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Un inventario de paisajes para conocer otra Sierra de Albarracín

La guía contiene espectaculares fotografías como la que se muestra, que correponde al río de bloques de Orihuela del Tremedal. Marta Espinalt

Era una asignatura pendiente. Una guía que desmenuzara los paisajes de la Sierra de Albarracín y los tradujera, con sencillas palabras, para que personas con cualquier formación y de las edades más diversas pudieran entenderlos y disfrutarlos.

Era una asignatura pendiente. Una guía que desmenuzara los paisajes de la Sierra de Albarracín y los tradujera, con sencillas palabras, para que personas con cualquier formación y de las edades más diversas pudieran entenderlos y disfrutarlos. Los ríos de piedra, las parameras, los cañones fluviales o las muelas son algunos de los lugares que la nueva publicación pone al alcance de cualquiera.

La guía consta de 96 páginas y ha sido elaborada por el equipo de José Luis Peña, director del curso de Geomorfología en la Sierra de Albarracín que organiza desde hace tres años la Fundación. Junto a él han trabajado Luis Alberto Longares, que es especialista en vegetación, y Marta Espinalt, que se ha ocupado de la fotografía. Los autores han dividido el territorio sobre el que hablan en cinco grandes unidades y destacan un total de quince puntos de interés que "resumen los paisajes más característicos", anuncia Peña.

Interés internacional

Entre ellos figuran las laderas y ríos de bloques del macizo del Tremedal, considerados como geoformas de ambientes fríos de alto interés internacional por sus dimensiones y significado paleoambiental. Otros, como los campos de dolinas de Villar del Cobo-Griegos y de los Llanos de Pozondón están entre las formas kársticas más espectaculares de la Cordillera Ibérica. Menos conocidos son las navas o poljes, grandes depresiones alargadas siguiendo las líneas marcadas por la estructura geológica, que ocupan gran extensión en el interior de varias de las unidades serranas. Un capítulo exclusivo se dedica a los paisajes que generan las areniscas del rodeno.

Nudos hidrográficos

Además, la Sierra constituye uno de los nudos hidrográficos más importantes de la Península Ibérica y los paisajes fluviales tienen un papel destacado en la evolución de su relieve. Entre ellos están las grandes parameras calcáreas, los cañones excavados en las rocas, las cascadas o los nacimientos del Tajo o el Cabriel.

Precisamente fue en el curso donde quedó patente la idea de que hacía falta poner el paisaje a la altura del ciudadano de a pie y propiciar con ello tanto dar a conocer la gran riqueza de la serranía como favorecer su desarrollo a través de la llegada de más turistas.

En palabras del gerente de la de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, "esta guía no surge porque sí", sino que es una acción encadenada directamente al Curso de Geomorfología y evolución del paisaje en la Sierra de Albarracín. "Tenemos paisajes dignos de ver y hay que darlos a conocer para que la gente acceda a ellos", manifiesta el gerente El responsable reconoce que la gran mayoría de los turistas que acuden a Albarracín "no cruzan el túnel", una frase muy utilizada en toda la serranía y que hace referencia a que buena parte de los visitantes no llegan a los pueblos de la zona alta.

"El gran atractivo se llama Albarracín, de eso no hay duda, pero si diéramos a conocer lo que nos hace diferentes habría muchas posibilidades de que os turistas se desplazaran a otras zonas, como el valle del Tajo, los cañones del Guadalaviar o del río Blanco o conocieran las formaciones del Paleozóico", sentencia.

Una necesidad

La obra "es una necesidad incluso para la gente del lugar", argumenta Jiménez. Según explica, se trata de una publicación que incluye textos sencillos y con muchas fotos del paisaje. Peña va más allá y apunta que todavía hace falta crear una "gran guía" que incluya itinerarios, algo que en lo que el equipo de investigadores ya está trabajando pero que debe de completarse con paneles explicativos en el campo.

El profesor precisa que en la serranía comienza a haber itinerarios señalizados e incluso hay paneles, algunos de ellos no del todo correctos a juicio del experto, pero hacía falta una publicación "explicativa, muy divulgativa y con toques científicos". Lo que sí hay son libros sobre recorridos pero se centran más en los tiempos que se tarda que en lo que hay que para ver y lo que se puede aprender", sintetiza José Luis Peña, quien añade que esos itinerarios se abordará en una próxima publicación.

La publicación que se presenta mañana sábado por la tarde en Albarracín es la segunda que edita la Fundación Santa María. La primera obra, que vio la luz el pasado año, fue la Guía de Albarracín elaborada por el arquitecto Antonio Almagro, experto en la ciudad. Se trata de guías que tienen un carácter divulgativo, "pensadas para el gran público" y que pretenden cubrir las expectativas de los turistas pero también de los propios lugareños, según especifica Antonio Jiménez.

Se ha editado 1.200 ejemplares que se pondrán a la venta a un precio de 15 euros en el centro de recepción de visitantes y también en diferentes establecimientos hoteleros de la ciudad en los que ya se comercializa la publicación que sobre Albarracín editó el año pasado.

Trabajo editorial

Además de estas guías de carácter divulgativo, la entidad también ha publicado cuadernos didácticos destinados al público escolar y obras científicas dirigidas a lectores especializados. "Con estas obras se ha cubierto un hueco que teníamos", explica Antonio Jiménez en este sentido.

No es la única acción que la Fundación Santa María quiere dedicar al paisaje de la Sierra. Así, entre sus proyectos de futuro está la habilitación de un espacio en la planta baja del Museo de Albarracín dedicada al paisaje: "Se trata de encardinar la ciudad y la Sierra en el contexto natural e histórico", matiza el gerente. Es muestra serviría además de escaparate y abriría boca para que los turistas se animasen a seguir recorriendo el territorio.

Autor:M. Cruz Aguilar Teruel