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Los Espallargas-González, una familia dedicada a la Guardia de Semana Santa de Alcorisa

El matrimonio Isabel Espallargas y Blas González y su hija Laura, con un casco renovado y otro centenario.

La Cofradía de la Sangre de Cristo, con más de cuatro siglos de historia, vela por que cada año se repita en Alcorisa una de las tradiciones más antiguas de Semana Santa local: los Guardias, que esta misma tarde de Jueves Santo harán su aparición después de los Santos Oficios.

La Cofradía de la Sangre de Cristo, con más de cuatro siglos de historia, vela por que cada año se repita en Alcorisa una de las tradiciones más antiguas de Semana Santa local: los Guardias, que esta misma tarde de Jueves Santo harán su aparición después de los Santos Oficios. Dos de sus cofrades, Blas González Puértolas junto con su esposa, Isabel Espallargas, son los encargados de cumplir con este cometido.

Si en su origen pertenecer a la guardia era todo un privilegio que pasaba de padres a hijos, en la actualidad ha cambiado y las compañías las integran jóvenes, chicos y chicas voluntarios, que esperan su turno para pasar a formar parte. De organizar los grupos de los jóvenes se ocupa este matrimonio alcorisano que ha tenido que resolver "a suertes la lista de espera" de los aspirantes de este año, dijo Isabel Espallargas.

Blas e Isabel llevan casi dos décadas ocupándose de que todo esté a punto y lo realizan "muy a gusto", dicen. Guardan los cascos, lanzas y armaduras en el salón parroquial así como también los reparan después de cada Semana Santa. "Los cascos de antaño dieron mucho trabajo a Blas porque estaban en malas condiciones y ahora él sigue arreglando las lanzas porque se parten de los golpes", comenta Isabel.

Miman los detalles

Cuidan todos los detalles y en estos días se les puede encontrar en los ensayos ayudando a vestir a los guardias. Es tal su dedicación, que, cuando la Cofradía de la Sangre de Cristo decidió renovar los trajes antiguos a final de la década de los 90, Isabel Espallargas llegó a coser el centenar de escamas de metal que distinguen cada uno de los petos de la indumentaria del capitán y del abanderado.

No ha echado la cuenta, pero Blas lleva "mucho tiempo" con los guardias. Asegura que pasó "quince formando parte de la compañía y casi veinte organizando" desde que lo dejó su predecesor. Sus hijos, Laura e Iván siguen con esta tradición. Incluso han empezado más jóvenes que su propio padre, con tan sólo 11 y 14 años. "Lo hemos visto en casa y nos gusta", comenta Laura, quien asegura que ya tiene "el gusanillo" del Jueves Santo.

Blas siente orgullo al comentar que "este traje es de lo más singular". No se asemeja al de los romanos que se suceden en la comarca del Bajo Aragón. "Los uniformes de los Guardias de la Semana Santa de Alcorisa están ligados a un privilegio real que otorgó Felipe V en 1738 por la concesión del título de "Fiel e ilustre villa" y por el que en Alcorisa podrían hacer uso de los uniformes de su guarda personal para custodiar el Monumento", comentó Blas.

Un año más ya están preparadas las dos compañías formadas por 22 voluntarios que integran los ocho soldados más su capitán a las que se suman alabarderos, abanderado, el tambor, Longinos y Criadico. Los guardias también saldrán en las procesiones del Pregón y el Santo Entierro acompañando a La Santa Cama.

Los Guardias son una de las tradiciones más antiguas de la localidad y dependen de la Cofradía que cuenta con más de cuatro siglos de andadura y a la que pertenece toda la población de Alcorisa. Es hermandad madre del resto de las cofradías que se han ido formando en la Semana Santa alcorisana y este año ha recibido el Tambor de Honor local.

Autor:Esther Esteban Sauras / Alcorisa