Olba recuerda a los casi cien fallecidos por silicosis en la obras del ‘canal de la muerte’ en los años 50
La localidad de Olba recordó el sábado al casi centenar de fallecidos por culpa de la silicosis en las obras de construcción del denominado túnel de la muerte.
La infraestructura, de cuatro kilómetros, es una obra del canal que se construyó entre los finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta del siglo pasado para alimentar del río Mijares desde el barrio de Los Pertegaces de Olba a la central hidroeléctrica de Los Cantos (Castellón).
El Ayuntamiento de Olba y la Asociación El Mijares no se toca colocaron ayer una placa conmemorativa en el frontón municipal con la presencia de dos hijos del pueblo que trabajaron en las obras del túnel, Enrique Pérez y Agustín Ibañez.
El frontón municipal fue escenario ayer por la mañana del emotivo homenaje.
En aquella obras fallecieron, a lo largo de sucesivos años y porculpa de la silicosis, casi un centenar de trabajadores procedentes de los barrios de Olba y de los municipios cercanos, incluido La Puebla de Arenoso, donde está la central hidroeléctrica de Los Cantos.
En el acto de ayer, el alcalde de Olba, Federico Martín, leyó un comunicado en el que se recogía el profundo respeto por la memoria de las personas que enfermaron y fallecieron a causa de las obras de construcción del canal subterráneo.
Federico Martín recordó a las víctimas de las obras que eran de los barrios de Los Lucas, de Los Ramones, de las Villanuevas, de los Pertegaces, de Olba, de La Tosca y de otros barrios.
[gallery link="file" size="large" ids="88828,88827"]Impunidad
“Esta tragedia ocurrió en un contexto histórico de impunidad legal y desprotección social. Muchas de las viudas y familias de las víctimas padecieron el abandono, se quedaron solos con su dolor y nunca recibieron una indemnización suficiente ni un reconocimiento oficial público de unos fallecimientos causados por una enfermedad laboral”, explicó el alcalde.
El primer edil de Olba dijo, además, que las obras del canal de la muerte, como se le conoce en el pueblo, significaron el desvío de gran parte del caudal del río, lo que ha tenido un gran impacto negativo sobre la vida de Olba a muchos niveles.
Finalmente, Martín apuntó que después de décadas de olvido y la ausencia de reparación se había organizado este acto de recuerdo y colocar una placa conmemorativa.
La placa conmemorativa fue descubierta por dos vecinos que trabajaron en las obras del canal y que son Agustín Ibañez y Enrique Pérez.
La placa conmemorativa dice textualmente: “En memoria de los muertos en la construcción del canal de la central hidroeléctrica de Los Cantos (1947-1951. Víctimas de la impunidad y de la injusticia. Olba, agosto 2017”.
En el acto del homenaje, el grupo local Alegría cantó unas jotas entre las que no faltó lo que ocurrió en la construcción de las obras del canal y la posición que tiene el municipio y vecinos con el proyecto de Iberdrola de volver a tomar agua del río Mijares por el canal a la central hidroeléctrica de Los Cantos, que lleva dos años paralizada por averías en sus turbinas.
“A Iberdrola le decimos
que se acabó la bicoca
que se busque otro río
que el Mijares no se toca”
“Nos quitaron el Mijares
en tiempos de Dictadura
Y en Olba solo dejaron
muerte, dolor y amargura”.
Testimonios
Agustín Ibañez, 99 años, y que trabajó 20 meses de dinamitero en las obras del canal subterráneo que va de Olba a Los Cantos señaló que él personalmente por su trabajo no fue afectado en enfermedad por las obras, pero que compañeros murieron por silicosis a lo largo de los años.
Enrique Pérez, 88 años, que descubrió la placa junto a Agustín Ibañez, dijo también que por su trabajo de ayudante de paletas tampoco fue afectado por enfermedad como lo fueron los picadores y los escombreros.
Viuda y tres hijos
Fernando Villanueva Villanueva, hijo de José Manuel Villanueva Peiró, manifestó que su padre falleció por silicosis y que su familia lo pasó muy mal al dejar viuda y tres hijos. Fernando Villanueva, que tiene 64 años, señaló que en su casa se ha comentado que los encargados iban con máscara en las obras de construcción del túnel, mientras que los obreros lo hacían a cuerpo limpio. “Mi familia se tuvo que trasladar de Los Lucas a Olba porque mi padre necesitaba tratamiento. Nos costó luchar mucho para conseguir una pequeña paga de viudedad”.
Purificación Pastor, nieta de José Manuel Villanueva, reseñó que su abuelo trabajó en las obras del canal de Los Cantos y que murió por silicosis en 1964 en Barcelona. “Trabajó en Barcelona de jardinero, pero lo tuvo que dejar, porque no podía trabajar por la silicosis”.
Otro testimonio de una de las personas que asistió al acto de homenaje a los fallecidos en las obras del canal de Los Cantos al mediodía de ayer en Olba fue el de Jorge Villanueva, de 85 años de edad, quien recordó que era un niño cuando se hicieron las obras y que se encargaba de llevar los botijos de agua a los trabajadores, pero sin entrar a las obras del túnel.