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Vecinos del barrio de La Fuenfresca se concentraron el pasado jueves en el parque del Osito para mostrar su preocupación por la paralización en los trámites para la retirada de la antena que la compañía de telefonía Orange instaló en terrenos de la parroquia de La Esperanza. Con esta protesta se retoman las movilizaciones que el colectivo vecinal comenzó en diciembre y que dejó de hacer cuando el Obispado de Teruel se dirigió a la compañía para rescindir el contrato.
La intención del colectivo es mantener estas concentraciones durante este mes y el próximo. A la protesta acudieron los vecinos con pancartas en las que se podía leer lemas como “La salud de un barrio no se vende” y con pitos para hacer oír sus denuncias.
Unas de las portavoces del movimiento vecinal, Chus Sanjuan, explicó que el proceso para la retirada de la antena está paralizado. “Las negociaciones entre el Obispado y Orange están paralizadas desde que se mandó un burofax pidiendo la restricción del contrato y la contestación que han tenido por parte de Orange es que les van a pedir indemnización por todo lo hecho hasta ahora:?el estudio, los trabajos realizados, el nuevo estudio para una nueva ubicación y por las emisiones”.
Sanjuan explicó que el objetivo de las movilizaciones es agilizar los trámites para que al final quiten la antena, que está emitiendo en pruebas, tras su instalación el pasado mes de diciembre.
Este martes 28 de marzo los representantes de los vecinos tienen una reunión convocada con el nuevo obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez, para ver si hay alguna novedad en las negociaciones.
Los vecinos plantearon en su día al Ayuntamiento que se hiciera una ordenanza que regulara la instalación de antenas de telefonía móvil dentro del casco urbano de la ciudad, como existe en otras ciudades. También les gustaría entrar en contacto con otros padres que han mostrado su desacuerdo con otra antena ubicada en un colegio.
El colectivo vecinal que protesta por la instalación de la antena de Orange comenzó sus protestas el pasado mes de diciembre cuando comprobaron que se estaban realizando trabajos para su puesta en funcionamiento junto a la iglesia parroquial, muy cerca del parque y próxima a colegios y residencias de mayores, colectivos más sensibles a las radiaciones electromagnéticas que pueden perjudicar a la salud.
Durante varias semanas realizaron diferentes actos de protesta como una caravana de coches por la ciudad, ya que consideran que es un problema que afecta a todos los turolenses, o concentraciones delante de la tienda que Orange tiene en la calle San Juan de Teruel, que frenaron cuando el Obispado se comprometió a buscar una solución.