

Alcodori, hijo predilecto de Manzanera
El municipio de Manzanera rindió ayer un emotivo homenaje al músico y fotógrafo Edmundo Alcodori, que fue nombrado hijo predilecto de la localidad. En el nombramiento se le hizo entrega de una placa y se inauguró la exposición fotográfica de Edmundo Alcodori, una persona muy querida en toda la comarca de Gúdar Javalambre, que durante décadas recorrió amenizando las fiestas y eventos con su acordeón y reflejando con su cámara la vida de los pueblos desde los años de la posguerra del siglo pasado.
La directora del centro cultural de Manzanera, Pilar Alpuente, manifestó que la iniciativa de rendir el homenaje a Edmundo Alcodori nació a raíz del homenaje que se le hizo el pasado año en Valbona al celebrar la Asociación Lúdico Recreativa La Carroncha de Valbona su vigésimo aniversario.
Pilar Alpuente señaló que se recogieron firmas en Manzanera, pueblo de Edmundo Alcodori, para que se le nombrara hijo predilecto, cuestión que fue muy respaldada por los vecinos y que ayer por la tarde se plasmó con un homenaje, entregándole una placa e inaugurando una exposición. También hubo una actuación de Asti Queda Ixo, tocando como la orquesta Palancia.
Edmundo Alcodori Fonfría nació en Manzanera el 15 de noviembre de 1928. En Manzanera, después de la Guerra Civil, en 1944, un cura que era músico, decidió reconstruir la banda de música y no paró hasta que lo consiguió. Ahí fue donde Edmundo aprendió solfeo y a tocar la caja y el clarinete.
Pilar Alpuente señaló que en aquellos tiempos de posguerra “la mejor diversión era tocar y bailar en el patio de cualquier casa la guitarra y la bandurria, pero eso cambió cuando llegó a Manzanera un maestro que sabía tocar el acordeón de botones. Edmundo fue el que le compró el acordeón por 3.000 pesetas y empezó su carrera musical por toda la Comarca Gúdar-Javalambre, amenizando bailes y fiestas con su acordeón, que cargaba a cuestas, con su bicicleta, en solitario o a veces en compañía del batería, para recorrer caminos sin asfaltar o incluso nevados para llegar a todos los pueblos y aldeas que solicitaban su música”.
Alcodori fue un músico autodidacta y polifacético, contó Alpuente. “Pronto se compró una cámara fotográfica, que en aquellos tiempos no tenía nadie en su casa y fue ahí, donde se convirtió en un fenómeno social, ya que cuando Alcodori acudía a tocar a cualquier evento, la gente se arreglaba más por si salía en sus fotos.
La directora del Centro Cultural y organizadora del evento reseñó que en su faceta de músico cabe destacar sus palabras: “tocaba para bailar, no para escuchar.” “Eso se entiende así, porque la gente, en aquellos duros tiempos de la posguerra necesitaba diversión y estaba deseosa de olvidar los problemas con la música, ya que no había otra cosa”.
Pilar Alpuente añadió que en la faceta de fotógrafo, Alcodori destacó que era un fotógrafo “de calle” “y gracias a él tenemos testimonio documental de cómo era la Comarca Gúdar-Javalambre y Teruel hace 50 años. Qué hacían sus gentes, cómo se divertían, cómo pasaban su tiempo libre o celebraban sus fiestas. En muchas de sus fotografías plasmó escenas costumbristas: la matanza del cerdo, bodas, procesiones, la trilla… Un testimonio de valor incalculable, que gracias al trabajo de toda su vida, hoy podemos disfrutar y entender mejor nuestras costumbres y poder valorar e incluso recuperar, algunas fiestas olvidadas en el tiempo”.
Finalmente, la directora del Centro Cultural de Manzanera subrayó que es por ello, que debería ponerse en valor su figura, ya que forma parte importante de la historia de nuestro pueblo y comarca. “Recuperar la memoria histórica siempre es importante para la sociedad actual para vislumbrar y comprender de manera objetiva la vida que se llevaba en los años 40, que, aunque lo parezca, no es tan lejana en el tiempo”.