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La restauración de la torre de la Catedral de Teruel comenzará por la base y los cuerpos superiores

La restauración de la torre comenzará en la base, aplacada en piedra, y seguirá por el cuerpo de campanas y la linterna superior

La restauración de la torre de la Catedral de Teruel se iniciará el próximo jueves, 1 de diciembre, con una primera fase que incluirá la consolidación de la base y la rehabilitación de los cuerpos superiores: el que alberga las campanas y la linterna de base octogonal que la corona.

La restauración de la torre de la Catedral de Teruel se iniciará el próximo jueves, 1 de diciembre, con una primera fase que incluirá la consolidación de la base y la rehabilitación de los cuerpos superiores: el que alberga las campanas y la linterna de base octogonal que la corona.

Estas actuaciones se costearán con la partida de 625.000 euros destinada a este fin en el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) de este año, que deberá tener continuidad en próximos ejercicios para completar la rehabilitación del único de los monumentos del Mudéjar de Teruel incluidos en la Declaración de Patrimonio Mundial de la Unesco pendiente de restaurar.

El presupuesto total del proyecto, aprobado en 2010, asciende a 1.677.883 euros, por lo que los fondos asignados solo cubrirán alrededor de un tercio del coste y quedaría por financiar algo más de un millón de euros para culminar el acondicionamiento de la torre, construida en 1257.

Los arquitectos Joaquín Andrés -autor del Plan Director de la Catedral- y José María Sanz -que redactó junto a Antonio Pérez el proyecto de la torre- han dedicado este mes a estudiar qué parte de la obra debía acometerse en esta primera fase, en función de su urgencia y de la posibilidad de completarla con el dinero disponible para garantizar que, en la hipótesis de que no llegue más financiación, no quedarán actuaciones a medio ejecutar.

Andrés explicó que finalmente se ha optado por intervenir primero en todos los elementos estructurales de apoyo de la torre, los estribos y contrafuertes de piedra del arco de paso. Junto con las catas arqueológicas iniciales, está previsto que la restauración de estos elementos se prolongue hasta febrero o marzo de 2017. A partir de esa fecha, se instalarán los andamios y se continuará la obra "de arriba hacia abajo", principalmente con el criterio de "eliminar riesgos" en cubiertas y otras partes altas donde se han producido desprendimientos, según explicó el autor del Plan Director.

Los arquitectos han optado por demorar el montaje del andamiaje con el objetivo de hacerlo, si es posible, una vez que se confirme la continuidad del Fite y de las aportaciones para este proyecto. "Lo deseable sería que la obra ya no parara y que el andamio se mantuviera hasta su terminación", apuntó Joaquín Andrés.

José María Sanz, por su parte, detalló las actuaciones que se van a realizar, primero en la base del campanario. Según explicó, los estribos se encuentran abombados hacia el interior del arco, porque en su momento estuvieron sometidos a una tensión importante que los deformó y afectó también al muro de la Catedral que está pegado a la torre.

Abombamiento de estribos

Esa presión se produjo porque los pies originales de ladrillo -similares a los que conservan las torres de San Pedro y de El Salvador- se degradaron con el paso del tiempo. Para solucionar el problema, que podía poner en riesgo la estabilidad del edificio, en 1717 se picó el ladrillo para retirar un espesor de unos 30 centímetros y se instaló el aplacado de piedra que forma la base actual.

"La piedra funciona como algo adosado a la fábrica de ladrillo, pero no está bien trabado con ella. El peso de la torre siguió presionando sobre el ladrillo y eso abombó toda la base", explicó el arquitecto.

El Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), un organismo adscrito al Ministerio de Fomento, estudió hace unos años el problema y concluyó que no entrañaba un riesgo inminente. Sin embargo, apuntó Sanz, sí resulta necesario "consolidar ese aplacado de piedra y hacerlo solidario con la fábrica de ladrillo que hay detrás".

El primer paso será retirar algunos de los sillares de cada estribo para verificar el estado interior de la base de la torre. En función de lo que se observe, se procederá al cosido de las estructuras de piedra y ladrillo con armadura de acero y cal para que no queden huecos y generar un volumen compacto.

El arquitecto redactor del proyecto detalló, además, que el estribo anexo a la Casa del Deán tiene un contrafuerte en el interior de este último edificio. Para comprobar su estado, se demolerán parcialmente los tabiques de la casa para reforzarlo si se considera necesario.

Con esta consolidación de la base quedará garantizada la estabilidad de la torre. Pero también está previsto intervenir en el subsuelo para evitar que las conducciones de redes de suministros actuales o futuras puedan afectar al monumento. Sanz explicó que bajo el pavimento de la zona del arco de paso discurren numerosas tuberías o líneas de telecomunicaciones, algunas de ellas pegadas al estribo de la torre. "Se separarán de él todas esas conducciones y se canalizarán por el centro de la calle. Y para impedir que en el futuro se hagan otras junto a los estribos, se harán unas faldas de hormigón a ambos lados hasta alcanzar el terreno firme", detalló.

Una vez concluida la actuación en la base, la obra pasará a desarrollarse en la parte superior, en el cuerpo de campanas. En su interior existen unas "estructuras de madera impresionantes, vigas y soportes de campanas, que se sanearán y se protegerán de insectos xilófagos", comentó el arquitecto, quien señaló que estos elementos se vieron afectados por el ataque de capricornios -carcoma gigante- que los dañó de forma importante.

Cubierta

El cuerpo de campanas, el tercero y último de planta cuadrada con que contaba en su origen la torre, será acondicionado al completo, tanto en su interior como en el exterior. Lo mismo se hará con la linterna octogonal que se construyó sobre él en el siglo XVII, ya que se ha comprobado que las cubiertas se encuentran en mal estado e incluso el verano pasado, durante un episodio de viento fuerte, se produjeron desprendimientos de tejas que no causaron daños porque cayeron sobre el tejado de la Catedral.

Próximas fases

La restauración del cuerpo central de la torre de la Catedral y la recuperación del acceso que la conectaba con el templo, tapiado desde hace años, quedarán para próximas fases del proyecto de rehabilitación si se consigue más financiación en 2017.

El arquitecto José María Sanz explicó que si la dotación de fondos se completa en un único ejercicio se abordarán ambas actuaciones y, si se distribuye entre 2017 y 2018, se actuaría primero en el cuerpo central para concluir la restauración tanto interior como exterior de la torre, dejando para la última fase el cambio del acceso.

Según explicó, actualmente solo se puede entrar al edificio desde la última planta de la casa del campanero a través de una puerta que se habilitó abriendo "un boquete" en la torre. El acceso original desde la Catedral está tapiado y se pretende recuperar.

Esta entrada cegada da a un rellano de la escalera interior del templo por la que se sube al balcón desde el que se observa la techumbre. Recuperar esta puerta conllevará la modificación de la escalera, manteniéndola en el mismo espacio. Con su nueva configuración, conducirá tanto a la torre como a la techumbre y al coro.

Autor: EVA RON / Teruel