restrictivo en invierno”, comentó López. Con estos nuevos límites más flexibles, “cumplimos justos, pero cumplimos” , reconoció, en referencia a los vertidos tratados en la planta de Teruel.