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Los alumnos de Magisterio de Teruel se acercan a la escuela rural

Juan Antonio Rodríguez durante su participación en las jornadas profesionales de Magisterio en el Campus de Teruel

Las escuelas de los pueblos son para muchos docentes su primer destino y por ello cobra una especial relevancia que los futuros maestros conozcan la realidad de la enseñanza en este ámbito.

Las escuelas de los pueblos son para muchos docentes su primer destino y por ello cobra una especial relevancia que los futuros maestros conozcan la realidad de la enseñanza en este ámbito. Las segundas jornadas profesionales de Magisterio Amparo Sánchez, que se están desarrollando en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Campus de Teruel, se han aproximado esta semana a las buenas prácticas en la enseñanza rural a través de los proyectos del colegio público Ramón y Cajal de la localidad zaragozana de Alpartir.

Juan Antonio Rodríguez, de este centro educativo, explicó los diferentes proyectos innovadores que se realizan en Alpartir con la implicación de toda la comunidad educativa y donde destacan las buenas prácticas en el ámbito de la convivencia.

"Nosotros siempre hablamos de comunidad educativa en sentido amplio porque el colegio no son solo los 25 alumnos y los cinco profesores sino que están implicadas las familias, el Ayuntamiento", destacó Rodríguez quien señaló que los proyectos innovadores que se están desarrollando en este centro tienen detrás una trayectoria de nueve años.

En el ámbito de la convivencia, el docente de Alpartir señaló que las actuaciones se basan la cultura de paz de la Unesco y tiene tres ejes principales: cuidar a la personas, cuidar las relaciones y cuidar el entorno y subrayó que las diferentes propuestas tienen fin "curricular".

En el caso del medio ambiente acciones como los "protectores planetarios" -un alumno por clase que desarrollan diferentes tareas como recoger datos meteorológicos- o el consumo de fruta de temporada y de la zona que se compra cada jueves en el mercadillo o las actividades le valieron a este colegio zaragozano para conseguir un premio en 2013.

Normas consensuadas

En cuanto a la relación entre los miembros de la comunidad educativa se trabaja en la resolución de conflictos a través de la figura del mediador donde son los compañeros los que contribuyen a solventar los problemas. Además el centro tiene su propia Constitución y las normas se deciden en régimen asambleario teniendo en cuenta la Declaración de Derechos del Niño.

Finalmente, en la línea de cuidar a la persona se enmarcan las iniciativas vinculadas con la promoción de la salud.

Pero, el profesor de Alpartir también explicó otras líneas de trabajo del proyecto de centro del CEIP Ramón y Cajal como la de la biblioteca y la de la tecnologías de la información y la comunicación.

Trabajo por proyectos

"La biblioteca el principal centro de recursos que tenemos y a través de ella se trabaja por proyectos", subrayó Rodríguez que explicó que esto también fue algo que también se inició dentro de la apuesta por la convivencia, para animar a los chicos a trabajar en equipo.

En cuanto a las tecnologías se utilizan herramientas como las pizarras digitales y una de las apuestas más destacadas son sus blogs y su página de Facebook, ya que utilizan para dar a conocer todas las actividades que se desarrollan en el colegio.

En su sesión con los alumnos de Magisterio, el profesor de este centro educativo recordó que una de las principales limitaciones que se encuentran en la escuela rural para dar continuidad a los proyectos de innovación es la inestabilidad del profesorado puesto que en muchos de estos centros cada curso se renueva una parte muy importante d ela plantilla.

Autor:I. M. T. / Teruel