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“Nairo, vas a ganar por haberte hecho esta foto con nosotros”

Nairo Quintana, líder de la carrera, se fotografía con jóvenes aficionados al ciclismo

"Nairo, vas a ganar la Vuelta por haberte hecho esta foto con nosotros", decía un animoso grupo de jóvenes aficionados al ciclismo a las puertas del autobús del equipo español Movistar, del que conocían al dedillo a todos sus componentes.

"Nairo, vas a ganar la Vuelta por haberte hecho esta foto con nosotros", decía un animoso grupo de jóvenes aficionados al ciclismo a las puertas del autobús del equipo español Movistar, del que conocían al dedillo a todos sus componentes.

El campeón de España, José Joaquín Rojas, fue el primero en salir para recoger su bicicleta. Mientras atendía a un periodista, los fans permanecieron incansables hasta que se acercó a ellos para hacerse unos selfis o firmar algún autógrafo.

El sprinter calmó los nervios de los infatigables seguidores que, no obstante, buscaban más trofeos, como una instantánea con el maillot verde, Alejandro Valverde, o incluso algo mejor: una fotografía con el consolidado líder de la Vuelta, el colombiano Nairo Quintana.

El bigote característico y el desparpajo del flamante medalla de bronce olímpico en ciclismo de montaña, Carlos Coloma (sí, el que agarró sus partes nobles al entrar en meta), hizo que los aficionados de casta lo reconocieran y le avasallaran a peticiones de fotografías. El riojano rebosó simpatía y atendió todos los requerimientos que pudo.

Agradecidos a Contador

A escasos 20 metros del Movistar, en el autobús del Tinkoff, decenas de fans de Alberto Contador aguardaban a que saliera la estrella que puso patas arriba la carrera con su exhibición en Huesca. "¡Eres el mejor!", le espetaban, a lo que él daba las gracias de forma modesta.

Contador salió del bus con el tiempo justo para llegar al control de firmas y ocupar un puesto delantero en la línea de salida, por lo que apenas pudo firmar media docena de autógrafos y hacerse otras tantas fotografías. El público agradeció el gesto y salió corriendo detrás de él mientras enfilaba la bajada de la ronda de Caspe.

También se dejó ver el piloto de MotoGP Aleix Espargaró, que utiliza las mismas bicicletas para entrenar que el Movistar, por lo que se hizo fotos con Quintana y Valverde por cuestiones publicitarias.

Área para aficionados

El área de entretenimiento organizada por los patrocinadores de la Vuelta a España hizo las delicias de los aficionados, que se divirtieron dando pedaladas solidarias o jugando para conseguir regalos publicitarios.

El hilo conductor de este área, ubicada alrededor de la plaza Joaquín Costa, era el control de firmas, al que minutos antes de la una del mediodía se fueron subiendo los corredores para estampar su rúbrica mientras un periodista les presentaba y les sacaba algunas declaraciones.

Enfrente estaba la carpa de Caja Rural y sus Bicicletas Solidarias, una iniciativa que consiste en dar pedales en favor de los Bancos de Alimentos repartidos por toda España a razón de un kilo de comida por cada kilómetro recorrido. Las tres bicicletas no pararon de funcionar en toda la mañana.

Eran muchos los puestos que daban comida y bebida fresca para sofocar el implacable calor que registró ayer Alcañiz, y varias las furgonetas con artículos de mercadotecnia de la Vuelta puestos a la venta. Eran casi los únicos que se comercializaban, porque los patrocinadores ya se encargaban de regalar gorras, sombreros, camisetas o mochilas. En este sentido, Azkar tenía hasta una ruleta con la que el aficionado probaba suerte a ver qué regalo seguro le caía.

Otras bicicletas iban acompañadas de simuladores visuales para que la gente pudiera emular las hazañas de sus corredores favoritos. También había puestos de reciclaje de pilas o un stand de Loterías que probablemente era el más soso, porque prácticamente solo se dedicaba a la venta.

La historia de Alcañiz, ligada al automovilismo, también estuvo presente con cuatro coches clásicos de carreras colocados en la salida.

Zona VIP

En el patio del colegio Emilio Díaz, y solo para las personas acreditadas, había más carpas con patrocinadores. En esta zona llamaba especialmente la atención el barbero de BIC, que promocionaba sus cuchillas afeitando al personal. "Hacemos unos 25 afeitados al día, a razón de 15 minutos por cada persona", indicaba la responsable de la marca.

Un puesto con fruta fresca saciaba la sed y el apetito de los acreditados y personalidades VIP. Los menos preocupados por la dieta le hincaban el diente a las croquetas, al jamón y al queso servidos con vino y cerveza en otras casetas. Poco remordimiento tenían de darse buena vida mientras los ciclistas partían hacia Peñíscola bajo un sol de justicia. Pero los ciclistas "son de otra pasta" o "de otro planeta", era el comentario estrella.

Muchos eran los atractivos dispuestos por la organización, pero con lo que realmente disfrutaron los ciclistas amateur fue simplemente paseando entre los coches de los equipos para ver las bicicletas. "Esta vale entre 10.000 y 12.000 euros", explicaba -junto al autobús del Lampre- Juan Carlos Pascual a sus sobrinos Luis y Ana, que se quedaron con la boca abierta tras conocer que hay bicis que cuestan como un coche.

Autor:Marcos Navarro / Alcañiz